42 metros de eslora para llegar más lejos. El Sanlorenzo 460EXP es la última propuesta del astillero italiano Sanlorenzo para quienes no se conforman solo con contemplar el horizonte. German de Soler
Sabemos que la perfección no existe, y menos hablando de superyates, un terreno en el que cada día se superan límites antes inimaginables, pero el Sanlorenzo 460Exp —que ya es una realidad y que pudimos ver en el pasado Monaco Yacht Show— puso en evidencia que merece un lugar propio, y destacado, en esta categoría de superyates. Es un gran crucero hecho para llegar a los confines de la Tierra, diseñado para soportar las perores condiciones en navegación, concebido para navegar por todos los mares, diseñado para ofrecer las mejores condiciones de confort a bordo, creado para llegar a los confines de la Tierra, con una autonomía propia del más incansable Explorer.
En pocos años, los yates de exploración han pasado de ser una excepción, una opción que tentaba solo a unos cuantos armadores, a ser el reflejo de un cambio de tendencia en las aspiraciones de muchos futuros propietarios.
En efecto, de la preferencia por el yate puramente de recreo destinado a satisfacer a invitados ocasionales y a navegar en aguas conocidas y generalmente bien abastecidas desde el punto de vista de los servicios técnicos, no son pocos los armadores que lo que buscan hoy es un yate que les abra la posibilidad de llegar más lejos y utilizarlo en otros usos, con total autosuficiencia.
Pero para que un yate sea clasificado como de exploración debe cumplir determinados requisitos tanto desde el punto de vista de la arquitectura naval como de la ingeniería y los sistemas de a bordo. ¿Los cumple el Sanlorenzo 460Exp.
Sin duda. Construcción en acero y aluminio, casco de desplazamiento, autonomía de más de 4.000 millas, gran cubierta polivalente en popa con grúa capaz de cargar un auxiliar de gran capacidad para bajar a tierra, enorme sala de máquinas dividida con cabina de control de sistemas, zona técnica y de estiba transitable en la cala, cocina profesional, gran capacidad de frío, puente portugués… No menos importante es la eslora contenida y el calado: los 2,50 metros de calado del 460Exp a plena carga le permiten acceder a aguas prohibidas para otros barcos y su eslora lo hace más maniobrable para acceder a puertos pequeños y amarres imposibles.
Y finalmente un aspecto no menor. Un yate de exploración debe cumplir con los requisitos ambientales que le permitan navegar por zonas especialmente sensibles o protegidas. En este sentido, el 460Exp dispone de la clasificación del RINA Confort Class por su bajo nivel acústico y de vibraciones y Green Plus por las características técnicas que lo hacen respetuoso con el medio ambiente.
Y todo ello debe ser compatible con satisfacer las expectativas de confort exigibles a una superyate de 42 metros de eslora en el que también es una prioridad que el armador, su familia y los invitados, alojados en las cinco o seis cabinas de que dispone el barco, se sientan a gusto en los climas más extremos y en las zonas más remotas y desabastecidas.
Piscina en cubierta
La parte de popa de la cubierta principal es lo que más claramente define desde el exterior, junto al puente portugués, a un yate de exploración. En el Sanlorenzo 460Exp, esta cubierta dispone de una potente grúa de cuatro toneladas y espacio suficiente para juguetes de agua, submarinos personales, kayacs, scooters e incluso un coche o una embarcación de hasta nueve metros.
Sin embargo, el espacio es polivalente ya que, una vez fondeados, cuando queda libre de juguetes acuáticos y de la embarcación auxiliar, se convierte en una gran área de relax donde se puede tomar el sol, disfrutar del mar desde la plataforma extensible de popa o nadar a contracorriente en la gran piscina transparente que ocupa prácticamente toda la manga. El área de popa ofrece también un beach club con bar, sauna y espacio y equipamiento para las actividades subacuáticas.
El espacio como valor
Volumen y espacio son decisivos cuando de lo que se trata es de permanecer a bordo largas temporadas. Y eso es lo que brinda esta primera unidad, presentada durante el pasado salón de Monaco y bautizada como Moka, en sus 42,20 metros de eslora y tres cubiertas y media.
La cubierta inferior habilita cuatro cabinas dobles, una sala de wellness, gimnasio y sauna con baño turco. Este espacio, en el centro de la eslora y que separa las cabinas de huéspedes de la zona de tripulación, está iluminado por grandes ventanas verticales a cada banda que permiten disfrutar de soberbias vistas al exterior y a la naturaleza mientras uno se relaja o hace ejercicio.
