Más de cuatro años y treinta unidades instaladas avalan este sistema de elevación de embarcaciones en su amarre. Click & Go, con patente mundial, ha evolucionado hasta sus últimas versiones, con modelos de mayor eficacia, seguros y funcionales.
En el mercado nacional el Click & Go es el primer elevador que, cumpliendo las más estrictas homologaciones de seguridad bajo la certificación CE, presenta importantes diferencias y soluciones innovadoras con respecto a los elevadores más sencillos.
Las ventajas de tener el barco fuera del agua son obvias. El mantenimiento de una embarcación anualmente viene a representar, para hacernos una idea aproximada, y dependiendo de la eslora y del tipo de barco, de entre el 5 y 12 por ciento de su valor. La pregunta es, pues, ¿por qué un barco tiene que estar las 8.760 horas de año en el agua si, seguramente, no navegará más de unas 200 o 300 horas anuales?
Cabe planteárselo con el fin de hacer números y decidirse por conservar le barco “en seco”, sobre el agua o, por el contrario, tener que repasar periódicamente el casco, pintura, antifouling, colas, ejes o demás partes de la obra viva.
Pero, seamos objetivos. También es cierto que cuanto mayor es la eslora más rentable resulta el Click & Go. Ahora esta firma ha reformado su catálogo con modelos estandarizados, aunque realiza elevadores especiales a medida, dependiendo de las necesidades de cada usuario, tales como los de elevación lateral o para motos acuáticas, por ejemplo.
El catálogo actual contempla un modelo para embarcaciones de hasta unas tres toneladas, para barcos de 6 a 7 metros con un motor, que viene a salir por unos 12.000 euros; otro de tamaño medio para esloras con dos motores de 10 a12 metros, con un peso aproximado de unas seis toneladas, que viene a salir por unos 15 a 16.000 euros; y un tamaño mayor, para barcos de unas 12 toneladas, que sale a partir de unos 20 a 22.000 euros.
Por lo tanto, tenemos que, según la eslora, Click & Go es un equipo amortizable entre los tres y los ocho años, aproximadamente, dependiendo de la eslora, y si se contemplan los costes fijos de un mantenimiento regular en un barco de motor. Pero, a esto debemos añadir las diversas posibilidades de financiación que ofrece C&G, ya sean mediante leasing u otras que permiten amortizar el elevador.
Cómo funciona
Más sencillo, imposible. La a veces complicada maniobra de amarre se convierte en la tarea más sencilla. En cuántas ocasiones hemos asistido al numerito que se monta cuando el patrón ha de chillar a su esposa o hijos en la maniobra de atraque o amarre, la recogida del muerto, el manejo de bichero, las defensas, etc. Nada de eso. El C&G está montado (clavado literalmente en el fondo) en el amarre y el barco solamente tiene que entrar directo.
Primero hemos de saber que cada barco dispone de su cama especialmente realizada a medida con el fin de la carena se apoye de la forma más idónea cuando reposa fuera del agua. La estructura del elevador C&G cuenta, además, de una serie de palos o sticks protegidos con neopreno, a modo de defensas, que marcan el espacio donde el barco se “encaja” con la mayor facilidad.
Una vez el barco está en su lugar, el patrón detiene el motor y con el mando a distancia activa el elevador que, mediante dos motores eléctricos de gran suavidad levantan la litera, ajustada a la carena del barco, como si se tratara de una cama a medida de un remolque.
Una caja instalada junto a la torreta del amarre alberga todos los controles del sistema, incluyendo el receptor del mando a distancia, las protecciones magnetotérmicas de los motores, las placas electrónicas de control y demás elementos del conjunto. Tanto los motores como todos los demás mecanismos y materiales que integran C&G disfrutan de las más exigentes homologaciones y están protegidos eficazmente contra la corrosión marina.
