La 50ª edición de la gran clásica mejora sus récords de participación y de velocidad tanto en multicascos como en monocascos
Autor: Kiku Cusí
Participación récord en la quincuagésima edición de la Rolex Fastnet Race, la gran clásica de la vela oceánica del Atlántico, con 440 barcos en la línea de salida, menos de los casi 500 inscritos. Celebrada bajo condiciones muy duras (viento sostenido de 30-35 nudos de proa, con rachas de 40 nudos contra corriente y 86 barcos retirados la primera noche de regata), también se establecieron nuevos tiempos de referencia en todas las clases para el recorrido de 695 millas entre la isla de Wight y el puerto francés de Cherbourg, dejando la Fastnet por babor.
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El más rápido fue el maxitrimarán SVR Lazartigue de François Gabart, que tan solo necesitó un día, 8 horas, 38 minutos y 27 segundos para llegar a la línea de meta, 36 minutos menos que el récord precedente, en poder del Edmond de Rothschild. Esta es la primera victoria de Gabart en su nuevo barco, tras reincorporarse a la clase Ultim. Cabe señalar que el Edmond de Rothschild, gran dominador de estos maxitrimaranes Ultim en los últimos años, no participó, pues estaba en el astillero acabando diversas reformas.
Por su parte, Charlie Dalin y Pascal Bidégorry, a bordo del imoca recién estrenado Macif, emplearon dos días, 7 horas, 16 minutos y 26 segundos para completar la regata, nuevo récord de monocascos, y evidentemente vencedor en su clase. Esta marca mejora en una hora y 15 minutos el tiempo empleado hace dos años por el Skorpios, el Club Swan 125 patroneado por Fernando Echavarri.
Se da la circunstancia de que esta era la primera regata que corría el nuevo Macif, diseño de Guillaume Verdier, pensado para ganar la Vendée Globe de 2024 y botado tan solo 30 días antes de la salida. “Estoy impresionado por el trabajo de construcción de este barco. Pese a la dureza de las condiciones, ni siquiera hemos tenido que echar mano de la caja de herramientas”, aseguró Dalin tras su victoria, eufórico por el rendimiento de su nueva máquina.
El segundo imoca, a tan solo cuatro minutos del vencedor, fue otro barco botado este invierno, el Paprec Arkéa de Yann Richomme y Ian Eliès, diseñado por Antoine Koch y Finot-Conq.
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Triunfo para un diseño de Botín
La victoria absoluta de esta Fastnet, sin embargo, no fue para ninguna de estas grandes estrellas francesas, sino para el Caro del suizo Max Klink, un 52 pies diseñado por Marcelino Botín. La Fastnet Challenge Cup se adjudica al vencedor en tiempo compensado. En esta ocasión, el Caro fue el mejor de los 358 barcos de la flota IRC, que competían en cinco categorías distintas.
Tras el triunfo, Klink dejó constancia de la dureza de esta edición: “En las primeras 12 horas, estuvimos en modo supervivencia, intentando no romper nada. No pensaba en ganar, sino tan solo en superar las condiciones. Tienes que recordar que hay momentos en que debes reducir la velocidad, mantener el barco a no más de seis nudos e intentar únicamente seguir entero en este estado tan malo del mar.”
Sobre la dureza de las condiciones meteorológicas también habló el francés Loïck Peyron, tercero en multicascos a bordo de un 70 pies, muy lejos de los 32 metros de los Ultim: “Afortunadamente en la salida había menos gente de la prevista: algunos barcos pequeños se quedaron en puerto, lo que significa que hay buenos navegantes, que saben cuándo hay que parar; quien manda es el mar, nadie más.”
Los Class 40 no competían en esta clasificación IRC. A bordo del vencedor, el Everial de Erwan Le Draoulec, navegó el catalán Pep Costa, que este año ha aparcado temporalmente su Figaro 3.