Es el primer modelo de una marca que nació hace dos de años. El G29 es un diseño de corte clásico, marinero, concebido para combinar los conceptos de day cruiser y de crucero de cierto compromiso, fiable, marinero y totalmente personalizable.
La experiencia siempre facilita las cosas cuando dese trata de construir un modelo de la nada. De la nada quiere decir que no se trata de aprovechar carenas anteriores, moldes, o de “refritar” barcos ya existentes en el mercado. Construccions Nàuticas Girbau es una firma especializada en reparaciones de todo tipo para barcos de recreo. Desde hace un par de años, su propietario, Ramón Girbau, se lanzó a la aventura de realizar este modelo, un diseño que responde al concepto que él tiene de lo que debe ser una embarcación tanto de día, familiar, con una cubierta espaciosa y despejada, como de crucero, con unos mínimos más que aceptables para pernoctar, y con cierta capacidad de autonomía (para llegar hasta las Baleares desde la Costa Brava, en Girona). Sus estudios en Inglaterra sobre construcción le han permitido crear un barco que conjuga los conceptos del gozzo italiano (por sus formas de popa) y la lobster (por supuesto de gobierno avanzado), dentro del más puro estilo clásico y marinero.
La Girbau G29, primer y único modelo por ahora de esta marca, destaca por su gran espacio libre de la cubierta de proa, su bañera con una dinete para acomodar hasta ocho personas y sus dos cabinas separadas, que reafirman la vocación de barco de crucero de esta eslora. Otra característica de este modelo es la motorización con ejes, sistema que proporciona un alto grado de fiabilidad y prestaciones, y que permite tener el barco en el agua prácticamente todo el año.
Cubierta y bañera
Además de la amplitud libre de la cubierta, especialmente en popa, la distribución de la G29 se basa en una planta asimétrica, con el paso lateral de babor algo más ancho que el de estribor. Esto permite obtener más manga en la bañera sin sacrificio alguno en la cubierta, algo habitual en no pocos modelos a motor.
El programa de barco de día o day cruiser de la G29 se refuerza en la popa con una zona de solárium totalmente despejada, complementada por el espacio de la bañera, que con la mesa puede acomodar hasta ocho personas holgadamente.
La teca en la cubierta, la regala barnizada, los herrajes de inox y las formas tradicionales, otorgan un carácter muy personal y de cierta elegancia a la imagen exterior del barco.
La cubierta de proa también puede adoptar un solárium, de manera que la G29 se convierte en una “plataforma flotante” dada la superficie libre disponible. Para compensar la “insolación”, se puede montar una toldina soportada por el roll bar y una arquillada en popa que cubre más de medio barco hacia la popa.
La seguridad del tránsito por cubierta está garantizada por los pasamanos altos que contornean las bandas hasta la proa, donde convergen en un balcón abierto para facilitar el acceso desde el pantalán y la maniobra de fondeo. En los costados se han previsto dos entradas directas a la bañera al eliminar parte de los pasamanos.
La proa está bien equipada para el fondeo, cuya ancla de inox colgada y el molinete son elementos que realzan la vistosidad de una proa afilada, con cierto arrufo y roda casi vertical.
La popa con una buena plataforma de baño con su escala, es indispensable en un modelo abierto de este nivel.
Por lo tanto, exteriores formidables —y con gran calidad de acabados en general— adaptados a un programa de salidas de día, muy espaciosos, cómodos y con la configuración adecuada para una convivencia a bordo de ocho personas sin la menor estrechez.
Puesto de gobierno
Un banco para dos acomoda al piloto y acompañante frente a una consola de estilo algo retro, donde se ordenan los indicadores analógicos y digitales de los dos Yanmar de 180 Hp. La rueda del timón refuerza el toque clásico del barco, y todo el espacio queda eficazmente protegido por el parabrisas, bastante alto. No falta un cómodo reposapiés. En este puesto, no obstante, cabe hacer una observación: la consola de la unidad probada solamente deja espacio para la relojería de los Yanmar, por lo que no estaría de más que en unidades posteriores se modificara para poder montar una pantalla multifunción, casi indispensable si se desean realizar ciertas travesías. Los mandos electrónicos de los Yanmar están bien ubicados y en la parte baja se puede montar la radio VHF.
Puesto bien definido ergonómicamente, tanto para ir sentados como de pie, con buena visibilidad en 360 grados, y que admite un acompañante en el mismo banco.
Interiores
Dos zonas separadas componen los interiores de esta G29. En popa, levantando una gran tapa modo de puerta, se tiene acceso a un camarote doble, que abarca toda la manga, y se puede equipar con armarios complementarios. Y en proa, una cabina tradicional, con un sofá convertible en litera doble, un espacio de cocina completo y un aseo independiente en la proa.
La zona de popa presenta un volumen extraordinario, y en salidas de día representa un perfecto espacio de estiba. Por la noche, si se desea utilizar, convendrá colocar la lona camper soportada por el arco y las fijaciones de la regala de popa. De este modo el barco queda con la bañera totalmente cerrada y puede disfrutarse de las dos cabinas sin la menor sensación de claustrofobia.
