El último lanzamiento de la marca Minorchino es esta 54 pies, un gran crucero de altura, con excelente autonomía, que apuesta por el confort, la elegancia y la sobriedad en la decoración, fiel a los principios de un llaüt tradicional, pero bien adaptado a las exigencias actuales.
Es el segundo modelo de la gama Minorchino. Tras la aparición del 42 pies (véase N&Y nº2), ahora este 54 que aparecerá también en versión flybridge, viene a incrementar la serie que se completará de momento con la tercera eslora de 32 pies.
El Minorchino 54 es un gran crucero, en el que el confort, la autonomía y la navegación marinera son aspectos que determinan el producto. Por otra parte, la garantía de una buena construcción y el impecable trabajo de la carpintería elevan a un nivel superior la calidad general del barco.
El programa de gran crucero se reafirma con las nueve plazas para pernoctar, si tenemos en cuenta las tres cabinas dobles y la de marinería, además de la dinete. La autonomía es otro punto importante en el argumento del programa de navegación. Y finalmente la calidad constructiva unida a una estética que sabe combinar una imagen actual, agradable, con la tradición de los llaüts, dentro del estilo más marinero. Es un barco que soportará bien el paso del tiempo, tanto por su contenida estética, como por la calidad de los materiales. Hecho para navegar largas millas y durante largos y confortables años.
Cubierta y bañera
La planta exterior de este Minorchino ofrece una superficie disponible importante. Tanto la cubierta de proa, con el tradicional botalón y una maniobra de fondeo más que suficiente, y el gran solárium ocupando la zona sobre elevada de la cabina, como la de popa, una verdadera terraza en pleno mar, son aspectos que refuerzan los argumentos de este gran crucero. La carpintería, la combinación de la teca con los herrajes de inox, la amplitud de los pasos laterales y, en general, el nivel de acabados que salta a la vista se corresponden a una marca de primer nivel. A esto se añade la plataforma de popa, bien aprovechada, importante y, en este caso, espaciosa pero no tan exagerada como en otras esloras de similar programa. Escala de baño, ducha, paso directo a la cubierta, cumplen con lo exigible en este superllaüt.
Entrando en más detalles, las colchonetas del solárium de proa necesitan mejores fijaciones, y las tapas de los largos cofres de los pasos laterales exigen otra solución para poderse abrir y cerrar con mayor facilidad. Seguramente mejoraría su funcionalidad aplicándoles unos resortes hidráulicos. Pero a estos problemas de fácil corrección, propios de una primera unidad, no eclipsan las notables ventajas que ofrece una cubierta amplia, segura (pasamanos altos), racional y con un perfecto aprovechamiento de la zona de popa, que puede montar la mesa y las sillas de la terraza en contacto directo con la cabina.
Puesto de gobierno
La ventaja de los grandes barcos como éste es que en el puesto de gobierno cabe todo. O mejor dicho, se puede hacer lo que se desee en cuanto a configuración de la consola, asientos, equipamiento y demás. En la Minorchino 54 el panel es enorme por lo que tanto la relojería de los dos Volvo Penta, como la instrumentación electrónica se pueden ubicar sin la menor estrechez. La visibilidad es total, tanto hacia para como hacia los laterales, ya que los ventanales del salón son bajos. Las palancas electrónicas de los Volvo Penta quedan perfectamente situadas a estribor y el compás, en la parte delantera, no molesta en absoluto. No obstante, en esta unidad en particular, el asiento quedada demasiado alto, y la rueda del timón demasiado baja, por lo que de ha de reducir el grosor de la colchoneta del banco del piloto o subir un poco la rueda.
En este puesto se agradece la ventana lateral corredera, que incrementa la ventilación, y el pasamanos de inox a lo largo del panel, junto a la escalera que desciende a la zona de proa.
Un puesto sin más cosas pendientes que la modificación de la altura del asientos, con gran visibilidad, cómodo y que se puede equipar con lo que se quiera.
Interiores
Tal como corresponde a un barco de gran crucero en la Minorchino 54 la amplitud de los espacios, la luz y la ventilación son tres puntos que se han tenido muy en cuenta, y sin duda son aspectos que repercuten en la sensación de confort a bordo. Está claro que una manga de cinco metros y 16 metros de eslora dan mucho de sí, pero en este diseño no se ha abusado en el aprovechamiento y la planta tanto del salón como de la zona privada responde a parámetros de notable racionalidad. El predominio de la madera con una carpintería de calidad, hace juego con las tonalidades claras de las tapicerías y cortinas. La sensación en el espacio superior del salón es muy agradable, ya que no se percibe la menor recarga en los detalles, por lo general sometidos a la elegancia de la sobriedad.
La zona superior disfruta de la luz de unos grandes ventanales bajos, de tal modo que sentados en los sofás del salón se disfruta de una visión prácticamente al nivel del mar. El salón, con un gran sofá en U ocupa la banda de estribor, complementado por un sofá u sendos muebles de servicio enfrente. Los numerosos cajones y huecos para estiba se reparten estratégicamente por todo el barco, de forma que el aprovechamiento es más que correcto y útil en un barco de gran crucero.
