La vuelta al mundo a dos intenta lograr que el Senado apruebe esta semana las exenciones fiscales.
Autor: Kiku Cusí
La Barcelona World Race, la vuelta al mundo a dos con salida y llegada en esta ciudad, está estos días pendiente del Senado. La aprobación o rechazo de las exenciones fiscales –como ya tuvo en las tres ediciones anteriores, al igual que la Volvo Ocean Race, que zarpa de Alicante- tiene en vilo no solo a los responsables de la FNOB, sino también a diversos regatistas que preparan su participación en esta circunnavegación.
De lo que se trata es de permitir que los patrocinadores de la regata puedan desgravar su inversión, parcial o totalmente. Esta es, por ahora, la mejor forma de conseguir que las empresas colaboren en la organización de estos grandes acontecimientos deportivos en nuestro país.
El escollo del PP de Barcelona
Hasta aquí, todo entra en el terreno de una relativa normalidad. Lo que sucede entre bambalinas, sin embargo, parece ya harina de otro costal. En teoría, no hay ningún problema para que esta próxima semana el Senado introduzca la citada exención fiscal en los Presupuestos Generales del Estado del próximo año: hay dos enmiendas admitidas a trámite que la contemplan (una socialista y otra de CiU) y el portavoz del PP en la Cámara alta parece estar de acuerdo en su aprobación. Y sin embargo…
El propio director general de la FNOB, Xosé Carlos Fernández, ha reconocido que está intentando que “el PP de Barcelona apoye la aprobación de las exenciones fiscales a la próxima Barcelona World Race” en los Presupuestos Generales del Estado. “La Barcelona World Race merece ser apoyada al máximo nivel por los beneficios empresariales, sociales, deportivos, de la marca de la ciudad y de divulgación de la vela”, asegura convencido el directivo de la FNOB.
¿A quién beneficia una negativa?
Desde luego, el no disponer de exenciones fiscales no beneficia a la regata ni a su organización, eso es evidente, y también perjudica el retorno económico que la ciudad y su entorno pueden lograr de la celebración y el éxito de la vuelta al mundo. Cualquier retraso acorta significativamente el periodo para que los potenciales patrocinadores se involucren en el proyecto.
Un retraso perjudica también a los regatistas españoles que quieren preparar su participación en esa vuelta al mundo. Normalmente un proyecto de vuelta al mundo engloba varios años y la participación en otras regatas como preparación del gran objetivo. Y sin exenciones fiscales las empresas predispuestas a patrocinar a estos deportistas se niegan a dar el paso definitivo.
La FNOB, organizadora de la BWR, parece estar convencida de que el próximo Gobierno aprobaría sin problemas la exención fiscal si el PP de Barcelona no la apoya ahora en el Senado. Pero ese retraso podría afectar negativamente a algunos deportistas. El barcelonés Guillermo Altadill, por ejemplo, está pendiente de este trámite parlamentario para poder lanzar definitivamente su gran sueño de correr esta vuelta al mundo en compañía de su hijo Guillermo. Y cualquier retraso podría dar al traste con la solidez del proyecto, que se alargaría varios años.
El de los Altadill no es un caso único. La existencia de esos incentivos podría ser el empujón definitivo para que Anna Corbella –una de las tres únicas mujeres que han dado dos veces la vuelta al mundo sin escalas- pueda participar en la próxima Vendée Globe, pues permitiría a su patrocinador lanzar un proyecto a varios años con la perspectiva de dos circunnavegaciones de la catalana, una de las grandes figuras femeninas de la navegación oceánica mundial.
La pregunta que sigue flotando en el aire es a quién beneficia la negativa del PP barcelonés a dar su visto bueno al voto favorable de su partido a la aprobación de las exenciones fiscales en el Senado.
¿Cuál es su objetivo?
Otro tema es el recorrido que puedan tener en la práctica esas exenciones fiscales. Preguntado por Náutica & Yates Magazine, Xosé Carlos Fernández no ha negado la posibilidad de llegar a acuerdos de colaboración con terceras partes para una gestión conjunta de la BWR, minimizando los riesgos de los eventuales patrocinios. El directivo de la FNOB no ha negado que se pueda llegar a un acuerdo con OSM–actual gestora del Campeonato del Mundo IMOCA y de la comercialización de esta clase, en cuyos barcos se corre la Barcelona World Race- a cambio de la cesión de la cogestión de la regata. “Pero no es el escenario que tengo en la cabeza”, ha puntualizado. Y, en todo caso, “nunca cederemos ni los derechos ni la responsabilidad de la Barcelona World Race, que siempre será titularidad de la FNOB; al menos, bajo mi mandato”.