TRUCOS por Albert Puerto
Vida a bordo
Manguera de fácil estiba
Las mangueras son indispensables en una embarcación. Sirven para poder llenar los depósitos de agua y también para poder limpiar y lavar. Para ir bien, son precisos 15 o 20 metros de manguera, dependiendo del tamaño de la embarcación. Será necesario contar con distintas tomas, pues cada puerto, tiene un tipo de toma distinto. También será conveniente tener por lo menos una boquilla el extremo, para dosificar la cantidad de agua y soltar el agua más a chorro o en difusor.
En el mercado se pueden encontrar mangueras blandas enrollables, muy fáciles de estibar. Son de goma blanda, por esta razón se pueden enrollar. Pero tienen un pequeño inconveniente, pues si se dejan desplegadas al sol sin agua en su interior llegan a pegarse las paredes de la manguera sobre sí mismas, impidiendo la circulación de agua. Así que es aconsejable siempre tenerlas estibadas y solo desplegarlas cuando se tienen que utilizar. Y si se quiere tenerlas desplegadas por cubierta o en el pantalán, será necesario asegurase de que están llenas de agua para que no se peguen las paredes.
HERRAMIENTAS
Soldador de estaño a pilas
La electricidad y la electrónica no serían nada sin un simple y sencillo soldador de estaño. No hay mejor conexión eléctrica que la que se realiza con estaño. Lo más habitual es utilizar soldadores eléctricos que se conectan a la red eléctrica. Pero en un barco, más aún en plena navegación, o en la mismísima punta del palo, no permiten disponer de una línea eléctrica donde conectar el soldador.
Hace unos años pareció solucionarse el problema con los soldadores a gas. Un magnífico artilugio con su correspondiente depósito de gas licuado. El gas producía una pequeña llama que calentaba directamente la punta de soldar. Unas simples regulaciones en el caudal del gas y en la mezcla con el aire permitían soldar en cualquier situación.
Pero hoy en día la situación ha dado un paso más apareciendo el soldador eléctrico a pilas. Con tres simples pilas pequeñas de 1,5 voltios se comercializa un sencillo y práctico soldador completamente libre de cables y sin el riesgo de trabajar con la presencia de una llama, muy peligrosa cuando las baterías están cargando por la presencia de hidrógeno en el aire.
SEGURIDAD
Líneas de vida de cubierta
En el caso de guardias nocturnas en solitario, navegación con tiempo duro o en maniobras arriesgadas, es necesario asegurar que nadie pueda caer al agua. Para ello es bueno acostumbrarse al uso del arnés con su cabo y mosquetón.
Para poder circular por cubierta asegurado se montan las llamadas líneas de vida. Recorren la cubierta de proa a popa por ambas bandas, por dentro de los obenques, bajo las escotas y el resto de cabos. Para salir del paso puede pasarse un cabo desde la cornamusa de proa a la de popa por cada costado, sin darle tensión. Valga conocer el dato de que la tracción que se experimenta con la caída de un hombre al agua desde una embarcación que navega a 5 nudos es del orden de 750 kg, por lo que las líneas de vida de cubierta deben arraigarse en herrajes que soporten grandes tensiones. Hay que desconfiar mucho de asegurarse en los cables de los pasamanos de cubierta pues posiblemente no puedan soportar una tracción tan elevada.
Comúnmente se ha venido utilizando cable de acero forrado de plástico para el montaje de líneas de vida pero cada vez más se van imponiendo las cintas planas, mucho más ligeras y sencillas de estibar. Una buena solución consiste en montar dos pequeños estrobos de unos 20 cm en los extremos de la línea de vida para arraigarlas a las cornamusas de proa y popa, aunque hay quien profiera instalar arraigos independientes donde afirmar las líneas de seguridad.