Más de lo que aparenta
Hemos navegado una de las primicias del pasado Salón de Barcelona, el novísimo D23, de la firma De Antonio Yachts. El concepto es del joven diseñador y regatista de élite Marc de Antonio, que inicia su andadura en la náutica de recreo comercial con esta open de programa polivalente, que abarca desde la navegación familiar hasta las prestaciones de un superténder, o para chárter, entre otros. Marc de Antonio en su currículo cuenta con varios diseños one off, a vela y a motor, importantes obras de restauración de megayates, interiorismo y demás trabajos relacionados con el diseño industrial. Por Luis Bosch
La D23 es el resultado de un concienzudo estudio de las formas más avanzadas, perfectamente armonizadas con las necesidades que impone la ergonomía en un barco de esta talla.
A la elegante estética y el cuidado en el menor detalle —como el grabado mediante láser con el nombre de la marca en las cornamusas, la teca de serie, la ingeniosa transformación del solárium, las prácticas defensas-asiento o la cámara que esconde el motor fueraborda— se añade un diseño de carena realmente sorprendente, tanto por su estabilidad como por el agarre que muestra en los virajes violentos a alta velocidad.
La roda vertical esconde una obra viva con gran capacidad de planeo pero al mismo tiempo se combina con una V que evoluciona muy bien con ola corta y de fondo. Por esto, sin duda, uno de los principales puntos fuertes de este barco es la carena: más que notable (y rozando el sobresaliente).
El segundo atractivo de la D23 es su estética y configuración de la cubierta, además de las numerosas opciones que propone el astillero para ofrecer varias versiones: con la proa totalmente cerrada por un solárium o totalmente despejada, por ejemplo. El planteamiento de una zona de popa con una dinete al mismo nivel (para seis personas con holgura), con distintas transformaciones, los pasos laterales anchos, y el cómodo acceso por popa desde las semiplataformas de baño, refuerzan el atractivo del barco.
La consola de gobierno, dentro del más puro estilo minimalista, armoniza con el módulo solárium-dinete, que cubre el fueraborda y permite acomodar a tres personas en un solo banco fijo. El piloto puede afianzarse gracias al bien ubicado reposapiés de teca. El panel, presidido por un vistoso volante, deja espacio para ubicar una pantalla multifunción, la relojería del fueraborda y los interruptores del barco. No obstante, entre las opciones del astillero, figura un sencillo parabrisas bajo a modo de deflector, o algo más alto para proporcionar mayor protección. También se contempla el montaje de un hard top con un parabrisas frontal completo.
Por otra parte, también hemos de tener en cuenta que la navegación con una primera unidad siempre tiene las ventajas de un prototipo. Echamos en falta varios detalles que el astillero ha contemplado en las siguientes unidades: pasamanos en la consola y laterales para tener puntos de agarre (imprescindibles); escalera de baño y ducha, y cofre para esquís a los largo del paso lateral (opcionales); o nevera (eléctrica o de hielo), también opcional, así como el hard top antes citado o un toldo bimini, elemento irrenunciable en el Mediterráneo.
En navegación la D23 equipada con la mínima potencia de 115 Hp no decepciona en sus prestaciones de velocidad. Puede, sí, instalar hasta 175 Hp, potencia que desaconsejamos tanto como los 150 Hp, ya que solamente se ganará en peso, consumo y en incremento de precio, factores que a buen seguro apenas compensarán los pocos nudos que se puedan obtener de más.
Seguramente los 140 Hp sean la potencia ideal, pero con un Suzuki de 115 Hp este barco cubre perfectamente cualquier exigencia. En salida, planea (a 13 nudos) en 7 segundos (un pelo lento), y alcanza la máxima de 29 nudos a 6.100 rpm en 10 segundos más, lo que no está nada mal.
Mar de fondo y algo rizada, con brisa de seis a ocho nudos de viento, tres personas a bordo, depósito al 25% (y luego lleno), fueron las condiciones del escenario de la prueba. Sin embargo, lo que importa es el régimen de crucero del barco, que con unos 24 a 25 nudos se mantiene muy cómodo.
Hay que tener en cuenta que por la eslora es un barco que acusa el reparto de pesos, las personas a bordo y la carga de combustible, aunque no significativamente, pero puede influir en las marcas de punta y de crucero.
Por último una objeción: el barco, bajo pruebas de hélice, con una 17 pulgadas resonaba un poco más que con la 19 pulgadas que llevaba anteriormente. Seguramente la caja que protege el fueraborda acentúa algo el efecto de reverberación.
En definitiva, un modelo del que seguramente no existirán dos iguales vista la gama de once colores a elegir, y la infinita combinación de elementos de equipamiento, desde las tres posibilidades de maniobra de proa con roldana o con molinete, hasta las distintas motorizaciones fueraborda, con potencias desde los 115 Hp hasta los 175 Hp.
Modelo interesante, exclusivo y asequible por su configuración y versatilidad de uso, bien hecho y dotado de un ADN en el que la elegancia, el diseño y la eficacia de la carena se combinan con inteligencia. Perfectamente adaptable a casi cualquier necesidad.
Características
- Eslora total: 7,00 m
- Eslora de flotación: 6,20 m
- Manga total: 2,50 m (transportable por carretera con remolque)
- Puntal: 1,10 m
- Calado: 0,40 m
- Altura total: 1,90 m
- Plazas: 6
- Motorización: un fueraborda de 115 Hp hasta 175 Hp
- Potencia recomendada: un fueraborda de 115 Hp-140 Hp
- Capacidad de combustible: 110 l
- Desplazamiento total: 990 kg
- Diseño: Marc De Antonio
- Constructor: De Antonio Yachts
Precio: 59.930 euros, con un Suzuki de 115 Hp, teca en la cubierta, conjunto de cojines y sin impuestos.