El verano nos trae días de máxima radiación, calor, sol y alguna que otra tormenta. La estación oficialmente empieza la mayoría de los años el 21 de junio en el hemisferio norte con la llegada del solsticio de verano. En otras ocasiones comienza el 20 de junio, por ejemplo este año bisiesto 2024 a las 22:50 h.
Autor: Enric Agud
Durante el solsticio de verano, el polo norte se encuentra más inclinado hacia el Sol que en otro momento del año en medio de las noches blancas. El hemisferio norte vive su día más largo y su noche más corta. En Barcelona, el día 20 de junio de 2024, la salida del sol será a las 06:18 h y la puesta a las 21:28 h. El tiempo de sol será de 15 horas y 11 minutos.
En verano la Tierra no está más cerca del Sol
Esta es una creencia popular equivocada. Es muy común pensar que, en verano, estamos más cerca del sol porque hace más calor… tiene su lógica. Es lo opuesto. En verano, la Tierra está en el punto más lejano al sol.
Realmente, la inclinación de la Tierra influye más en las estaciones que la distancia Tierra – Sol. En verano, el hemisferio norte está más encarado al Sol, y por esta razón hace más calor. Cuando el Sol alcanza una máxima inclinación con respecto al ecuador, es cuándo estamos más encarados a la radiación.
Este año, la distancia más larga entre la Tierra y el Sol será el 5 de julio con una distancia de 152.100.478 km, el llamado afelio. La distancia más corta fue el 3 de enero con una distancia de 147.099.711 km, el llamado perihelio.
En cuanto a los meses, la radiación solar es máxima en julio y luego junio, seguidos de agosto y mayo. Canarias, Ceuta, Melilla, Andalucía y Murcia son las que reciben más radiación por su ubicación. Los valores mínimos se dan en la costa norte de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco y la Rioja.
La radiación solar es muy diversa
La energía solar alberga diferentes tipos de radiación en función de su longitud de onda, y el espectro comprende desde los rayos de radio a los rayos cósmicos, pasando por radiación en microondas, infrarrojos, luz visible, ultravioleta, Rayos X y Rayos Gamma. Nuestros ojos solo están preparados para ver la radiación visible en forma de colores.
En verano el sol es muy fuerte. Una larga exposición al sol no es nada recomendable y en este caso, siempre hemos de estar protegidos con ropa, crema solar, gafas de sol, gorra para protegernos de la radiación ultravioleta, UV.
¿Qué tipos de radiación ultravioleta existen?
Existen tres tipos de radiación ultravioleta (UVA) en función de su longitud de onda.
- UVC: es la más dañina debido a su gran energía. Afortunadamente, el oxígeno y el ozono de la estratosfera (ozonosfera) absorben todos los rayos UVC, por lo cual nunca llegan a la superficie de la Tierra. Su longitud de onda está entre 100 y 290 nanómetros.
- UVB: es biológicamente muy activa pero la capa de ozono absorbe la mayor parte de los rayos UVB provenientes del Sol. Como efectos a corto plazo es la responsable de quemaduras y del bronceado diferido. Su longitud de onda se encuentra entre 290 y 320 nm.
- UVA: la radiación UVA es la menos nociva y la que llega en mayor cantidad a la Tierra (un 95%), pero una sobreexposición también resulta perjudicial. Casi todos los rayos UVA pasan a través de la capa de ozono. Es la responsable del bronceado inmediato de la piel. Su longitud de onda va entre 320 y 400 nm.
Capa protectora de ozono
La capa de ozono es una zona de la estratosfera en la que se encuentra aproximadamente el 90% del ozono atmosférico. Está a entre unos 15 y 35 km de altitud.
El ozono se produce a esta altitud cuando las moléculas de oxígeno O2 absorben la luz ultravioleta (UV) del Sol y se dividen en dos átomos individuales. Luego, uno de ellos puede reaccionar con una molécula de O2 para crear O3, el ozono. Esta molécula de ozono puede luego absorber más luz ultravioleta y volver a dividirse en O2 más un solo átomo, lo que permite que el ciclo se repita.
Este proceso repetitivo absorbe la mayor parte de la luz ultravioleta procedente del Sol, lo que significa que sólo los rayos UV-A, relativamente menos dañinos, y algo de UV-B llegan a la superficie. Si no fuera por la capa de ozono, la superficie de la Tierra no sería habitable para la vida tal como la conocemos.
Si comprimiéramos el ozono atmosférico sobre la superficie, su espesor medio sería de 3 milímetros o 300 unidades Dobson (unidad de concentración de ozono).
El “agujero” de ozono antártico es un área donde la concentración de ozono cae a un promedio de aproximadamente 100 unidades Dobson. Cien unidades Dobson de ozono formarían una capa de sólo 1 milímetro de espesor si se comprimieran en una sola capa, aproximadamente de la altura de una moneda de diez centavos.
Factores que influyen en la radiación ultravioleta
La radiación ultravioleta llega con mayor o menor medida a la superficie terrestre en función de varios parámetros. Uno de estos factores es la altura del sol: cuanto mayor es el ángulo solar más alto será la UVI (verano). También juega un papel importante la latitud (máxima radiación en el ecuador), la concentración de ozono estratosférico (absorbe parte de la radiación UV), la nubosidad (atenúa la radiación), la altitud, la dispersión de los aerosoles y los gases, así como la reflexión de la Tierra es decir, el albedo (relación porcentual entre la cantidad de radiación solar incidente y la cantidad de radiación solar reflejada), que se aplica a cualquier superficie u objeto.
El albedo medio terrestre es de 0.3, sin embargo el de una superficie cubierta de nieve es de 0.8 a 0.9. Las superficies que están cubiertas por arena presentan un albedo de 0.25 a 0.3, y tanto los bosques como los océanos de 0.05 a 0.2.
Índice UVI
El índice ultravioleta (UVI o Ultra Violet Index) es una medida de la intensidad de la radiación ultravioleta que alcanza la superficie de la Tierra. Esta herramienta es utilizada en los Servicios Meteorológicos Mundiales, en medios de Comunicación… El primer país que la utilizó fue Canadá, en 1992.
El solsticio de verano no es el día más caluroso del año
El primer día de verano, solsticio de verano, no es el más caluroso del año, a pesar de ser el más largo de luz solar. La razón es porque la atmósfera y el océano necesitan varias semanas para liberar la energía que reciben. Por ello, los días más calurosos normalmente llegan en julio o agosto. Podríamos decir que sucede lo mismo que cuando encendemos un horno, le lleva tiempo calentarse y, después de apagarlo, tarda un tiempo en enfriarse. A la Tierra le ocurre lo mismo.
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