Eslora asequible, polivalencia de programa, habitabilidad a gusto del propietario, excelente factura de los interiores y un casco probado y eficaz definen a este Oceanis 35 que hereda todas las virtudes, en menor tamaño, del aclamado Oceanis 38.
Autor: German de Soler
La huella dejada por el Oceanis 38, aquella alternativa “3 en 1” en la eslora reina de los 38 pies que tanto gustó hasta el punto de ganar el premio al European Yacht of The Year 2014 y el NMEA Innovation Award, se traduce ahora en una nueva eslora de 35 pies. Es una medida —los 35 pies o 10 metros— que está adquiriendo cada día mayor predicamento entre los navegantes que quieren iniciarse en el crucero familiar, o que buscan un velero fácil de gobernar y de mantener, que les proporcione buenas sensaciones a vela, y cuyo precio sea competitivo en un mercado cada día más apretado.
De esta forma, la gama de crucero Oceanis del astillero francés, formada por un catálogo de nueve modelos que van desde los 31 hasta los 60 pies, va transformándose para adaptarse a una nueva forma de entender la vela de crucero que, sin perder lo esencial en prestaciones, permite disfrutar de unidades realmente orientadas a propósitos concretos. De hecho, entre el 34 pies ya existente en la gama Oceanis y este Oceanis 35 de 35 pies, va mucho más que unos centímetros de eslora: es todo un mundo lo que cambia, tanto en la maniobra como en la habitabilidad y la adaptación a programas de navegación diferentes.
Basta un vistazo a las versiones y características, para que el futuro usuario encuentre el modelo que más se adapta a sus propias necesidades y a las de su familia. Daysailer con interior totalmente monovolumen, tipo loft; Cruiser, con dos o tres cabinas separadas, gracias a la posibilidad de suprimir el mamparo de proa y con cocina completa longitudinal a estribor en el salón; y Weekender, sin duda la más versátil, que permite elegir entre múltiples opciones como dos o tres cabinas, cerradas o abiertas, baño separado, mesa adicional interior/exterior, posición de la cocina, asientos del timonel …
Las opciones no son solo en distribución y acomodación. También el calado puede elegirse corto o largo, e incluso en versión quilla abatible. Y no digamos del plano vélico: génova 103 %, foque autovirante, spi asimétrico o Código O. Todas estas variables entran en el precio de serie, pero también hay opcionales como el propio arco targa, en cuyo caso la escota iría a la bañera desapareciendo la mesa central, la plataforma de baño o la teca de cubierta. Pocos cruceros ofrecen tal cantidad de opciones.
Una cubierta para disfrutar
Dotado con doble rueda de gobierno que deja un buen paso hacia popa, los módulos de las bitácoras integradas dividen de hecho la bañera en dos zonas funcionales. La de más a popa se destina a gobierno, navegación y maniobra de escotas, cuyos winches están bien al alcance del timonel, mientras que la bañera propiamente dicha ofrecía en el modelo versión Cruiser en que navegamos una completísima y robusta mesa de dos alas cuyo soporte permite integrar la pantalla del GPS-Ploter, si bien se puede optar por una mesa móvil.
Las banquetas de asiento del timonel son elevables, de manera que dejan toda la popa abierta y el espejo es abatible dando lugar a una verdadera plataforma que ocupa prácticamente la manga del barco, con escalera de baño y agarraderos de inox, que hará las delicias de los invitados en los fondeos. Tres cofres a los pies del timonel dan acceso a los sectores del timón y permiten una cuantiosa estiba. Hay sacos de cabos para los winches del piano, la posición del timonel a la banda es cómoda, hay reposapiés, las respaldos de las banquetas de la bañera son ergonómicas, las brazolas altas, regala de madera, pasamanos de inox largos y hay buenos agarres también de inox en el arco targa… Y todo ello sólido, bien dimensionado y acabado. Por supuesto, puede equiparse con capota desde el arco targa o bimini des este hasta el estay de popa que es pata de gallo lo suficientemente alta como para no molestar al paso.
La única crítica que podríamos hacer es el paso a proa por las bandas, obstaculizado por los obenques bajos que obligan a contorsionarse para salvarlos.
Impecable también la proa, con su doble roldana de inox, que sirve como anclaje del asimétrico, buen cofre de anclas con molinete semienrasado, balcón abierto y enrollador sobre cubierta. En definitiva, una cubierta concebida para hacer el crucero más placentero, sin sofisticaciones en la maniobra y, sobre todo, cómodo. El partido que el astillero ha sabido sacarle a una cubierta de 10 metros de eslora es asombroso, pero menos del que como veremos a continuación le ha sacado al interior.
Escoja su interior
Sea cual sea la opción de distribución elegida, entre las tres básicas que ofrece el astillero —Daysailer, Weekender o Cruiser, que es la que nos ocupa— lo que el nuevo propietario se encontrará es un interior luminoso, con una altura interior superior a los dos metros en el salón y la cabina de proa, y al que Nauta Design le ha sabido sacar un gran partido no solo en términos de espacio y circulación, sino de acabados.
Es un interior equilibrado, al que es difícil encontrarle pegas y que satisface a los sentidos. No les engaña.
La cabina de proa —cerrada en la versión Cruiser pero que si se desea puede eliminarse el mamparo de proa y dejarla abierta al salón como en las versiones Weekender y Daysailer—dispone de dos ventanas laterales además de la escotilla cenital y está decorada con latas horizontales grises de polipiel, dispone de cajonera bajo la cama y dos armarios altos a cada banda.
