¡Peligro! Niebla en el mar
Se trata de uno de los mayores peligros a la hora de salir a navegar. Puede ser la principal causa de accidentes de colisiones y embarrancadas, riesgo de encallar en el fondo, en un banco de arena, en la costa, en las peñas o rocas.
Autor: Enric Agud
Las nieblas son nubes de muy baja altura, pegadas al mar o a la superficie terrestre, de poco grosor, que pertenecen al tipo de nubes llamadas “stratus (st)”. En ocasiones, la visibilidad horizontal puede caer por debajo de los 10 metros.
Técnicamente, tenemos niebla cuando la visibilidad cae a menos de un kilómetro debido a una enorme cantidad de gotitas de agua en suspensión. Por supuesto, no es lo mismo una visibilidad de 50 metros que de 500 metros pero el término ha de ser válido para todos los usuarios, por ejemplo en aviación. Una visibilidad de 500 metros a altas velocidades, es baja.
Se considera neblina cuando la visibilidad se encuentra entre uno y dos kilómetros, y bruma por encima de dos kilómetros. Si la visibilidad es baja por partículas sólidas en el aire, trátese de polvo, se le llama calima. Las calimas no entran en la categoría de niebla.
La niebla de mar es la niebla de advección
Se produce cuando el aire húmedo y cálido se mueve por encima de la superficie de agua fría. También puede ocurrir por encima de superficies frías como la nieve. El vapor de agua que está suspendido en el aire cálido se condensa al enfriarse al contacto con la temperatura fría del agua y forma millones de gotitas diminutas de agua. La saturación ocurre cuando la temperatura llega al punto de rocío. Es necesario la presencia de núcleos de condensación, como el polvo, la sal…donde pueda condensarse la humedad del aire en forma de gotitas. El viento suele ser muy suave o débil. También se requiere de inversión térmica (estabilidad, aumento de la temperatura en altura) en niveles bajos de la troposfera (100-400 de altura) que impida movimientos verticales del aire. Si aumenta el viento, la niebla se levanta, se rompe en el cielo.
La niebla hace bajar la temperatura cuando toca la costa, produciendo fuertes contrastes entre puntos cercanos no afectados por la niebla. Además, la sensación de bochorno es muy característica, en zonas próximas a la niebla, por una combinación de temperatura por el sol y la humedad. Podemos tener 20 grados en las playas y 26 grados a un kilómetro en el interior con un mar a 15 grados, condiciones del pasado mes de noviembre en Barcelona durante un día de mucho calor con niebla en sus playas.
En caso de niebla en el agua
En caso de estar navegando y aparecer niebla, lo más importante es reducir la velocidad de la embarcación para poder tener el suficiente tiempo de reacción en caso de una posible colisión y vigilar constantemente. Las distancias son difíciles de calcular y el sonido al ser amortiguado por la niebla, como ocurre cuando está nevando, hace difícil georeferenciarlo, sobre todo con niebla espesa. En esta situación, hemos de encender las luces de navegación, emitir las señales acústicas, colocar reflectores de radar.
El Upwelling de aguas frías puede provocar nieblas
El Upwelling (o subida de las aguas profundas) es un movimiento de ascenso de aguas frías a lo largo de la costa. Bajo los efectos de un viento de tierra o de un viento que sopla paralelo al litoral, que permanezca durante cierto tiempo, el agua de la superficie (más caliente) es empujada hacia alta mar; el arrastre de aguas trae un descenso del nivel del mar en la costa. Las aguas frías profundas suben a la superficie para cubrir la pérdida de agua y de esta manera el agua se enfría en el litoral.
El pasado octubre, las aguas del Mediterráneo estaban calientes como en 2022. Al llegar noviembre empezaron a soplar vientos de poniente y mistral en el levante peninsular. Estos vientos de tierra arrastraron el agua superficial de la costa mar adentro provocando Upwelling o subida de aguas profundas frías. La temperatura cerca de la costa cayó rápidamente (boya de Begur 15 °C, boyas de Barcelona y Tarragona 16 °C, boya de Valencia 17.65 °C, boya de Mahón 18.67 °C, boya de Cabo de Palos 17.31 °C, boya de Cabo de Gata 17.27 °C, boya de Málaga 15 °C, boya de Tarifa 17.40 °C, boya de Melilla 18.40 °C).
Cuando terminaron los vientos del oeste, entró una masa cálida de origen africano (noviembre fue cálido) y se formaron nieblas en las costas de Catalunya, Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía (en la imagen de satélite se pueden apreciar). El aire húmedo y cálido se enfrió por la base y se saturó dando bancos extensos de nieblas, poco habituales para las fechas. En el Mediterráneo son habituales a finales de invierno, y especialmente en primavera o inicios de verano.
