Es la primera eslora de la nueva marca Belize, un crucero excepcional, equipado de serie hasta en el menor detalle, con una navegación confortable y una calidad pocas veces presente en este tipo de esloras. LUIS BOSCH
La Belize 54 Daycruiser nos recuerda la imagen de los cruceros clásico cuya elegancia de formas perdura en el tiempo sin rendirse a la tiranía de las modas. Es un barco que destaca precisamente por la discreción de sus líneas y su robusta pero equilibrada imagen. Belize es la apuesta de un hombre que sabe de barcos, Rodney Longhurst, quien que adquirió la marca Belize en 2012, y además es propietario del astillero australiano Riviera. Sin embargo, las Belize se construyen íntegramente en Taiwán y su diseño se realiza en Riviera. Hasta el momento solamente se comercializa esta eslora en la versión Daybridge y Sedan, con hard top, sin fly.
La Belize 54 Daybridge se encuadra en un programa puro de crucero, dotados de todas las comodidades imaginables en el equipamiento de serie, totalmente lo contrario a lo que ocurre con los barcos similares en eslora y programa en Europa. Es un modelo sorprendente porque su decoración es distinta, agradable, elegante, huyendo de todo barroquismo, minimalismo y otros ismos imaginables. Es un crucero de los que encontramos cada cien pruebas, y que representan una alternativa para armadores que saben lo que desean y lo que no desean en un crucero de estas características.
A estas características se añade la motorización, con pods Zeus, más difundidos en EE.UU y Australia que en Europa, pero con prestaciones realmente buenas. Una opción distinta pero sin duda con las mejores garantías de rendimiento y prestaciones, además de contar con la más completa red de servicio internacional.
Cubierta y bañera
La Belize 54 lo tiene todo, o al menos todo lo imaginable en una eslora de algo más de 16 metros. La popa presenta una plataforma nada exagerada en dimensiones que se completa con un garaje para un ténder de 3,10 m, sobe el que se ha dispuesto un atractivo mueble de servicio, con fregadero y parrilla para preparar al aire libre las frugalidades de un aperitivo o preparar platos de mayor compromiso. La entrada por babor nos conduce a una bañera totalmente protegida por una toldina soportada por una robusta estructura de inox que prolonga el flybridge.
Un sofá en la popa con una gran mesa fija y dos muebles enfrente presiden este espacio. Llama la atención el bar junto al espacio de la cocina interior con dos taburetes que queda en comunicación total al levantar parte de la mampara de vidrio y acero que separa el salón. Bajo la escalera de acceso al fly otro mueble con escalones y armarios completa el espacio de la bañera. De hecho es un salón abierto ya que permanentemente queda cubierto por el toldo que cubre hasta la plataforma de baño.
Los pasos laterales son cómodos, anchos, pero para llegar a la proa nos gustaría contar con unos pasamanos altos a los largo de la estructura de la cabina, ya que se echan en falta.
La proa presenta una maniobra impecable, con un pozo de anchas enorme y herrajes de amare y fondeo sobredimensionados, como en la popa.
Otro elemento importante en este crucero es el fly, basado en un diseño conservador, sin pretensiones de ganar espacio hacia popa, de dimensiones más bien reducidas en comparación a los fly de los barcos de Mediterráneo. Un mueble de servicio con fregadero y nevera se complementa con la dinete de popa, en forma de L y una mesa de doble ala desplegable. Es un espacio que queda muy protegido y en perfecta integración con el puesto de gobierno central.
Espacios abiertos sin excesos, perfectamente equipados y decorados, con acabados sobresalientes y bien protegidos, donde solamente se puede tomar el sol en la cubierta de proa.
Puestos de gobierno
Espectacular es la consola de gobierno interior, basada en un doble panel separado en el centro, y con una visibilidad extraordinaria. El piloto dispone de un asiento monoplaza regulable mediante un sistema eléctrico, que ofrece todo el confort imaginable. La base del asiento es plegable y dispone de reposapiés doble con el fin de poder perfectamente de pie o sentados. Las dos pantallas Raymarine ofrecen toda la información necesaria y a lo largo de la consola se reparten los interruptores de los distintos equipos y sistema del barco. No falta nada, ni el aire acondicionado, que viene de serie, como la electrónica.
