El mercado ofrece un catálogo muy completo de equipos GPS, ya sean solamente para esta función como equipos multifunción, con cartografía, que se pueden conectar a otros equipos tales como sondas, radares, piloto automáticos, cámaras de vídeo, etc. Veamos cuáles son las características principales que determinan estos equipos en función de parámetros como sus funciones, tamaño, tecnología de pantalla, y precio, entre otros.
Sin duda, actualmente el GPS se ha convertido en un elemento indispensable a bordo. Es un equipo sumamente útil para seguís una ruta o localizar un punto determinado, pero también es importante en el ámbito de la seguridad de a bordo, sobre todo, cuando se conecta a un módulo AIS.
Su evolución en los últimos años ha convertido este equipo en un elemento básico, capaz de centralizar y combinar en su pantalla las funciones de otros dispositivos, del mismo modo que lo puede hacer un teléfono inteligente, por ejemplo.
No obstante, la oferta de GPS en el mercado es prácticamente interminable, y antes de que determinemos un presupuesto, conviene tener claras cuáles son las necesidades que tenemos para llevar a cabo una elección acertada.
¿GPS de mano o pantalla multifunción?
La elección entre un GPS de mano y un modelo de pantalla multifunción está directamente relacionada con su uso, pero también con la embarcación. Si se es aficionado a las actividades al aire libre y no solo a la navegación, el GPS de mano parece una solución obvia, ya que se puede usar en la práctica de senderismo, geocaching o en otras actividades similares. Además, el GPS de mano o portátil cabe en el bolsillo o se cuelga del cuello, aunque su autonomía depende de la duración de las baterías.
En el mercado ofrece diversidad de modelos, con pantalla a color, táctil, y que aceptan tarjetas de memoria SD para guardar rutas o cargar cartografía adicional.
La segunda opción es un modelo con pantalla multifunción, capaz de combinar distintas informaciones sobre la navegación, procedentes de la sonda, el radar, etc.
Por su parte, el GPS de mano tiene la ventaja de que se adapta perfectamente a una embarcación de poca eslora, de pesca o semirrígida, con una pequeña consola o sin ella, tanto para un montaje empotrado o con un soporte retirable. Sin embargo, entre los mayores inconvenientes de un GPS de mano está el tamaño de su pantalla, pues la mayoría de las veces no supera las 5 pulgadas, por lo que puede inducir a error fácilmente debido a sus reducidas dimensiones y, si cae al agua, tendremos pocas posibilidades de recuperarlo.
En una eslora mayor, un modelo multifunción, de montaje empotrado, es sin duda la mejor opción, ya que nos permite disfrutar totalmente de la cartografía. Es, desde luego, la opción más estética y también una forma fácil de integrar el dispositivo en la red de los demás equipos de barco.
Sin embargo, hay navegantes que prefieren un equipo desmontable, con soporte, fácil de retirar, para llevárselo o guardarlo en la cabina, protegido.
¿GPS solo o combinado?
De nuevo, la elección está relacionada con su uso, el presupuesto y el espacio disponible a bordo. Si no se es ni pescador ni buzo, una sonda no nos servirá de mucho, excepto para detectar las zonas de poca profundidad por donde navegamos.
Por otra parte, en una embarcación de poca eslora, un pequeño GPS puede ser una buena opción porque en una sola pantalla pequeña se pueden combinar informaciones distintas compartiéndola con otras funciones. Aun que está claro que, para un pescador o buzo, el localizador de peces será esencial.
Hace unos años, plantearse la adquisición de dos dispositivos separados o un combo (multifunción) era pertinente. Ahora, a menos que sea un profesional o alguien con necesidades muy específicas para comprar una sonda profesional, un equipo multifunción ofrece resultados óptimos.
Si disponemos de una embarcación de notable eslora, podemos permitirnos el lujo de una pantalla multifunción de buenas dimensiones, grande, lo suficientemente grande como para disfrutar perfectamente de la cartografía, las funciones de sonda, el radar, y de las demás funciones que se puedan combinar en el display, conectada mediante NMMA con los demás equipos del barco (piloto automático, GPS, sonda, radar, cámaras de vídeo, etc.).
Con respecto al presupuesto, hoy podemos encontrar equipos sencillos pero eficaces por unos cien euros; pero también tenemos auténticas maravillas, con alta tecnología y pantalla panorámica por encima de los diez mil euros. Sin embargo, en la mayoría de los casos, podemos encontrar un amplio abanico de modelos multifunción a un precio asequible.
¿Pantalla táctil o teclado?
