A escala del MC5, este crucero de alta gama llama la atención por su elegancia de líneas, combinada con un cierto aire retro, propio de las creaciones más exclusivas, al que se añaden una carena francamente buena y unos interiores propios de un un yate de gran eslora. LUIS BOSCH
“Genéticamente privilegiado. El MC4, presentado en Cannes en septiembre 2013, es el heredero directo de los fuertes valores de los modelos más grandes de la gama Monte Carlo Yachts. Está dotado de un diseño intemporal con fuerte personalidad, materiales preciosos, soluciones inéditas por su categoría. Y muestra orgullosamente este aire noble de los Monte Carlo”. Así presenta el catálogo a este modelo de alta gama, barco que mantiene el mismo estilo de carena que su hermano mayor el MC5, un best seller en su categoría.
El MC4 es un crucero realmente atractivo, con un nivel de acabados difícil de ver en otras esloras de este tipo, reflejo de un ambicioso proyecto de gama como es la de Monte Carlo, que aúna la experiencia de una firma francesa como es la de Bénéteau con la del espíritu italiano, aplicado en las líneas exteriores y el cuidado y exquisito interiorismo.
Cubierta y bañera
La MC4 destaca por su particular diseño, elegante y de formas equilibradas. Llama la atención por su espacioso flybridge, distribuido con una gran dinete capaz de acomodar hasta seis personas ampliamente, complementada por un mueble de servicio con parrilla, fregadero y nevera, y un banco a babor que se convierte en un espacioso solárium, junto al puesto de gobierno. Esta zona superior se prolonga hasta cubrir prácticamente toda la bañera de popa con el fin de optimizar la superficie disponible. No obstante, una toldina se esconde en la parte posterior del fly, desde done se extiende, para acabar de cubrir el banco de popa.
La popa está ocupada por un banco –con enorme cofre de estiba debajo- que respeta la entrada directa de la plataforma de baño (opcionalmente hidráulica). Aquí hay espacio suficiente para transportar un anexo de buenas dimensiones. La pasarela telescópica y los buenos herrajes de amarre en popa y proa, facilitan el acceso a puerto y el fondeo. La proa presenta un formidable pozo de anclas, y la cubierta queda ocupada por unas colchonetas de solárium en dos partes que respetan el tragaluz y la escotilla de la cabina de proa. Lo pasos laterales, no excesivamente anchos, cuentan con pasamanos altos que, por razones de diseño, no llegan hasta la proa y se quedan cortos.
Si hay algo más que destacar de la zona abierta es el detalle en los acabados, el diseño y los numerosos detalles, repartidos por el resto del barco.
Puestos de gobierno
Ambos puestos de gobierno están perfectamente resueltos. En el fly, con un asiento individual, ajustables, de diseño y muy cómodo, que permite disfrutar de gran visibilidad. La consola hace juego con la butaca, combinando los colores oscuros marrón con el claro del volante, y dejando una amplia superficie para toda la instrumentación necesaria.
Es decir que en la MC4 no ocurre como en otros cruceros que se limitan a una pieza de fibra blanca más o menos bien puesta. Aquí el puesto del fly es de alto nivel, ergonómico y realizado con buen gusto.
Lo mismo ocurre en la cabina. El patrón disfruta de una consola bien dimensionada para que se pueda montar toda la electrónica necesaria, con todo el contorno forrado en cuero, como tantos otros detalles del barco. El puesto queda sobreelevado con respecto al plano del salón y cuenta con un asiento de dos plazas. Este puesto está un poco más adelantado que el del fly y permite una visión elevada de toda la proa. Las palancas electrónicas de los Volvo Penta están bien situadas, dispone de guantera a babor pero no tiene un reposapiés.
Dos puestos casi impecables, muy cuidados, con todo tipo de detalles, volantes regulables y dentro del estilo del resto del barco.
Interiores
Como muchos otros astilleros, Monte Carlo tiene sus salones al mismo nivel que la bañera de popa con el fin de dar continuidad y complementar ambos espacios. Por esta razón el juego de cuatro puertas se recoge en el espacio de una sola, lo que permite configurar un único volumen entre la cabina y la bañera.