El volante es ajustable y el joystick de los pods Zeus se ha ubicado en el extremo de babor, demasiado alejado del alcance del piloto, que deberá bajarse del asiento. El argumento del astillero es que para maniobrar se dispone de mejor visibilidad, cuando en realidad desde la posición elevada del asiento es mejor.
Una segunda estación auxiliar de gobierno se sitúa en la bañera, también son el joystick, destinada a maniobras de atraque.
En el fly el puesto de gobierno es una réplica reducida del interior: un panel completísimo, basado en el mismo tipo de diseño y decoración, full equip y también con el joystick de maniobra de los Zeus. El asiento monoplaza es regulable y muy cómodo.
Máxima calificación para los puestos de gobierno de este barco que, además de contar con todo, son cómodos y ofrecen una ergonomía perfecta.
Interiores
La arquitectura interior se basa en dos premisas: la luz y el espacio. La Belize 54 está hecha para vivir a bordo, no es de mírame y no me toques, como ocurre con otros barcos de delicada moqueta blanca. La madera y el acero inoxidable predominan en todos los interiores, salón, cocina, aseos y cabinas.
La distribución a dos niveles es muy racional. Arriba el espacio dedicado al salón, a estribor, con un sofá grande en forma de L se complementa con la cocina, enfrente, junto a la entrada, para dar servicio tanto afuera como adentro. Este espacio haría las delicias del mejor chef, con fogones, lavaplatos, nevara, numerosos cajones… no falta nada. La tele tampoco falta y se esconde en un discreto mueble junto al sofá.
La parte delantera queda ocupada por el soberbio puesto de gobierno que se acompaña por un asiento doble encarado que acompaña al piloto, y que en este caso difiere de los planos ofrecidos por el astillero.
La zona privada compensa la decoración de la madera oscura con la luminosidad que dispone a través de las ventanas laterales y tambuchos. Tres cabinas dobles y dos baños completos se reparten con la del armador a media eslora. Una verdadera suite con su baño y ducha, tocados y espacio vestidor.
La cabina de proa, sin ser excesiva en dimensiones es muy agradable, con dos armarios roperos y acceso directo al segundo baño; y la tercera cabina, con dos literas, más reducida, ocupa la banda de babor. Entre los detalles se esconde un armario, junto a la entrada de la cabina de proa, con la lavadora secadora y estantes para la ropa de servicio.
Navegación y conclusiones
Navegamos este extraordinario modelo en Barcelona durante el Salón Náutico celebrado el pasado octubre. La Belize 54 se ofrece actualmente en dos versiones, ésta equipada con fly y una de carácter más deportivo, con hard top, denominada Sedan, algo más ligera en desplazamiento pero con prestaciones de velocidad prácticamente iguales, aunque un poco superiores.
Con transmisiones por pods Zeus y dos motores Cummins QSB8.3 de 600 Hp este barco encuentra una potencia correcta, aunque no excesiva. Prueba de ello es que en un futuro se ofrecerá con motorizaciones de 715 Hp y con pods Zeus para poder ganar en tres o cuatro nudos la velocidad punta.
Antes de comentar las excelencias de la navegación de este barco —porque en realidad navega excelentemente— debemos tener en cuenta un par de detalles que nos impidieron alcanzar las óptimas prestaciones. Por una parte tanto los flaps automáticos del sistema de Cummins, como el sistema manual no funcionaban, por lo que el barco no se podía trimar. Navegado con el capitán que transportó días antes la Belize 54 hasta Barcelona desde la Costa Azul francesa, nos aseguró que manejando los flaps se ganaban un par de nudos, por lo que alcanzaría los 31 nudos de punta (que por otra parte son los indicados por el astillero).