La zona privada es un punto fuerte en este barco. La distribución contempla tres cabinas dobles, dos aseos completos y una cocina poco menos que espectacular, aunque casi minimalista. Esta planta se competa con una pequeña cabina independiente con su aseo, para marinería, que está a proa y solamente se accede desde la cubierta.
Las cabinas de invitados se benefician de la ubicación más a popa de los motores, ya que cuentan con transmisiones V drive. La grande, a estribor, con una gran cama de matrimonio con la cabecera a la banda de estribor, mantiene unas dimensiones formidables a pesar de que comparte la reparte la manga con la segunda cabina de invitados. Ésta, más pequeña, ofrece dos literas y disfruta de buena altura, como la anterior. En ambos camarotes no faltan armarios y una buena luminosidad natural.
En el espacio central el protagonismo es para la cocina, a babor, y un aseo, destinado a uso general del barco. La zona culinaria es exquisita, minimalista pero con todo el equipo imaginable. No faltan armarios ni cajones, la nevera es grande y el fregadero de doble seno en inoxidable se complementa con los fogones de vitrocerámica. Este espacio distribuidor además cuenta con un gran espejo que incrementa la sensación de espacio.
Por su parte, el aseo es casi simétrico al que corresponde a la cabina de proa, la del armador. Con lavabo, inodoro y ducha con mampara, mantiene unas dimensiones más que respetables.
El camarote de proa tiene acceso directo a su aseo. Aquí la gran cama central con mobiliario alrededor, y los dos armarios roperos, ofrecen una sensación de amplitud que se incrementa por los tonos claros del techo y la gran escotilla cenital.
En general el casi excesivo empleo de la madera en la decoración aporta gran calidez al ambiente, pero podemos decir que se ve compensada por el tono claro de los techos, tapicerías y demás piezas, como los sofás. Otra ventaja es la aportación de luz natural, que mejora la agradable atmósfera de este barco.
Navegación y conclusiones
Sasga Yachts afina cada vez más en sus modelos. En el caso de esta 54 pies, una eslora que desplaza 24 toneladas hay que calcular bien el matrimonio barco-motor, para que las prestaciones respondan a las previstas. Y ha dado en el clavo. Aunque este barco admite una potencia máxima con dos motores con eje de 400 Hp, con los dos Volvo Penta D6-435 de 435 Hp —y transmisión V drive para ganar espacio—, la apuesta es perfecta. Según el astillero con los D6-435 debía alcanzar los 23 nudos, y por una vez los superamos llegando a los 24 a 3.500 rpm. A esta velocidad el barco se mantiene perfectamente sin perder la estabilidad direccional, lo que quiere decir que tanto la carena como el timón están muy bien proyectados. Y decimos esto porque, en ocasiones, en este tipo de barcos, a régimen máximo resultan difíciles de mantener en su rumbo.
El Minorchino 54 es, no obstante, un barco que para navegar confortablemente, sin apenas ruido en la cabina (nivel bajísimo) solicita un régimen entre los 13 y los 17 nudos. A 15 nudos y 2.800 rpm es perfecto, silencioso, tranquilo, cómodo y verá incrementada la autonomía mínima de unas 380 millas (que ya es decir) en un 10 o 15%. O sea que el Minorchino 54 puede navegar a buen ritmo unas 450 millas, aproximadamente.
Por lo tanto, potencia perfectamente adaptada. Y a ello se añaden dos ventajas. La transmisión V drive, que permite ubicar los motores más a popa para ganar espacio a media eslora; y el ajuste de la potencia, que logra una buena autonomía con un consumo más que razonable. Autonomía y confort podrían ser, en síntesis, dos de las principales cualidades, a las que se suma la buena navegación, propiciada por una carena de prácticamente de planeo y muy marinera.
En cuanto a maniobrabilidad, en la unidad navegada, le sobraban vueltas de rueda de timón, inconveniente que se solventa con facilidad, pero tiene muy buena capacidad de giro y, ayudado con las hélices de proa y otra popa, la maniobra de atraque resulta poco menos que chupada. En navegación, un sobresaliente, pendiente de ajustar la altura asiento-rueda de timón, y de reducir las vueltas de la rueda.
En definitiva, un barco para la navegación de altura, mediterráneo, muy habitable, preparado para largas travesías, con una autonomía excelente, que se puede mejorar si se opta por la versión Fly, con un segundo puesto superior y más metros cuadrados disponibles.
Calidad de construcción, acabados al nivel de la categoría del barco, equipamiento de serie correcto.
A destacar
- Perfecta adaptación barco motor.
- Acabados de alto nivel, especialmente la carpintería.
- Programa de crucero de altura muy confortable y con alto rendimiento en autonomía y prestaciones.
A mejorar
- Debe ajustarse la altura del asiento del piloto a la rueda del timón, demasiado baja.
- El cofre del paso lateral debe modificar su sistema de abertura.
- Se han de reducir las vueltas de la rueda de timón. Las fijaciones de las colchonetas de solárium son mejorables.