Durante el pasado Salón Náutico de Barcelona tuvimos la ocasión de probar estas dos embarcaciones de la mano de Don Marino, el importador de Monterey para nuestro país. Al final de la jornada nos costó saber qué embarcación de las dos nos gustaba más: la superdeportiva 328 SS o la cabinada 275 SCR. La decisión es difícil ya que, como veremos a continuación, cada una tiene sus argumentos.
La elección es difícil ¿Superdeportiva o cabinada? ¿Prestaciones de vértigo o polivalencia? Muchas veces en la vida no se puede tener todo: hay que escoger. De esta manera, Don Marino nos propuso una difícil disyuntiva al poner en el agua dos embarcaciones con programas de navegación tan distintos entre sí. Por un lado, la Monterey 328 Super Sport, una lancha deportiva de proa abierta que con sus 9,80 metros de eslora y equipada con dos potentes motores dentrofueraborda de 320 Hp, que es capaz de superar sin problemas los 40 nudos de velocidad punta. Y por el otro, la Monterey 275 Sport Cruiser; una daycruiser de 8,40 metros de eslora que cuenta con una cabina donde pueden pernoctar hasta cuatro personas.
Una embarcación sin duda muy polivalente que, lejos de las prestaciones que es capaz de ofrecer la 328 SS, propone un programa de navegación más completo en detrimento de las posibilidades de la vida exterior.
Cubiertas y bañeras
Y es que si en algo supera la 328 SS, además de en eslora y prestaciones, a la 275 SCR es sin duda en lo referente a la distribución exterior. La configuración de proa abierta de esta bella embarcación de casi diez metros de eslora hace que sea excelente para los amantes de la vida exterior. La zona de proa dispone de los clásicos asientos bowrider convertibles en solárium; mientras que la bañera permite albergar, sin problemas, celebraciones con más de seis personas a bordo. Esto es gracias a una amplia dinete en forma de L con mesa extraíble que se complementa con un práctico wet bar que consta de nevera y fregadero. Asimismo, la zona de babor de la bañera se ha completado con un confortable asiento tipo chaise-longue para estirarse al sol mientras charlamos con el patrón.
La zona de popa dispone de una generosa plataforma de baño que, junto con el solárium acolchado de tipo modular, forman el conjunto perfecto destinado a la diversión en el agua.
En el caso de la 275 Sport Cruiser la distribución en bañera es similar, aunque su menor eslora penaliza las dimensiones de la plataforma de baño y, especialmente, el solárium de popa. Para paliar estas carencias, el astillero ha diseñado un sistema de solárium-dinete modular que abatiendo el respaldo hacia un lado u otro permite la ampliación de ambas zonas. Pese a que es una excelente solución, habrá que tener en cuenta que no se podrá usar la dinete y el solárium de popa —al menos en su máxima extensión— al mismo tiempo. Por lo demás, la bañera cuenta con una dinete en forma de L con mesa circular extraíble y un wet bar integrado que está equipado con fregadero y frigorífico. Al igual que la 328 SS, el costado de babor alberga un asiento acolchado tipo chaise-longue que también hace la función de asiento de copiloto.
Unas escaleras situadas en el centro de la consola ofrecen acceso, a través del parabrisas, a la cubierta de proa. En este sentido, la 275 SCR no es diferente de otras daycruisers de la misma eslora, por lo que incorpora un solárium acolchado, una escotilla de forma circular y la maniobra de fondeo ubicada en el cofre de proa con el ancla a la vista. Nos ha gustado que tanto el solárium como la zona de proa en general estén bien protegidos por sendos pasamanos de inox reforzando, de esta manera, la seguridad general del conjunto.