Y otro detalle, anteriormente el barco tuvo un pequeño percance con un cabo en una hélice que se puedo subsanar, por lo que tanto el responsable del astillero como nosotros apreciamos una leve vibración a determinado régimen. Con el gas a fondo no pasamos de los 28,5 nudos, con mar de fondo y brisa. El barco es sumamente silencioso, suave, dando la sensación de robustez de carena, marinero y muy maniobrable. Los Zeus ofrecen una gran capacidad de giro y maniobrabilidad, y joystick hace fácil cualquier maniobra de atraque dentro de la máxima eficacia. Además del joystick en el panel de gobierno, de serie dispone otra estación en la bañera para las operaciones de traque o cuanto la visibilidad es limitada.
Un buen régimen de crucero para la Belize 54 son los 24,5 a 25,5 nudos, lo que nos permite obtener una autonomía de 285 millas aproximadamente. La Belize 54 sale en planeo en 14 segundos, y en solamente 11 segundos más se pone a su velocidad máxima, lo que no está nada mal para un barco de 24 toneladas. Y otro detalle a destacar en la navegación, además del paso de la ola y la buena estabilidad, es el bajo nivel acústico en el salón.
En cuanto a los motores hay que reseñar que los Cummins se han ubicado hacia el centro (hacia proa) del barco para mejorar el asentamiento, con la transmisión adecuada hacia los pods Zeus, más retrasados, y para poder disponer de espacio en el garaje. Las instalaciones son impecables y el generador viene de serie.
Crucero de seis estrellas, fabricado en Taiwán, dentro de los más altos cánones de calidad internacional, con un equipamiento de serie completísimo, y excelente tanto en los materiales como en las numerosas estructuras de inoxidable repartidas por todo el barco. Barco con una distribución correcta, bien aprovechada, con gran capacidad de estiba, pero que no busca el límite en los espacios, de ahí la racionalidad en la distribución tanto en el salón como en la zona de las cabinas.
Un crucero de los que no se ven.
A destacar
+ Navegación muy confortable y silenciosa.
+ Construcción robusta e instalaciones impecables.
+ Equipamiento de serie completísimo.A mejorar
– La ubicación del joystick en el puesto de gobierno interior.
– Flybridge algo corto.
– Precio algo elevado.
Características
● Eslora total: 16,50 m
● Manga: 5,03 m
● Calado: 1,07 m
● Desplazamiento: 23.250 kg
● Gama de motorizaciones: Zeus con Cummins 600 Hp
● Capacidad de combustible: 2.400 l
● Capacidad de agua: 700 l
● Constructor: Belize Motoryachts
● Importador: Internacional Marina Subur S.L.
● Precio orientativo: 1.400.000 euros, con dos Cummins 600 Hp Zeus de 600 Hp, sin impuestos.
Motores
● Marca y modelo: Cummins QSC8.3 Zeus
● Potencia: 600 Hp (442 kW)
● Tipo: turbodiésel con pods
● Cilindros: 6 en línea
● Cubicaje: 8.300 cc
● Rpm máx.: 3.000
● Peso: 896 kg
Belize 54 Daybridge Motoryacht – 2×600 Hp Cummins
Rpm / nudos / consumo conjunto l/h
600 -4,1 – 5,2
800 -5,5 – 8,9
1.000 – 7,1 – 14,3
1.200 – 8,2 – 22
1.400 – 9,5 – 34,8
1.600 – 10,4 – 49
1.800 – 11,5 – 73
2.000 – 12,8 – 103
2.200 – 15,5 – 126,5
2.400 – 18 – 147
2.600 – 21,5 – 172
2.800 – 24,5 – 210
2.950 – 28,5 – 246
Tiempo de planeo: 14 segundos
Aceleración de 0 a máx.: 25 segundos
Autonomía: en torno a las 285 millas a régimen de crucero
CONDICIONES DE LA PRUEBA
Personas a bordo: 4
Combustible: 35%
Agua: 95%
Estado de la mar: rizada con algo de mar de fondo y brisa
GALERÍA
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