Niebla de evaporación, llamada también niebla ártica
En invierno, con las noches más largas y frías del año y en situaciones de estancamiento (anticiclón típico de invierno), el suelo se enfría con valores incluso negativos o alrededor de los cero grados en algunos puntos de la costa, enfriándose también el aire en contacto con él y aumentando su humedad relativa. Este aire más frío y más pesado, con humedad alta, sigue los cauces de los ríos, valles o cuencas hasta llegar al mar. El mar, con una temperatura todavía en torno a los 12-14 °C, junto con este aire, provoca sucesivas evaporaciones y condensaciones que se manifiestan en forma de una especie de niebla de poco espesor que los pescadores conocen como “mar humeante” . Cuando ven este fenómeno antes de salir a pescar, saben que van a pasar frío. Es la niebla propia de los países nórdicos, cuando el aire muy frío se desliza por el mar, lagos o ríos. También llamada niebla ártica, en inglés smog o arctic fog.
Según la WMO (Organización Meteorológica Mundial) la niebla por evaporación (o niebla por advección fría) se forma por el movimiento del aire frío y estable sobre una masa de agua mucho más cálida en comparación. La evaporación de la masa de agua cálida satura el aire frío que está encima; el vapor de agua se condensa en el aire frío, lo que produce la “niebla de vapor” o “mar humeante” o, en las regiones polares, el “humo de mar Ártico”
En tierra, niebla de radiación
La niebla de radiación se forma sobre tierra en noches anticiclónicas, frías, de cielos despejados, con calma, sin viento y húmedas. De noche, la superficie se enfría rápidamente y enfría a su vez el aire cercano al suelo, llegando a la temperatura de rocío y condensando la humedad en millones de gotitas, y aparece la niebla. Por la mañana, el calentamiento del sol suele disipar la niebla pero en ocasiones se mantiene todo el día, por ejemplo en la cuenca del Ebro, plana de Lleida, cuenca del Duero…
La fotografía muestra el brazo de niebla que se colaba en la llanura de Barcelona a través del canal del río Besós procedente de tierras interiores. Un fenómeno bastante habitual en situaciones anticiclónicas con inversión térmica, cuando el aire frío de la depresión prelitoral baja por los ríos y torrentes hacia el mar.
Una vez este tipo de nieblas llegan al mar, se calientan en contacto con un mar más cálido (12 a 16 grados, dependiendo del mes —diciembre, enero, febrero— y de la posición latitud/longitud), y el aire empieza a ascender hasta disipar la niebla. En estas situaciones, puede que estemos fondeados en una playa, cala o en un puerto rodeados de niebla, mientras que mar adentro estará despejado o sin niebla.
Con temperaturas por debajo de los 0 °C, se produce la niebla engelante, en este caso, las gotitas de niebla subfundida se congelan al entrar en contacto con el suelo u otros objetos para formar cencellada blanca. A temperaturas por debajo de –10 °C, puede formarse niebla compuesta de cristales de hielo, debido normalmente a la congelación de las gotitas. Esa congelación da lugar a fenómenos ópticos espectaculares.
El taró o tarol, la niebla de las inmediaciones del estrecho y la Costa del Sol
El taró es una niebla marítima del estrecho de Gibraltar y la Costa del Sol, donde los barcos usan señales acústicas para evitar accidentes y colisiones. Desde Algeciras se oye el sonido de los avisos sonoros.
Se trata de una niebla muy persistente, puede ser extensa, desde Málaga a Ceuta, y las inmediaciones del estrecho de Gibraltar. Es una gran desconocida en España, ya que siempre relacionamos la Costa del Sol, con días despejados.
Se forma principalmente en verano y principios del otoño (a veces también a finales de primavera) en los días de más calor, y en superficie casi siempre sopla viento de levante en el estrecho.
Durante esos días, entra una masa de aire africana seca, muy extensa y evapora una gran cantidad de agua de la superficie marina que está fría o relativamente fría. A partir de aquí, por contacto, la base de la masa de aire africana se enfría, alcanzando el punto de rocío y se forma la niebla.
A diferencia de otras nieblas, no se levanta a mediodía y refresca el ambiente de la primera línea de costa. Cuando la niebla irrumpe, las playas quedan vacías y frescas, la temperatura puede descender 5 °C mientras que el calor aprieta en tierras interiores.
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