En esta cubierta se encuentran también las tres cabinas separadas para la marinería y la sala de tripulación, mientras que la cabina del capitán se sitúa en la cubierta alta, cerca del puente de mando con el objetivo de que siempre pueda supervisar la navegación, aun no estando de guardia.
A proa de la gran plataforma de popa, toda la superficie de la cubierta principal se destina al salón, al comedor, a la cocina y, a proa, a la cabina del armador.
Esta última ocupa toda la manga, dispone de baño para él y para ella y de una espaciosa oficina situada en la entrada de la cabina, desde la que se garantiza que el armador estará permanentemente conectado con el mundo.
Un segundo salón cerrado, más informal, y un bar se sitúan a popa de la cubierta alta, donde se encuentran también, como se ha dicho, las estancias del capitán y el puesto de gobierno. Este salón puede abrirse totalmente hacia una segunda cubierta exterior a través de puertas cristaleras, donde un conjunto de sofás y mesa permite socializar en torno a un aperitivo o disfrutar de una cena ligera al aire libre.
La decoración interior de estos espacios, por deseo expreso del armador —recordemos que Sanlorenzo realiza cada uno de sus yates a medida desde 1958— refuerza el concepto de yate de expedición gracias a una profusa utilización de maderas nobles como el roble o la teca, conjuntada con un mobiliario intemporal, una paleta de colores claros y pieles de tonos suaves, todo ello con el objetivo de crear atmósferas acogedoras y relajantes.
En el flybridge, parcialmente cubierto por un techo rígido, se ha habilitado un jacuzzi, una completa barra de bar y una mesa para ocho, mientras que la parte abierta de popa permite instalar tumbonas móviles para tomar el sol o disfrutar de las calmadas noches estrelladas.
Potencia y autonomía. Dos cualidades imprescindibles en un yate de exploración, que el Moka, el primero de los Sanlorenzo 460 Explorer, de los que hay dos unidades más ya en construcción, cumple. Su casco de acero de desplazamiento con bulbo y sus 2.720 caballos en la versión de motorización máxima le permite navegar a régimen de crucero de 14 nudos con una autonomía de 3.000 millas, que aumentan a más de 4.000 a una velocidad más económica de 11 nudos. El astillero ofrece dos posibilidades de motorización, con CAT Acert C32 de 970 Hp o MTU V8 4000 M63 de 1.319 caballos cada uno.
En la sala de máquinas encontramos el grupo de baterías de alta tecnología que le permiten permanecer en fondeo durante un considerable periodo de tiempo sin poner en marcha los dos generadores de que dispone.
Potencia y capacidad pues para llegar lejos y permanecer largo tiempo a bordo, junto a la mayor clasificación que se otorga a un yate de exploración, son las razones que explican el interés que ha despertado la propuesta de Sanlorenzo.
Prueba de ello es que el Moka ha culminado su primera travesía Atlántica nada más ser entregado. Zarpó de Viareggio el pasado 11 de diciembre con destino a West Palm Beach a donde llegó el 10 de enero, tras escalas en Palma de Mallorca, Gibraltar, Tenerife y Saint Martin. 5.600 millas y 19 días de navegación a una media de 12,3 nudos.
El primer 460Exp ha demostrado que hoy, ir lejos, cómodo y seguro no es una quimera. Y es que los tiempos cambian y las expectativas de los armadores también.
CARACTERÍSTICAS
Eslora total: 42,20 m
Eslora de flotación: 38,20 m
Manga máxima: 9,20 m
Calado a plena carga: 2,50 m
Desplazamiento a plena carga: 430 t
Registro bruto: 460 GT
Motores: Caterpillar C32 Acert o MTU 8V 4000 M63
Potencia: 2 x 970 kW/1.319 Hp
a 1.800 rpm o 2 x 1.000
kW/1.360 Hp a 1.800 rpm
Transmisión: ejes
Generadores: 2 x 99 kW
Velocidad máxima: 16 nudos
Autonomía a 11 nudos: más de
4.000 millas
Cap. de combustible: 50.000 l
Tanques de servicio: 8.000 l
Capacidad de agua: 8.000 l
Capacidad de aguas negras: 3.000 l
Capacidad de aguas grises: 5.000 l
Diseño: Francesco Paszkowsky
Cabinas: 4-5
Material: casco de acero y superestructura de aluminio
Clasificación: MCA Compliant, Ice Class
Construcción: Cantieri Navali Sanlorenzo SpA Sanlorenzo Yachts – 2015.
www.sanlorenzospain.com
andy@sanlorenzobalear.com