Jeanneau apuesta en su gama de altura por un diseño funcional destinado a navegantes con inquietudes por las largas travesías y propone soluciones de espacio para la vida exterior. El Jeanneau Yachts 55 combina la navegación de crucero largo con la posibilidad de compartir la experiencia, sin perder la intimidad y el confort.
Autor: Diego Yriarte
Fotos: Gilles Martin Ragett/Jeanneau, Diego Yriarte
Jeanneau no tiene nada que demostrar. Sus credenciales de más de seis décadas y un cuarto de millón de barcos navegando por el mundo le dan rédito suficiente para innovar y presentar propuestas para clientes específicos. La actual gama Yachts cuenta con modelos de 60 y 65 pies, pero su origen es de hace un par de décadas.
El diseñador Philippe Briand ha integrado soluciones de barcos de competición oceánica factibles en un barco de crucero y no solo en las líneas de casco. La protección de una gran parte de la bañerarecuerda los últimos diseños de vuelta al mundo. Más allá del glamour que impregna el texto de los catálogos, el Jeanneau Yachts 55 ofrece un elemento diferencial que es la distribución de cubierta con una inmensa bañera con dos áreas sociales separadas por los puestos de gobierno. En popa se prioriza el disfrute del sol en los asientos en L o las amplias superficies de solarios separadas por el pasillo que conecta con la plataforma de baño.,
La distribución de cubierta también afecta la vida en el interior. El salón y la cocina pasan a ser dominio absoluto de la pareja armadora. Por ello la entrada a las otras dos cabinas es por el exterior, en el pasillo central de la bañera, una a cada banda.
Las opciones son múltiples y las personas invitadas pueden acceder directamente a su cabina, evidentemente equipadas con aseo, sin pasar por el interior del barco.
El gran parabrisas curvo que conecta con el techo rígido genera una zona muy protegida para disfrutar de una guardia de navegación; de hecho, se ofrece instalar un repetidor del plotter en la mesa de babor, con toda la información necesaria a disposición.
El plan de navegación de quienes escojan este barco es ilimitado. Es posible disfrutarlo al máximo en una salida de un día o en una singladura sin fecha de regreso.
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Convivencia medida
El Jeanneau Yachts 55 es el fruto de muchas horas de trabajo del estudio de diseño de Philippe Briand y el diseñador Andrew Winch, en colaboración con la oficina de diseño del mismo astillero.
Sin lugar a dudas lo innovador del diseño marca el programa de navegación que invita a explorar nuevos mares. En su configuración incluye una cabina con baño compartimentado en proa, destinada a marinería y a intenciones de largas travesías compartidas con familia o amistades, pero lo suficientemente separadas como para facilitar la convivencia después de varios días. La doble bañera permite el uso a pleno sol o bajo cubierto y, en el interior, la cocina ofrece suficiente espacio de trabajo para cocinar para varias personas, al igual que el volumen refrigerado, apto para un cruce atlántico sin penurias.s
La combinación de confort se complementa con líneas de agua veloces y con una maniobra sencilla, para trabajar con pocas manos, y sin necesidad de ir a proa en condiciones adversas gracias al sistema de foque con autovirante.
Cubierta bien cubierta
En las regatas oceánicas en solitario, los navegantes descubrieron que era más eficiente ir a cubierto que la maniobra de ponerse y quitarse el traje de agua. El cuerpo y la mente rinden más porque están protegidos, confortables. Esta es la clave en navegaciones nocturnas u otras, en otras latitudes no tan confortables como el Mediterráneo. Los barcos de regata también aumentaron la manga máxima en relación a la eslora y esta forma de casco también se ha adaptado en el crucero. Esto se evidencia en una mayor superficie de cubierta que, pese a tener una bañera muy amplia, los pasillos laterales son igualmente cómodos.
En proa, la cuádruple ventana de la cabina central domina la parte central, elevada respecto a la cubierta. En líneas generales es más un espacio de trabajo que de relax, excepto durante el fondeo.
Indudablemente la vida social se desarrolla en popa, tal como lo indican los sofás en L en babor y en U, recostada sobre estribor, que se pueden completar en dos extensos rectángulos acolchados separados por un pasillo central. El espacio creado en popa ocupa todo el ancho de banda a banda. Pero la tendencia es a protegernos cada vez más del sol y es un acierto poder cubrir el área con una toldilla desde el techo rígido para completar una cubierta bien cubierta.
Interior con invitación
Posiblemente, la distribución del interior es la diferencia más grande con cualquier otro tipo de barco. Para Philippe Briand, el concepto fundamental fue el de simular la vida a bordo de un catamarán, aplicada a un monocasco. Una gran área común exterior, un salón compartido y las cabinas físicamente separadas y entradas individuales.
