“Poner el barco a son de mar” no es una simple frase hecha heredada de nuestros antepasados navegantes. Es un ritual que debería formar parte de nuestra rutina siempre que nos hagamos a la mar. Y no solo por seguridad, sino para evitar que una contrariedad nos arruine días de disfrute de la vela.
Los consejos que siguen no pretenden ser lo que los ingleses llaman una “Check list” exhaustiva, sino unos simples consejos fruto de la experiencia de quien, en alguna que otra ocasión, se ha encontrado con alguno de estos pequeños problemas derivados de la falta de previsión.
Autor: German de Soler
Ilustraciones: J.M. Ferrer Sirvent
1. Sacar y comprobar los elementos de seguridad
Chalecos, arneses, líneas de vida, bengalas… Hay que sacar todo lo que generalmente queda en el fondo de un cofre y asegurarse de que está en buen estado y con las revisiones actualizadas.
2. Revisar los elementos de fondeo
Abrir la tapa del pozo de anclas, sacar cadena y cabo y revisar el ancla puede parecer una tarea ardua, pero se hace en unos minutos. Hay que comprobar que la cadena esté sujeta al cáncamo del fondo del pozo de anclas, que los grilletes y argollas no estén agarrotados, que cabo y cadena estén limpios y libres de vueltas…
3. Motor
Nunca está de más que nuestro mecánico revise el motor una semana antes de hacerse a la mar. Si no, lo mínimo es revisar niveles y filtros, limpiar lo que esté sucio con un trapo para ver que no haya fugas por ningún lado y revisar que los manguitos estén bien sujetos por sus correspondientes bridas. En motores con eje la bocina y el prensaestopas deben estar secos. En motores Sail Drive hay que darle un vistazo a la unión con el casco para comprobar su estanqueidad.
4. Bombas
No es ninguna tontería. Las bombas de achique se agarrotan, las palas se rompen y las salidas se obstruyen. Hay que ponerlas en marcha todas un minuto y comprobar que cumplen su función… incluida la bomba de vaciado del wc tanto si es manual como eléctrica. Pocas cosas hay tan desagradables como percatarse a las pocas horas de navegar que la bomba del wc no funciona.
No te llevará más de un par de horas, pero te puede ahorrar perder días de vacaciones… Y de navegación.
5. Baterías y pilas
Comprobar el nivel de carga de las baterías de arranque y de servicio y que el alternador proporciona carga. Más allá de esto, hay que asegurarse también de que llevamos suficientes pilas y linternas a bordo. Siempre, además de una frontal con luz roja y blanca para cada tripulante, un par de linternas de largo alcance: el tope de palo queda muy arriba.
6. Cuadro de luces
Hay que encender una a una todas las luces exteriores e interiores para ver que funcionen, especialmente las de navegación y fondeo. Y por supuesto, asegurarse que llevamos bombillas de repuesto.
7. Balsa de salvamento
No hacerse a la mar si, por la razón que sea, la revisión de la balsa no está al día y sin comprobar que esté bien estibada, ya sea en su cofre o bien atada en cubierta. No podemos arriesgarnos a perderla por la borda o tener que amarrarla de nuevo en medio de un temporal.
8. Auxiliar
Hinchar la neumática para comprobar que no haya fugas de aire, desgastes excesivos o roturas graves y poner en marcha el fueraborda. Asegurarse de que haya remos y un rezón con sus correspondientes metros de cabo.
9. Velas
Hay que izar todas las velas en puerto en un día de calma o ventolina o hacer una salida corta para izarlas todas, comprobar que estén bien y que disponemos de todos los cabos, mosquetones, grilletes o elementos de maniobra necesarios.
10. Cocina
Echarle un vistazo al circuito de gas y agua, abrir y cerrar grifos de paso y comprobar que no haya fugas. Encender y apagar uno a uno los fogones y comprobar que la nevera enfría.
11. Sentina
Agua, gasoil o aceite en la sentina es muy mala señal. Si se observan y no somos capaces de ver de dónde proceden las manchas, hay que llamar al mecánico. Limpiar las posibles obstrucciones de los agujeros de paso y de las bombas –papeles, cabello, pequeños plásticos, monedas…– que puedan haber ido a parar al fondo de la sentina.
12. Escape
Poner en marcha el motor mientras hacemos otras comprobaciones y comprobar que no sobrecalienta y que la salida del escape es limpia: humo blanco, mucho vapor… Algo va mal. Negro, quema aceite o combustible… Peor.
13. Lavabos
Aquí hay poco trabajo. Basta accionar la bomba del wc y comprobar que los grifos y la bomba de la ducha se activa.
14. Bañera
Dos sencillas acciones: girar el tambor de cada winche para comprobar que gira suavemente –si oímos un croc- croc, mal asunto: hay algún rodillo roto y más temprano que tarde se agarrotará– y que las mordazas hacen su trabajo sin que tengan juego. Y por supuesto asegurarnos que tenemos suficientes manecillas de winches.
15. Rueda
Girar la rueda a tope a ambas bandas y comprobar que no hay ruidos o bloqueos. Echarle un vistazo al sector y comprobar estado de los cables, de las bielas y de los sujetacables. El eje debe girar suavemente y el pasacascos debe estar seco.
No son muchos consejos, pero sí los mínimos necesarios sobre lo que podemos hacer nosotros solos en poco tiempo y sin la ayuda exterior de un mecánico, un velero o un electricista. Si al final de la revisión necesitamos a alguno de ellos, es que algo hemos hecho mal o dejado de hacer durante el invierno. No ayudará mucho saberlo, pero nos servirá de experiencia para próximas singladuras.
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