La cocina se extiende a lo largo de la banda de estribor, enfrentada al salón,y dispone de un fregadero de inoxidable, guardamares altos para evitar derrames, dos armarios, nevera integrada de apertura frontal y una gran repisa frente a la ventana que permite cocinar con vistas al exterior. Todo un lujo.
Las dos cabinas de popa, que son abiertas en la versión Daysailer, son grandes teniendo en cuenta que nos encontramos a bordo de un 10 metros, tienen buena altura y ventilan a bañera y cubierta. No faltan los detalles, como los enchufes, pero solo dispone de armarios con cajones y estanterías, no de guardarropa con colgadores.
En el espacio central, el extremo del sofá de babor sirve de asiento de la mesa de cartas que mira hacia popa y aprovecha el espacio entre el salón y la cabina. Es pequeña pero suficiente y dispone de tres armarios sobre ella que nos permitirán guardar lo necesario para la navegación.
Buena solución también la banqueta suplementaria del salón —con estiba bajo ella— que permite complementar el asiento alrededor de la mesa central.
Tres opciones pues, dependiendo de los cerramientos que elijamos, que siempre estaremos a tiempo de modificar si cambian nuestras necesidades o nuestro programa de crucero. He aquí otra de las ventajas del concepto: la distribución no es permanente, y se pasa de una a otra versión con suma facilidad.
Rápido y confortable
Pudimos navegar en el Oceanis 35 en la bahía de Palma de Mallorca, con un viento variable de 10-12 nudos, condiciones excelentes para este velero. Ciñendo a rabiar con 10,8 nudos de real, alcanzábamos los 5,7 nudos, que incrementábamos a 6,5 a un descuartelar a 60º y un nudo y medio más de viento. Poco efectivo con velas normales al través y al largo, donde no superaba los 5,5 nudos, este diseño de Finot-Conq, con casco en formas hasta media eslora y marcada arista a partir de ahí pide rápidamente un asimétrico en cuanto tenemos el viento aparente a 65-70 grados (el máximo para la vela que llevábamos). Ahí el barco arranca con ganas y fijamos la velocidad en 6,7 nudos, y en 7,2 nudos al abrirnos 10 grados más.
Los dos timones son efectivos en la escora y permiten gobernar sin tener que corregir constantemente. El casco se muestra equilibrado y pasa la ola sin pantocazos de manera que, sentados a la banda y bien apoyados en los reposapiés, con el winche de escota de génova a mano, no hay que pedir demasiada ayuda a nuestros acompañantes —ni siquiera con el asimétrico— para llevar el barco sobre raíles. Equipado con un Yanmar 30 Saildrive, cuando escasee el viento podremos navegar solo a motor a un régimen de crucero de 6,6 nudos a 2.700 rpm, apretando si es necesario hasta las 3.400 vueltas y 7,6 números nudos.
Fácil de controlar, cómodo a la rueda y estable, no nos cabe duda que la última propuesta de Bénéteau en crucero de 10 metros tendrá sin duda la misma acogida que en su momento tuvo el Oceanis 38.
FOCO EN
Características
•Eslora total: 9,99 m (Daysailer)/10,45 m (weekender y Cruiser)
• Eslora de casco: 9,97 m
• Eslora de flotación: 9,70 m
• Manga: 3,70 m
• Desplazamiento: 5.207 kg/5.533 kg
• Calado: 1,85 m/ 1,45 m
• Lastre: 1.559 Kg/1.825 kg
• Calado quilla elevable: 1,15/2,30 m
• Lastre quilla elevable: 1.995 Kg
• Capacidad de combustible: 130 l
• Capacidad de agua: 130 l/200 l
• Motor: Yanmar 30 Hp Sail Drive
• Superficie vélica: Mayor: 27,50 m2
• Génova 103 %: 26,72 m2
• Spi asimétrico: 83,45 m2
• Código 0: 50,9 m2
• Foque autovirante: 25,5 m2
• Diseño: Finot-Conq
• Diseño interior: Nauta Design
• Astillero: Bénéteau
• Distribuidor: Red Bénéteau
• Precio: 85 210 euros sin IVA ni transporte (DaySailer con Yanmar 3YM30AE de 29 CV) 85 210 euros sin IVA ni transporte (DaySailer con Yanmar 3YM30AE de 29 CV)
Velocidades
Motor:
>> Velocidad máxima: 7,6 nudos 3.400 rpm
>> Velocidad de crucero: 6,6 nudos a 2.700 rpm
Vela:
>> Ceñida: 5,7 nudos
>> Descuartelar: 6,5 nudos
>> Través: 5,5 nudos
>> Largo: 5, 0 nudos
>> Gennaquer: 7,2 nudos
Cifras obtenidas con mayor y génova 103 %, 10-12 nudos de viento y mar rizada)
La opinión de [N& Y]
Diseño
+ Polivalencia de programa.
+ Excelente aprovechamiento del volumen.
– Paso a proa por pasillos dificultoso.
Cubierta
+ Bañera capaz y bien organizada.
+ Banquetas móviles y facilidad de acceso.
+ Capacidad de estiba en cofres.
Acomodación
+ Versatilidad de los espacios.
+ Altura lograda en cabina de proa.
+ Ebanisteria cuidada.
– Escasez de altura de armarios de cabina de popa.
VÍDEO