Trucos: Albert Puerto
VIDA A BORDO
El buen uso del frigorífico
La nevera es indispensable a bordo, siendo mucho mejor si se trata de un frigorífico eléctrico. En este caso se deberá tener un buen control del consumo eléctrico si no quiere quedarse sin baterías. Los alternadores accionados por el motor son la fuente principal de carga de baterías. Dicho de otra manera, la electricidad en un barco se genera cuando el motor está funcionando. En un velero la situación se vuelve más crítica, pues al navegar a vela se deja de producir energía. Dependiendo del barco, quizás disponga de placas solares, aerogeneradores, hidrogeneradores o generadores a motor, pero la mayoría de los casos solo se cuenta con el motor principal para cargar baterías. Para poder disfrutar siempre de alimentos y bebidas frescas deben seguirse unos sencillos consejos. En primer lugar, sólo poner en funcionamiento el frigorífico cuando el motor esté arrancado. Tener un diseño de nevera de carga superior, para que el frío no escape. Aislar perfectamente el fondo, las paredes y la tapa de la nevera, abriéndola las mínimas veces posibles. Para un buen uso del frigorífico no programar el termostato a temperaturas extremadamente bajas. Y cargar con botellas de agua congeladas previamente en casa o en un restaurante del puerto, que mantendrán bajas temperaturas en el interior de la nevera.
HERRAMIENTAS
Avellanadores
Existen muchos tipos de cabezas de tornillos, cada una de las cuales está recomendado para unos fines concretos. Cuando se pretende enrasar la cabeza para no molestar el paso, la mejor elección es la utilización de tornillería de cabeza avellanada. Este tipo de cabeza tiene forma cónica, y para que la cabeza quede enrasada es necesario que la pieza atornillada o la superficie sobre la que trabaja el tornillo tengan también forma cónica. Los avellanadores son unos pequeños útiles que se acoplan a los taladros cuya misión es la de preparar las superficies para recibir tornillos avellanados. Y a esta acción se le denomina avellanar. Dependiendo del tamaño de los tornillos el avellanado será más o menos profundo, y es conveniente acertar con el avellanado correcto para que la cabeza quede completamente enrasada con la superficie. Los avellanadores se sirven normalmente en unas pequeñas cajas en las que se encuentran avellanadores de varios tamaños. Se montan en el portabrocas del taladro y se procede a abocardar la superficie hasta conseguir la profundidad adecuada. También existen avellanadores manuales.
SEGURIDAD
Probando el heliógrafo
El heliógrafo, o espejo de señales, es un instrumento básico de seguridad que debe estar siempre a bordo de cualquier embarcación, por pequeña que sea. Es pequeño y de alta efectividad en sus señales. Es difícil apuntar el rayo reflejado en el espejo a un punto concreto. La oscuridad de la zona objetivo ayuda a afinar la puntería, pues la observación del impacto luminoso permite hacer las necesarias correcciones para acertar con el objetivo. Los heliógrafos solucionan este problema de una manera sencilla. En primer lugar es necesario taladrar el centro del espejo para poder ver a través de él. Coja un día el heliógrafo de su equipo de seguridad. Verá que unido a él mediante una piola de unos 50 cm existe una cartulina también perforada. Esa cartulina es básica para afinar la puntería. Con una mano sujete el espejo frente al ojo. Extienda la cartulina con la otra mano y apunte el reflejo al orificio de la cartulina. En ese preciso momento el reflejo se dirigirá hacia el objeto que esté apuntando la alineación de los dos orificios, el del espejo y el de la cartulina.