Gaste menos… combustible
Todos sabemos que pasar por la gasolinera del puerto supone, cuanto menos, un importante gasto, y ahora más que nunca, cuando los combustibles fósiles están en máximos de tarifa.
El tema no es baladí, y por ello vamos dar una serie de consejos que, al menos, podrán paliar en parte el consumo de nuestro barco.
En los veleros, el combustible es un tema secundario, pero en la mayoría de las embarcaciones a motor representa un capítulo importante en el coste anual del barco. Veamos qué aspectos nos permitirán economizar para espaciar en lo posible las visitas a la gasolinera del puerto.
Gastar gasolina y gasoil de buena calidad
Resulta obvio que las buenas marcas, más caras, lo son por algo. Si bien es cierto que un combustible de hipermercado (para los fuerabordas pequeños) puede suponer un ahorro de algunos euros, para motores de mayor potencia convendrá optar, siempre que se pueda, por marcas de primera línea. Al final se deja notar en el consumo anual. No lo dude.
Mantener la obra viva limpia
Nadie pondría en duda que un casco limpio ofrece menos resistencia y, por lo tanto, un menor consumo de combustible. En las esloras de 9 a 15 metros el casco sucio puede reducir en unas mil vueltas el régimen del motor y hasta cinco nudos la velocidad del barco. No siempre se trata de aplicar antifouling nuevo, con una buena limpieza de agua a presión se pueden eliminar incrustaciones, algas y demás suciedad, dejándolo a punto para navegar en pleno rendimiento.
Aplicar el antifouling adecuado
No todos los antiincrustantes son iguales, y los barcos a motor exigen tipos especiales adecuados a su velocidad. Un antifouling bien aplicado permitirá reducir la fricción de la carena con el agua, dejándola como una superficie uniforme y lisa. Para los más ecologistas, en el mercado hay marcas a base de teflón (con duración de cinco años, pero algo caras), sin biocidas, respetuosos con el medio ambiente, que evitan la adherencia de microorganismos.
Mantener el reparto de pesos correcto a bordo
Parece que no, pero influye mucho. Y, claro está, en las esloras pequeñas mucho más. En una semirrígida de unos cinco metros con un 40 Hp y con solo dos personas a bordo, las prestaciones son muy distintas de ir los dos en el banco de popa o de que vaya uno a proa. Planea mucho mejor, exige menos aceleración para obtener la misma velocidad y se navega con mayor seguridad, sin levantar la proa.
Evitar carga inútil en el barco
Se trata de mantener el barco siempre con la menor carga posible, sin cosas inútiles. Desde el agua residual en la sentina —fácilmente se almacenan cincuenta litros en una semirrígida media—, hasta un sinfín de pertrechos, como herramientas que jamás se han utilizado. Todo suma en contra de la velocidad y a favor de un incremento del consumo. Lo que se pueda quedar en el pañol o en garaje, es mejor que se quede ahí.
Recurrir a las ayudas de pilotaje
Tanto las marcas de motores fueraborda, como de dentrofueraborda, con pods o interiores, disponen o pueden adoptar sistemas que facilitan el trimado automático del barco. Nombres como Mercury, Yamaha, Honda y Volvo Penta entre otras, disponen de sistemas automáticos que optimizan el asiento del barco para favorecer el planeo o el grado correcto en su salida, con el fin de economizar combustible.
El mercado también ofrece equipos de marcas independientes, adaptables a cualquier barco, que automatizan el trimado para ganar el confort y optimizar el rendimiento del motor.
Disponer de la hélice adecuada
La hélice es un elemento esencial para la buena navegación, el rendimiento del motor y, en consecuencia, para no excederse en el consumo. Para saber si llevamos la hélice adecuada existe una norma básica: con el gas a fondo, el motor debe mostrar sus rpm máximas dentro del abanico de revoluciones que indica el fabricante.
Hay algún modelo de hélice, como la Enertia de Mercury, desarrollada especialmente para reducir el consumo.
Conviene también revisar periódicamente el estado de las palas, y si es necesario, sustituirla, de lo contrario degenerará en vibraciones y mayor gasto de combustible, eso si no estropea el motor.
¿Usar productos milagrosos?
La oferta de productos aditivos es larga. Tenemos también sistemas magnéticos, filtros especiales y todo tipo de inventos que aseguran un ahorro de combustible de hasta el 20%. Hay que ir con cuidado y consultar con el agente de la marca del motor, para no comprometer la garantía del mismo. Es cierto, por el contrario, que algunos aditivos pueden estabilizar el combustible durante el invernaje, y contribuyen en cierto modo a reducir el consumo ya que evitan limpiar un depósito sucio debido a combustibles poco adecuados.
Conocer los rendimientos del motor
No está de más efectuar una salida con óptimas condiciones de mar para comprobar, del modo más fiable, el rendimiento del motor. A partir de ahí conviene realizar una tabla de velocidades y consumo cada 500 rpm, o cada 200 rpm, con el fin de conocer los litros gastados por milla navegada, o por hora.
En el caso de no disponer de económetro en el barco, se puede estimar el consumo en torno a un 20 o un 25% superior al de las mediciones del motor en el banco de pruebas, que ofrece el fabricante. Es decir que, si en un 60 Hp a 4.000 rpm indica 8,8 litros/h, estimaremos unos 9,8 litros/h.
Emplear adecuadamente el trim… y los flaps
El trim y los flaps sirven para establecer el asiento correcto del barco, ayudar a salir en planeo y mantenerlo en la posición correcta dependiendo de las condiciones de mar. Se trata, en definitiva, de mantener la mínima superficie del casco en contacto con el agua.
Pulsando el trim y manteniendo las mismas revoluciones veremos cómo se optimiza la velocidad al incrementarse ésta. La diferencia de llevar el barco bien o mal trimado puede variar notablemente el consumo, en hasta un 20 o un 30%.
Contar con una motorización adecuada
Se tiene la idea de que un motor más potente siempre consumirá más. Depende. Para mantener una velocidad de crucero de 25 nudos, por ejemplo, un motor de 115 Hp girará a 5.200 rpm, mientras que uno de 150 Hp irá tranquilamente a 4.000 rpm.
En determinadas actividades náuticas, como el esquí, los acelerones y salidas del esquiador del agua, no evitan consumos altos. Sin embargo, en la navegación lenta, como la pesca al curri, un V6 no será necesariamente mejor que un 4 cilindros, aunque los primeros sean más avanzados.
Recordemos, sin embargo, que la curva de consumo de un motor se dispara en sus últimas 500 a 800 rpm.
Optar por la remotorización
Igual que en el mundo el automóvil, en los últimos tiempos los motores marinos han evolucionado notablemente, sobre todo gracias a la electrónica, reduciendo mucho el consumo y las emisiones. La inyección directa en gasolina, los common rail en turbodiésel y la popularización de los cuatro tiempos a partir de los 90, no ha dejado de progresar.
En la actualidad, los principales fabricantes de motores turbodiésel periódicamente proponen campañas de remotorización muy interesantes, algo que no está de más considerarlas si se quiere, por ejemplo, dejar de fumar por los escapes y gastar mucho menos.