Pinturas Jotun colabora con Ostarte Sailing , proyecto que restaura y preserva embarcaciones clásicas y ofrece experiencias de navegación en ellas.
Ostarte Sailing es un proyecto nacido de la pasión por el mar y la navegación de dos jóvenes guipuzcoanos, Amuaitz Lertxundi y Edgar de Pedro, en 2017. El objetivo de estos dos marineros es recuperar y poner en valor barcos con historia construidos a mano tradicionalmente, y poder darles auge en el Cantábrico.
Gracias a la colaboración con La Factoría Marítima Vasca Albaola, un museo vivo cuyo objetivo es revitalizar el patrimonio marítimo vasco y recuperar la tecnología marítima de la construcción de embarcaciones de interés patrimonial o histórico, Ostarte Sailing ha podido emprender su proyecto y restaurado dos embarcaciones clásicas de gran valor.
“El cantábrico siempre ha tenido un nexo con el mar muy profesional, de trabajo, a través de Albaola y de proyectos como el nuestro lo que queremos es poder brindar la oportunidad a cualquier persona de navegar y de conocer el mar a bordo de este tipo de embarcaciones” comenta Edgar de Pedro.
Jotun, con más de 90 años de experiencia en el sector marítimo y el proveedor número uno de antiincrustantes, también comparte la pasión por las embarcaciones tradicionales e históricas por lo que ha querido formar parte de los proyectos de restauración de Ostarte Sailing, apoyando tanto con materiales como con la ayuda de Eduardo Díaz, Senior Technical Support Yachting de Jotun Ibérica.
Devolver a la vida embarcaciones emblemáticas
Ostarte Sailing comienza cuando Amuaitz y Edgar vieron a Lucretia entrando en la bocana de Pasaia, envejecida y cansada. Se trataba de un velero clásico Holandés construido en 1927 con madera de Teca, Caoba y Roble, diseñado por el arquitecto naval G. De Vries Lentsch Jr. Enseguida se dieron cuenta del increíble valor arquitectónico e histórico que escondía y se propusieron devolverle la salud y esplendor a esta joya del patrimonio marítimo. Tras 9 meses de trabajo, convirtieron a esta nave de 19,3 metros de eslora y más de 180m2 de superficie velica en uno de los barcos en activo más antiguos del mar Cantábrico.
El segundo barco que captó la atención de Ostarte Sailing fue Tanit, un velero construido en Túnez en 1961 sin planos, a mano alzada, por encargo del aventurero y escritor francés Henry De Monfried, con maderas nobles de Acacia e Iroko. Tras pasar por diversas manos, en mayo de 2019 llegó finalmente a manos de Ostarte Sailing, donde le realizaron un refit completo para darle una nueva vida.
Para ambos procesos de restauración, Ostarte Sailing contó con los materiales suministrados por Jotun y con Eduardo Díaz como asistente técnico. “Cuando se te abren las puertas a una empresa como Jotun, con un abanico de productos tan amplio es imprescindible dejarse asesorar” comentan desde Ostarte Sailing.
Para las áreas descubiertas utilizaron la imprimación vinílica Vinyl Sealer, una imprimación selladora monocomponente pigmentada con aluminio para una mayor resistencia al agua. El Vinyl Sealer tiene una muy buena adherencia a la madera y antifoulings previamente aplicados.
Como antifouling utilizaron Mare Nostrum de matriz blanda. Se trata de un antiincrustante autopulimnetable basado en una formulación de un copolímero especial. Asegura una superficie totalmente activa y renovada durante toda la temporada.
Para la obra muerta, utilizaron EasyGloss en acabado gloss. Una imprimación alcídica de alta calidad. Es de fácil aplicación y ofrece muy buena nivelación y poder cubriente. Se trata de un producto apto para múltiples superficies y especialmente recomendado para embarcaciones de madera ya que es más flexible que los productos de dos componentes.
“Viviendo en el Cantábrico, nuestros barcos pasan mucho tiempo amarrados en invierno. Esto, sumado a la pandemia, ha supuesto que los barcos hayan estado mucho tiempo bajo el agua, lo que nos generaba miedo porque no sabes lo que te encontrarás al sacar el barco del agua. Sin embargo, nos llevamos una grata sorpresa con la reacción de todos los materiales, especialmente del antifouling, incluso en la línea de flotación” aseguran en Ostarte Sailing.
Por su parte, Eduardo Díaz comenta: “Ha sido muy fácil trabajar con estos jóvenes marineros, que entendieron perfectamente que la madera está viva y requiere de trabajo continuo, algo que va totalmente alineado con la filosofía de Ostarte. Este proyecto es el summum para los que nos gustan los barcos clásicos. En Europa la carpintería de ribera murió y tenemos un gap enorme, sobre todo, en la náutica de recreo y Ostarte Sailing ha recuperado algo que es inédito. Ver a gente joven que está apostando por esto es una alegría”.