En la actualidad el debate continúa, aunque el 80% de los equipos que hay en el mercado ya disponen de pantalla táctil. La tecnología actual es mejor que las de las primeras pantallas táctiles, y han desaparecido los problemas con el agua o la humedad.
Únicamente persisten dos inconvenientes con la pantalla táctil. El primero es el tamaño de la pantalla, ya que, en equipos pequeños, con una pantalla de menos de 5 pulgadas, a veces es difícil usar una pantalla táctil. El otro problema es el contexto de la navegación, porque bajo malas condiciones de mar o de navegación, resulta más difícil (o incómodo) trabajar con una pantalla táctil.
En estas dos circunstancias, los modelos que incluyen botones y pulsadores ofrecen más ventajas, y no son pocos los fabricantes que disponen de equipos mixtos, con botones y pantalla táctil. Por último, lo que debemos conocer en un equipo de pantalla táctil es la calidad de la tecnología que ésta tiene. Las mejores con las capacitivas, con más sensores y por lo tanto más sensibles, que permiten trabajar más fluidamente.
¿El tamaño importa?
El problema de tamaño está relacionado con dos factores: el tipo de uso y el tamaño de la embarcación. Si bien es cierto que hace algunos años las pantallas de 3,5 pulgadas eran comunes, ahora estamos hablando pantallas con un promedio de tamaño de 7 a 9 pulgadas, y los equipos de 12 y 16 pulgadas son cada vez más comunes. Sin embargo, si habitualmente practicamos una navegación costera y el GPS es solamente un elemento de información limitado a dar las coordenadas, bastará un modelo básico con una pantalla pequeña, que puede ser suficiente.
Por otro lado, si navegamos habitualmente y realizamos travesías de cierto compromiso, con decenas de rutas y waypoints en la memoria de nuestro equipo, nos inclinaremos por un equipo mayor, con una pantalla grande y de calidad, cartografía, más completo y con más posibilidades.
El otro criterio importante es, por supuesto, la eslora del barco y, especialmente, el espacio disponible en la consola del puesto de gobierno. En este caso, la mejor opción es un modelo empotrado, perfectamente legible por el piloto. Sin embargo, algunos optan por un modelo con soporte, que es otra forma de disfrutar el GPS. Por último, tengamos en cuenta que le tamaño no debe entorpecer la visibilidad al puesto de gobierno, y que su grado de inclinación en la consola debe ser fácilmente legible a plena luz del día o con las luces de la cabina.
¿Qué tipo de pantalla?
Además del tamaño, la definición que ofrece la pantalla es un factor importante porque cuanto mayor sea la definición, más nos beneficiaremos los detalles y la información proporcionada por la cartografía.
En cuanto al tipo de pantalla, lo mínimo es optar por un modelo antirreflectante legible a plena luz del día, con incidencia directa del sol. En un modelo portátil, consideraremos una pantalla TFT con una resolución mínima de 160 x 240 píxeles. Para un modelo fijo, actualmente lo mínimo es una pantalla con al menos 256 colores y una resolución de 480 x 272 píxeles. Por otro lado, hoy es posible disfrutar de una pantalla Ultra HD, que muestra millones de colores, lo que convierte la navegación en pantalla en una agradable experiencia.
La capacidad de memoria
Para admitir una buena cartografía, el GPS debe tener suficiente memoria (RAM), lo que permitirá que el equipo trabaje fluidamente, sin breves paradas. Desafortunadamente, esta información no siempre es fácil de encontrar en las especificaciones del equipo. Además, si deseamos guardar rutas y waypoints, la memoria de respaldo también es importante.
De nuevo, esta información no figura habitualmente en los equipos. Sin embargo, es importante que se puedan almacenar waypoints y rutas. Nos conformaremos con poder guardar 50 rutas y 500 waypoints, que será lo mínimo. Algunos dispositivos tienen uno o incluso dos ranuras de lectura de tarjetas de memoria (generalmente en formato SD) lo que nos permitirá incrementar significativamente la capacidad de grabación, una característica que debemos tener en cuenta.
¿Qué cartografía?
Un GPS sin cartografía es algo así como un velero sin mástil. La elección hoy en día está entre dos tipos de cartografía; la propia, desarrollada por los fabricantes de GPS, y la compatible con dispositivos de diferentes marcas.
