Fondear es una maniobra mucho más delicada de lo que mucha gente se cree.
Solo hace falta reflexionar un poco para valorar toda la enorme inversión que representa un barco colgando durante muchas horas de una cadena y de un ancla. Eso sin llegar a pensar en los sustos o los riesgos personales derivados del varado accidental de una embarcación
El rezón es un ancla cuya característica es que presenta largos brazos terminados con punta triangular que se conocen como uñas. Generalmente cuenta con cuatro brazos, aunque pueden verse rezones de tres brazos. Los brazos de los rezones pueden ser fijos o plegables, siendo recomendables estos últimos para facilitar la estiba a bordo.
El rezón es la solución ideal para fondear en zonas de alga, pues al estar dotado de largos brazos las uñas pueden colarse entre las ramas de las algas y llegar a clavarse en el fondo. Esta es una característica que no presentan las anclas habituales que basan su efecto en la superficie de sus palas, por lo que no pueden atravesar la masa vegetal.
Por motivos de estiba es muy recomendable que el rezón sea de brazos plegables. Existen dos soluciones; en una de ellas todos los brazos se pliegan sobre la caña; en la otra son dos brazos que se elevan sobre la caña y giran 90º para quedar en posición de estiba. Por último, es muy importante que exista un buen sistema de fijación de los brazos desplegados para que siempre estén en posición óptima de trabajo.