Estados Unidos no se dejará vencer en precisión por el sistema europeo de localización vía satélite, Galileo, y lucha por obtener coordenadas con una precisión al milímetro con su red satelitaria. El pasado diciembre EE.UU. lanzó el primer satélite de la constelación GPS III, bautizado con el nombre de Vespucci. La tercera generación del sistema GPS es tres veces más rápida que la actual. Pensando en el uso civil básico (receptor de una sola frecuencia con señal libre, como el Galileo), el GPS III mejora la actual precisión horizontal de aproximadamente tres metros para dejarla en un error de un metro. En contraste con las señales de pago más precisas de Galileo, del orden de diez centímetros en precisión horizontal, la precisión optimizada del GPS III, de doble frecuencia o aumentada con WAAS, será de un centímetro, e incluso de un milímetro. Dejando al margen aplicaciones técnicas muy concretas, los navegantes de recreo no se cuentan entre los beneficiarios de estos altos niveles de precisión ya que la ofrecida actualmente por el GPS es incluso superior al de las cartas de papel o electrónicas.
Donde sí que la nueva red GPS III tendrá demanda es en el mercado mundial de los objetos conectados, con aplicaciones en los teléfonos inteligentes, en la seguridad personal, en el transporte sobre cualquier medio privado o público, o en ámbitos industriales como la minería, la agricultura geolocalizadas y la logística entre otras, además de la militar.
La resistencia a las interferencias externas será ocho veces más alta que la actual un aspecto importante para la seguridad en el transporte terrestre, marítimo o aéreo, los coches autónomos, los drones e incluso los aviones o barcos autónomos controlados por GPS a través del piloto automático que ya están en nuestro horizonte a corto plazo.
El primer satélite lanzado el pasado 23 de diciembre estará un año en pruebas en el actual sistema GPS, cuyos 31 satélites se irán reemplazando gradualmente. Otros nueve satélites ya están en fabricación, cinco de los cuales se lanzarán en los próximos meses y la firma Lockheed Martin acaba de recibir el pedido de los 22 satélites restantes por un total de 12.000 millones de dólares según algunas fuentes.
El futuro asusta: todo lo que se mueva será susceptible de ser monitorizado vía GPS.
El inicio operativo del GPS III está previsto para finales de 2019 pero no se podrá atender el elevado número de solicitudes de uso militar o civil hasta 2022 o 2023, como muy pronto.