Cartografía propia. En este caso, la marca desarrolla el hardware y la cartografía, de la misma manera que lo hace Apple. La ventaja de esta solución es, en primer lugar, la compatibilidad perfecta ya que con la cartografía se desarrolló al mismo tiempo que el GPS, optimizando el producto y su funcionamiento. Esto permite aprovechar al máximo las capacidades del dispositivo y también todos los recursos que ofrece la cartografía.
Finalmente, esta solución le permite beneficiarse de algunas ventajas exclusivas de la marca. Esta solución es la utilizada por Garmin y su cartografía G2 Vision —aunque Garmin ha adquirido hace poco Navionics, cartografía utilizada por muchas marcas de equipos—, y por Furuno con su Navnet TZ2. Una desventaja en esta opción es que el usuario está prisionero de la cartografía del fabricante.
Cartografía compatible. Además de Garmin y Furuno, los demás fabricantes han optado por una solución que consiste en que su GPS sea compatible con muchas marcas de cartografía. Esto es un poco como como Android con los móviles y tabletas.
Las ventajas de esta solución están relacionadas principalmente con la apertura proporcionada por una cartografía casi “universal”, incluso si, de hecho, realmente no le da la posibilidad de jugar con la cartografía. Además, ahora existen dispositivos que aceptan varios tipos de cartografía con el fin de adaptar el equipo a necesidades específicas de usuario, si fuera necesario.
La otra cara de la moneda en esta opción es que la cartografía no es nativa, es decir que a veces necesita los ajustes propios para adaptarse a cada dispositivo, lo que a veces puede llevar a errores, ralentizaciones o el no poder explotar completamente las posibilidades del equipo y la cartografía.
¿Qué conectividad?
La mayoría de los sistemas multifunción GPS incorporan conexiones para comunicarse con otros dispositivos, con una red de a bordo o con el móvil, tableta o el portátil.
Por un lado, tenemos las conexiones de cableado, como el NMEA (0183 o 2000), Ethernet y USB. Estas conexiones permiten realizar actualizaciones, cargar cartografía o rutas preparadas de antemano en el portátil, por ejemplo.
El NMEA le permite conectar el GPS a otros dispositivos, sensores o accesorios para crear una red. Específicamente, los multifunción GPS equipados con esta tecnología (que son casi todos) se pueden conectar a un módulo de sonda, un radar, al motor del barco o a una cámara. Esto son solo algunos ejemplos.
Y por el otro, tenemos las conexiones inalámbricas, como el wifi, Bluetooth u otras específicas como, por ejemplo, ANT + de Garmin. Este tipo de conexiones también permite realizar actualizaciones (usando wifi), o recibir datos actualizados como el parte meteorológico. Bluetooth ofrece la capacidad de conectar el móvil o la tableta al GPS para que pueda acceder a los datos en estos dispositivos. También nos permite reproducir su música en el equipo multifunción GPS y administrar y recibir sus llamadas y mensajes de texto en el GPS (no más tranquilidad). Las conexiones propias, como ANT +, permiten conectar el equipo multifunción GPS a determinados tipos de sensores compatibles.
El presupuesto
El abanico de precios es tan amplio como los catálogos de modelos. Podemos encontrar un GPS básico por alrededor de 120 euros, pero también podemos adquirir un modelo muy sofisticado con una pantalla de 24 pulgadas por 12.000 euros. Entre estos dos equipos tenemos un mar de posibilidades, y de ello dependerán nuestras necesidades y presupuesto.
Las alternativas: móvil y tableta
Como en muchos otros aspectos de nuestra vida cotidiana, los teléfonos inteligentes y las tabletas han encontrado su lugar en la náutica de recreo. Además de las aplicaciones que permiten que estos dispositivos se comuniquen con un equipo multifunción GPS, usando wifi o Bluetooth, hoy podemos encontrar alternativas muy válidas los equipos multifunción GPS. Tenemos uno de los mejores ejemplos con la app de Navionics, cartografía que ofrece muchas posibilidades tanto con iOS como con Android.
No obstante, hemos de considerar que hay aplicaciones que no funcionan fuera de conexión y, por lo tanto, es un aspecto a tener en cuenta si navegamos sin cobertura, alejados de la costa. Y del mismo modo, si bien las antenas de GPS de los móviles y de las tabletas han evolucionado, no están al mismo nivel que un GPS náutico. Son algo poco menos precisos. Finalmente, recordemos que los GPS para navegar están concebidos para resistir los rociones de agua, lo que no suele ser habitual en móviles y tabletas, por lo que deberemos protegerlos con una carcasa impermeable. Y otra consideración final: las tabletas y los móviles pueden necesitar una fuente de alimentación, ya que su GPS consume bastante.