La proa, con el gran sofá a babor deja espacio en popa, bajo la bañera para un gran armario donde, si se compartimenta, cabe prácticamente todo. Con el añadido de una pieza el sofá se convierte en una cama doble de más de 1,80 metros de fondo. Es formidable, y por lo tanto en total pueden pernoctar hasta cinco personas, si la cabina de popa se habilita para tres.
La cocina puede equiparse con fogones a gas o una vitrocerámica, y dispone de una estupenda nevera eléctrica tipo cofre con tapa superior, como en los veleros, donde se conserva mejor el frío.
El aseo, en proa, que se podría decorar más con algún estante, armario y enjaretado de teca, dispone de inodoro eléctrico y sistema de aireación forzada. Es correcto para este barco.
Desde el interior se tiene acceso fácil al interior de la consola de gobierno, donde se puede apreciar la calidad de las instalaciones.
Cabina de proa muy correcta, a la que solamente le añadiríamos una escotilla cenital de mayor tamaño. Y si queremos personalizar aún más este espacio, colocaríamos un par de portillos circulares en ambos costados de la cabina.
Espacios, a proa y popa, muy logrados para un barco como éste que —tal como admite el astillero—, se pueden personalizar totalmente al gusto del armador.
Navegación y conclusiones
Hay tres aspectos a considerar en la navegación de este barco. La estabilidad a barco parado (ideal para cuando se está fondeados), la estabilidad direccional (que se debe a sus líneas de obra viva) y el buen paso de ola (gracias a la afilada roda vertical y arrufo en la proa). La G29 es un modelo de semiplaneo y desplazamiento. Con los des Yanmar de 180 Hp, a 1.500 rpm hace los 7,5 nudos, velocidad ideal para un crucero de pesca lento, tranquilo, de desplazamiento, con un consumo de 3,7 litros por motor.
Hasta los 15-17 nudos el barco no sale totalmente del agua. Es decir que el barco se mantiene bien en planeo entre los 17-18 nudos, y necesita solamente unos 9 segundos en salir, lo que evidencia que la doble motorización con los dos Yanmar de 180 Hp es correcta. Para alcanzar la máxima de 26 nudos a 3.900 rpm necesita 16 segundos, lo que representa una buena marca. El bajo nivel de vibraciones y acústico acompañan una navegación cómoda y con eficaz respuesta del doble timón. Los barcos con ejes casi siempre aconsejan el complemento de unos flaps, accesorio que ayudar a asentar algo más la carena en planeo, detalle por otra parte que está contemplado por el astillero para unidades posteriores.
En cuanto a autonomía, la mínima es de 150 millas, pero a régimen de crucero de unos 18,5-19 nudos a unas 3.000 rpm, se incrementa hasta las 175 millas (con el depósito de 450 litros, que se puede incrementar de capacidad opcionalmente).
La hélice de proa es otro accesorio que no descartamos en maniobra con viento, aunque la ciaboga con ejes proporcione cierta facilidad de maniobra. No obstante, será imprescindible cuando la G29 equipe un solo motor (opción que no aconsejamos en este tipo de barco).
El astillero propone otras potencias con ejes y diésel además de los dos Yanmar de 180 Hp. Con Volvo Penta D3 dos opciones: 2×170 Hp (141.000 euros) y 2×200 Hp (147.000 euros). Y con Cummins QSD 2.0-170i 2×170 Hp (135.000 euros). Con un motor, el Yanmar 6LPA-STP2 de 315 Hp (110.000 euros); o el Cummins QSD 4.2 de 320 Hp (108.500 euros). Precios sin impuestos.
Finalmente, en la lista de opcionales Girbau propone, entre otros, el kit del molinete (2.200 euros); el ancla de inox Delta de 10 kg (315 euros); la teca en la cubierta y los pasos laterales (3.200 euros) y la pantalla Garmin 521 y el VHF (1.500 euros).
Barco, en definitiva, marinero, con buena evolución en mar abierto, seco, con calidad de construcción, buenos acabados en carpintería y fibra, totalmente personalizable, y con un equipamiento estándar suficiente, pero también con algunos accesorios que nos gustaría ver de serie, como la ducha exterior o las colchonetas de solárium, por ejemplo.
Una opción muy interesante para cubrir un programa amplio y muy personal.
A destacar
- Carena muy marinera, para navegar en desplazamiento y planeo. Muy estable.
- La construcción admite un alto grado de personalización, totalmente al gusto del armador.
- Barco bien adaptado con la potencia de los con los dos Yanmar de 180 Hp.
A mejorar
- La consola de gobierno debería contar con espacio para una pantalla multifunción.
- No estarían de más unos flaps, sobre todo para combatir la mar de costado.
- Se podría mejorar el acceso al cofre bajo el asiento del piloto con una puerta lateral.