Tanto si entramos por popa como por una banda los caminos dirigen al pasillo central, entre los dos puestos de mando. Este pasillo conecta las tres áreas bien diferenciadas: solario a popa, la maniobra y puestos de mando en el centro y la parte cubierta; sin embargo, el parabrisas es opcional pese a ser parte de la identidad del barco. Bajo su protección hay tres escotillas, dos de entrada a las cabinas dobles y al final del pasillo la entrada al salón. Las cabinas de popa no son simétricas, la de estribor es ligeramente más pequeña, pero ambas incluyen aseos y armarios de estiba.
El salón y la cocina solo están en contacto directo con el camarote principal, por lo que será necesaria la invitación de sus ocupantes para descender la escalera.
Delante de la cocina se ha dispuesto un “mueble isla” que puede adquirir diferentes funciones según los opcionales escogidos. A su vez, ofrece seguridad en navegación, al ser un punto donde asirse al transitar hacia la cabina de proa. También es útil en la cocina a la cual se le ha destinado más superficie que al propio salón. Ocupa toda la banda de estribor y es lo suficientemente envolvente para cocinar en condiciones adversas. En una navegación de varios días es posible que alguno toque cocinar de forma incómoda y éste será el momento en que se le saque mayor rédito, pues tiene varias superficies en las que apoyarse y poder trabajar con las dos manos.
En la banda de babor, el salón tiene las medidas adecuadas para que estén sentadas cómodamente entre seis y ocho personas.
Hacia proa, casi con opulencia, se abren las dos puertas del camarote principal que se integra, o no, en el salón. En este sencillo elemento, esta doble puerta, también radica parte esencial del diseño y las personas a las que va dirigido. El cliente ideal es una pareja con tiempo para navegar y que en sus travesías reciba la visita de familia o amistades. Si hay visitas, se mantiene la intimidad y, si no las hay, el barco se integra conectado con un pasillo central que lleva del camarote principal hasta la plataforma de baño. Ideal para despertar con un chapuzón en una cala paradisíaca.
Con pocas manos
Con una eslora total de casi 17 metros, incluyendo el bauprés y el volumen de sus interiores, es fácil pensar en navegaciones de largas singladuras. El aparejo invita a bordos largos, poco trabajo y sin necesidad de que intervengan demasiadas manos: dos personas con la correspondiente práctica y cierta pericia pueden hacerlo con facilidad. La configuración final dependerá que quienes lo naveguen, pero cuenta con varias opciones para un amplio rango de viento. Desde la posibilidad de utilizar gennaker o, spinnaker, hasta la comodidad del foque autovirante que permite maniobrar con seguridad y simpleza en condiciones adversas.,
En la jornada de pruebas organizada por el astillero en el puerto de Cannes las condiciones meteorológicas no permitieron demostrar todas sus capacidades. Un mar plano y una intensidad máxima de seis nudos permitieron no obstante comprobar que la construcción ligera y rígida permite aprovechar la mínima brisa: en ceñida logramos superar los 4,5 nudos.
El puesto de mando está integrado directamente sobre las cabinas de popa, formando parte de la estructura de cubierta, pero ambos quedan al exterior de la zona cubierta, con excelente visibilidad para timonear de barlovento, inclusive sentado. La maniobra está centralizada y en parte duplicada. Es grato llevar el barco desde esta posición, como también ha de serlo por la noche, en este caso bajo la protección del parabrisas en la mesa de navegación que incluye una pantalla con información del instrumental y el piloto automático. ,
La maniobrabilidad con tripulación reducida o en solitario y la opción de poder cerrar e integrar todo el conjunto exterior hasta el parabrisas, nos da la posibilidad de navegar durante todo el año, e incluso pensar en alguna navegación en latitudes donde las condiciones no sean tan amables como las del Mediterráneo.
Características
Eslora total: 16,93 m
Desplazamiento: 18,55 t
Manga: 4,99 m
Calado: 2,45 m
Sup vela mayor: 68 m2
Sup foque autovirante: 54 m2
Capacidad de combustible: 230 l
Capacidad de agua dulce: 760 l
Motorización: Yanmar 4JH 100 hp
Cabinas: 3
Categoria de navegación: A-12 / B-16 / C-16 / D-16 personas
Constructor: Jeanneau Yachts, www.jeanneau.com/es
Esperamos que te haya gustado nuestra experiencia probando este barco. Si has llegado hasta aquí es que eres un auténtico aficionado a la náutica… ¿Ya has visto estos otros artículos recientes?