Página 95 - N & Y Magazine - Número 2

Oceanis 45
[
PRUEBA VELA]
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sos, zona de instrumentos, compás y
tubo inox para el agarre.
En maniobra destaquemos que los
winches de génova quedan al alcance
del timonel, pero que hace falta una
persona de gran envergadura para gi-
rar allí la manivela. Mejor elegir para
esos winches la opción de motor eléc-
trico. Es lástima en cambio que la ma-
yor vaya a parar al piano de tambucho,
pues de ir colocada también cerca del
timonel daría a éste todo el control.
Para la estiba destaca sobre todo el
pique de proa, profundo y cómodo.
Tras su escotilla se ha previsto un estay
de trinqueta para mal tiempo. A proa
de ella se ve el pozo de fondeo y su mo-
linete. El ancla descansa en un escobén
muy bien montado que libra perfecta-
mente el enrollador de génova.
También hay dos cofres bajo los
bancos de bañera, y sendos espacios
profundos de lazareto a los pies del ti-
monel. La zona central está reservada a
una balsa salvavidas, accesible una vez
se abre la plataforma de baño.
Esta última es de las mejores que
hemos visto pese a su relativa com-
plicación: se compone del espejo y la
bancada ya descrita, que articulada
mediante una bisagra se suma al pri-
mero. Así se abre la popa por comple-
to y aparece una plataforma mayor.
ESTILO Y AMPLITUD EN EL
HABITÁCULO
El volumen del casco diseñado por
Pascal Conq es generoso y permite al
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incluir la acomodación esperada en
esta eslora, pero con más amplitud.
Antes de comentar lo más destaca-
do de cada espacio, felicitemos al tán-
dem formado por el astillero y el gru-
po de diseño Nauta, que desde hace
años es responsable del interior de la
gama Oceanis. El logro en esta oca-
sión es muy superior al ya notable de
los ejemplos anteriores, y no solamen-
te por el efecto estético, muy logrado
al combinar blanco con madera o pie-
zas metálicas.
La bajada con escala de pendiente
suave, el sofá exento y sin respaldo que
cierra el banco en C del comedor, los
muebles auxiliares que ofrecen nume-
rosos rincones para los objetos perso-
nales se añaden a un trabajo ergonómi-
co de primer orden, en que siempre se
encuentran puntos de apoyo. Quizás el
detalle más vistoso sea la mesa de va-
rias funciones que se desliza a lo largo
del costado de babor del salón. Con-
sigue esta simple astucia proporcionar
una mesa de navegación, una mesa de
café o un mueble rinconero, siempre
combinado con asiento para dos perso-
nas, y con el mínimo esfuerzo.
Ofrece el Oceanis 45 dos posibilida-
des: una cocina en L en la entrada, o la
7.
El estudio Nauta
ha introducido
más blanco en
la decoración
para alegrar
un ambiente
que resulta tan
elegante como
relajado: auténtica
casa de veraneo
de lujo.
8.
La mesa queda
rodeada por
sofás y banqueta,
pero pese a ello
todos los rincones
son accesibles.
El portillo de
casco da vida
suplementaria a
un ambiente ya de
por sí elegante.
9.
Luz natural,
cama ancha y
accesible, buenas
repisas, cajón bajo
el lecho, armario
y zapatero. Es
difícil pedir más
en un camarote de
armador.
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