Puestos de gobierno
El puesto de gobierno de la 328 SS es realmente soberbio, haciendo realidad el apellido de este modelo: Super Sport. La consola, realizada en colores grafito y plata destila elegancia y deportividad por los cuatro costados; está presidida por un volante de cuero e inox y una pantalla multifunción Raymarine situada en el centro. En la zona superior de la consola se ha ubicado toda la relojería de los motores, mientras que a la derecha, en una moldura especifica, se encuentra el doble mando de los motores. El conjunto lo completa un amplio y confortable asiento que permite el gobierno de la embarcación tanto en posición erguida como sentado. Asimismo, la incorporación de un reposapiés abatible y un efectivo parabrisas envolvente aseguran un gobierno de la embarcación realmente placentero.
En el caso de la 275 SCR, las menores dimensiones de la embarcación respecto a la 328 SS también han afectado al puesto de gobierno. El diseño y el nivel de acabados, en cambio, son muy similares. Mantiene el diseño en grafito y plata y también el elegante volante de inox y cuero, pero la pantalla multifunción Raymarine situada en el centro de la consola es de menores dimensiones.
Lo mismo sucede con el panel destinado a la relojería, sólo que en este caso es comprensible ya que la 275 SCR monta un solo motor. Donde más se nota la diferencia entre los dos puestos de gobierno es, en cambio, en la ubicación del mando de gobierno: en este caso se ha recurrido al típico mando situado en el lateral, sin más adornos, plataformas ni florituras. El asiento mantiene un diseño muy similar al de la 328 SS, con amplitud suficiente, reposapiés integrado y sistema abatible para permitir el gobierno de la embarcación tanto en posición erguida como sentado. En ambos casos la ergonomía del conjunto y la protección del parabrisas se muestran más que solventes, sólo que en este caso se tiene que renunciar en parte al glamur que derrocha el puesto de gobierno de la 328 SS.
Interiores
Pero donde las diferencias entre ambas embarcaciones son más evidentes es, sin duda, en la distribución interior. Mientras que la 275 SCR cuenta con una cabina tipo daycruiser con todas las de la ley, la 328 SS dispone de dos pequeños habitáculos situados a babor y estribor respectivamente para ubicar el gabinete de aseo y una cabina individual. Eso sí, con un excelente equipamiento pese al poco espacio disponible. De hecho, la cabina de babor destinada a la pernocta y que en la mayoría de casos se destinaría a la estiba, cuenta con televisión, equipo de audio e, incluso, con horno microondas. A estribor el gabinete de aseo cuenta con los elementos habituales en estos casos: inodoro, armarios de estiba y un lavamanos con grifo extensible para realizar las funciones de ducha.
En el caso de la 275 SCR dispones de una cabina clásica con una capacidad de pernocta para hasta cuatro personas. No podemos afirmar que la cabina de popa, de tipo conejera, sea especialmente amplia, pero sí dispone de espacio para una cama doble. En cualquier caso, este espacio extra —generalmente de poca altura— siempre se agradece, aunque sea como zona de estiba. Por lo demás, el resto de la cabina de la 275 SCR responde al esquema clásico de una daycruiser convencional: una gran dinete en V a popa convertible en cama doble; gabinete de aseo a estribor con inodoro, lavamanos y ducha integrada; y un equipado módulo de cocina a babor que dispone de fregadero, placa vitrocerámica, nevera y horno microondas.
Está claro que en este caso la 275 SCR se impone claramente a la 328 SS, permitiendo un programa de navegación mucho más polivalente, ya que —como hemos visto— la capacidad de pernocta es de cuatro personas a una. Este dato es fundamental, especialmente si queremos realizar un programa de navegación que incluya salidas de fin de semana en pareja con niños. Si por el contrario, lo que deseamos son singladuras de una sólo jornada pero con un gran aprovechamiento de la bañera para disfrutar plenamente de la vida exterior, la elección clara sería la 328 SS.
Navegación y conclusiones
Si en el apartado anterior hemos visto como la 275 SCR se mostraba más polivalente que la 328 SS, en lo referente a navegación no viven —por decirlo de alguna manera— ni siquiera en el mismo código postal. Ya que mientras la 328 hace honor a su apellido de Super Sport montando dos motores dentrofueraborda MerCruiser 350 Magnum de 300 Hp por unidad; la 275 SCR equipo un solo motor MerCruiser 377 Magnum de 320 Hp.