El barco emerge del agua. Se detiene a la altura justa del pantalán o del muelle, con la plataforma de baño al mismo nivel, y tan próxima que con un pequeño paso se pasa del barco a tierra. El Click & Go se instala a medida de cada embarcación, y en base a una serie de parámetros que ajustan el nivel de elevación y aproximación al muelle o el pantalán, según convenga, evitando pasarelas o saltos acrobáticos, de modo que embarcar y desembarcar suponga menos riesgo que cruzar una pasarela.
Otra cuestión importante es su fácil instalación. Para colocarlo en una plaza de amarre no hacen falta obras ni modificaciones en el puesto ni en el fondo. El elevador llega desmontado al puerto. Allí se arma y mediante una grúa o, dependiendo de las limitaciones, con un sistema de flotadores, se ubica en el amarre. Por lo tanto, lo único que hace el fabricante es montar la estructura fuera del agua y, a continuación, dejarla en el agua hasta que ella misma se clava en el fondo.
Está claro que previamente se tomaron las medidas de la profundidad, de la manga y la eslora del amarre. La estructura se asienta y, posteriormente, se ajusta mediante los pies telescópicos que se pueden graduar en cada una de las cuatro patas del elevador. Si tras un cierto tiempo el fondo desequilibra la estructura, ésta se reajusta con suma facilidad regulando de nuevo la altura de las patas (telescópicas) para que la litera dónde descansa el barco permanezca en posición horizontal, quedando corregido cualquier posible desnivel.
Además, la empresa ofrece un servicio de mantenimiento y revisión anual que sale por unos 400 euros.
Nuevas aportaciones
Entre las aportaciones de las versiones avanzadas de este sistema destacan las nuevas cajas de elevación, ahora dispuestas a lo largo de la eslora, de modo que no invaden la plaza de al lado y con su menor volumen se integran mejor en la estructura. Otro punto interesante y que incrementa la seguridad con respecto a los modelos anteriores es la transmisión mediante cardan, que sustituye el cableado horizontal.
Ello permite reducir el tamaño del tambor y reducir el desdoblamiento de poleas, simplificando el sistema. Y por último, la incorporación de dos variadores en las cajas de control, lo que permite que nunca se desnivele la cama debido que a un motor siempre es mínimamente más rápido o más lento que otro. Con estas incorporaciones técnicas el Click & Go se convierte en el más avanzado del mercado internacional, y es por ello ya ha despertado un notable interés en diversos países, entre ello EE.UU. donde para muchos tener el barco en el agua permanentemente es ¡quedarse abajo!
Las ventajas del sistema C&G
Entre las principales ventajas que aporta el Click & Go destacan:
El ahorro. Al no estar el barco en contacto con el agua se reducen los gastos de mantenimiento y de desgaste de ánodos, se evita la electrolisis, y se evitan las incrustaciones en el casco.
La disponibilidad. Con este sistema se puede tener el barco en seco y disponer de él al instante. Basta con activar el mando a distancia para meter el barco en el agua.
El invernaje. Con este sistema el barco se mantiene como si estuviera en el varadero invernado, tapado y seco.
Se evita el antifouling. Un barco que vive en un Click & Go no necesita ser pintado en la obra viva, y que después de cada navegación se puede lavar el casco con agua dulce.
Mayor velocidad. Tener el casco siempre impecable implica menos roce navegado y mayor ahorro de combustible. Se estima que un casco completamente limpio proporciona un ahorro de combustible de entre un 15 y un 20 por ciento con respecto a cascos sucios o con antifouling.
Respeto con el medio ambiente. Al evitar el contacto con el agua se evita la utilización de productos contaminantes, como el antifouling y productos de limpieza, así como el desgaste de ánodos de sacrificio.
Seguridad. El barco que descansa en la litera en el mismo amarre ofrece una seguridad total antirrobo.
Servicio y garantía. La firma fabricante ofrece un servicio permanente a distancia, mediante control telemático, 24 horas al día y una garantía de dos años.
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