Con casi el doble de potencia, las prestaciones de la 328 SS se hacen notar rápidamente en el test de aceleración. De esta manera, la 328 consigue llegar al planeo en sólo 5 segundos y alcanza la velocidad máxima en apenas 19 segundos; mientras que la 275 SCR alcanza el planeo en 7 segundos y la velocidad máxima en 22 segundos.
La diferencia de prestaciones entre ambas embarcaciones también se plasma en la velocidad máxima alcanzada en el test de navegación. Mientras que la 328 SS sobrepasó los 42 nudos de velocidad punta a 5.000 rpm; la 275 SCR alcanzó unos más que dignos —teniendo en cuenta la diferencia de potencia— 34 nudos a 5.200 rpm. En cuanto a la velocidad de crucero, la 275 SCR mantiene un buen compromiso entre velocidad y consumo a unos 25 nudos a 4.000 rpm; mientras que la 328 SS es capaz de mantener una velocidad de crucero de 30 nudos a 4.000 rpm. En ambos casos los test de navegación se realizaron con mar llana, tres personas a bordo y la carga de combustible a un 25% en el caso de la 328 SS y de un 50% en la 275 SCR.
La diferencia de navegación entre las dos embarcaciones no sólo está patente en cuanto a las prestaciones, sino también en lo referente a las sensaciones de navegación. La carena en forma de V con tres redanes a cada banda y estabilizador de la 328 SS mostró durante el test de navegación una respuesta impecable, especialmente en los giros a altas velocidades. Una carena capaz de gestionar los 600 Hp de potencia de los motores con una solvencia excelente. La carena de la 275 SCR, por otro lado, dispone de un mayor francobordo y una eslora menor, por lo que en el test de navegación mostró una mayor sensibilidad a los giros. Una característica a la que nos tienen acostumbrados los daycruisers americanos de esloras similares, ya que en muchos casos se trata de conseguir un compromiso entre navegación y habitabilidad en cabina, todo un reto para los diseñadores. En cualquier caso, la 275 cumple sobradamente su cometido y es capaz de navegar con solvencia por encima de los 30 nudos con total estabilidad.
En definitiva: una decisión difícil. Si lo que deseamos es realizar singladuras de fin de semana en compañía de la familia o incluso con una pareja de amigos y pasar el tiempo entre cala y cala pernoctando a bordo un par de noches la decisión está clara: la 328 Sport Cruiser. Esta embarcación tiene la ventaja además de que está homologada para que no pague el impuesto de matriculación del 12%, ya que su eslora fiscal no supera los ocho metros de eslora. Además, dependiendo del equipamiento, puede llegar a costar hasta 60.000 euros menos. Un punto muy a tener en cuenta en los días que corren.
La 328 Super Sport, en cambio, responde a una filosofía diferente. Lo que se busca en esta embarcación son buenas prestaciones, una gran habitabilidad exterior y un programa de navegación de una sola jornada que incluye mucho baño y la práctica de deportes náuticos. En lo referente a la pernocta, la pequeña cabina que acoge una cama individual estaría más bien pensada para la práctica de algo tan español como es una siesta que para pasar la noche.
Esperamos que con todos estos datos seas capaz de tomar una decisión… Nosotros seguimos dudando ¿Superdeportiva o cabinada?
A destacar
- La eslora fiscal de la 275 SCR no paga impuesto de matriculación.
- Excelentes prestaciones de navegación en 328 SS.
- Buenos acabados y equipamiento en ambas embarcaciones.
A mejorar
- La cabina conejera de la 275 SCR no desborda habitabilidad.
- La cabina de la 328 Super Sport sólo permite la pernocta de una persona.
- Las altas prestaciones y algo más de eslora en la 328 SS tienen un precio: 60.000 euros.