La cocina ocupa un lugar preferente en este barco, junto a la entrada, muy bien equipada pero sin robar mucho espacio al salón. Nos llama la atención algo tan frugal como el grifo del fregadero, difícil de definir. Fogones, nevera grande, microondas y numerosos armarios completan esta cocina de alto nivel. Desconcertante es también el mueble superior que, con la apariencia de un armario, deja salir la tele del salón. Ingenioso, práctico y sorprendente.
La dinete en U queda enfrente, con un lujoso sofá que se puede complementar con asientos individuales. Queda un poco bajo con respeto a los ventanales laterales, pero es grande y se integra en la bañera cuando se se corren las puertas. El plano alto de la cabina se completa con el puesto de gobierno. Es un espacio muy elegante, sin exceso de luminosidad natural, con predominio de los tonos claros de la madera contrastada por los detalles del curo oscuro y la moqueta casi blanca, muy delicada.
En la zona inferior reparte dos suites con sus correspondientes aseos privados. A popa, la cabina del armador aprovecha toda la manga del barco y cuenta con dos ventanas panorámicas para conseguir una atmósfera en la que predomina la luz natural. También es luminosa la cabina de proa, dotada de numerosos portillos. Ambos camarotes cuentan con roperos grandes y espacio de estiba bajo las literas, además de una decoración exquisita. Cada material se ha seleccionado con esmero: madera cepillada, cuero ablandado, tejidos con texturas preciosas, todo ello en una armonía de tonos suaves y refinados.
Interiores en la vanguardia del diseño y el buen gusto actuales, sin nada que envidiar a las mejores marcas del planeta en este sentido.
Navegación y conclusiones
La MC4 tiene una carena prácticamente a escala de la MC5, modelo que navega francamente bien con los IPS de Volvo Penta (véase Nautica y Yates Magazine nº 13, pág. 58 o en la prueba en nuestra web aqui ). Es un crucero tranquilo, que no sobrepasa los 30 nudos de punta, estable y con un comportamiento muy ágil gracias a las transmisiones de los IPS500 de Volvo Penta. Con dos motores de 370 Hp y el gas a fondo la MC4 se pone a 29,5 nudos a 3.600 rpm, con la ayuda de los flaps que mejoran el asentamiento del barco, aún con marejadilla. Podemos mantener un régimen de crucero de unos 24 nudos a 3.200 rpm con gran confort y con gran respuesta de la dirección. La prueba de que los dos IPS500 de 370 Hp son la potencia aconsejada se demuestra con la salida en planeo en solo 5 segundos, algo realmente sorprendente en un barco de más de diez toneladas. En 15 segundos más se pone a casi 30 nudos, una marca envidiable para esta eslora de 12 metros.
En cuanto a autonomía la MC4 ofrece hasta 120 millas sin repostar, tanto a régimen de crucero como a régimen máximo, que en este caso es prácticamente la misma, vistos los consumos y las velocidades. También hay que destacar el bajo nivel acústico en la cabina, que no sobrepasa los 73 decibelios a régimen máximo, y los 72 a régimen de crucero.
Navegación muy confortable, acorde al programa de este barco, que por otra parte desaconseja la potencia de los IPS400 de 300 Hp, opinión que compartimos con el astillero. Por lo tanto conjunto ideal con los IPS500 que montan los Volvo Penta D6 de 370 Hp que con esta tarifa incluye el joystick de serie, elemento de maniobra en este barco.
En cuanto a equipamiento Monte Carlo ofrece dos packs principales, el Finittion Avantage, por 21.220 euros, que comprende varias piezas de mobiliario como el solárium de proa, la mesa del fly, o la apertura del espejo de popa, además de la nevera del flybridge, entre otros. Y el pack Finittion Elegance, por 35.260 euros, que incluye lo del pack anterior además de la televisión, el equipo de música, el convertidor de 12 a 220 V, y la electrónica con dos multifunción Simrad NSS12 en el puesto interior y en fly. A esto se añade una lista de otros equipos que completan el barco full equip.
Modelo con clase, de diseño impecable, en el que el estilo italiano de calidad se combina con una obra viva marinera y unos materiales d calidad para ofrecer un crucero de alta gama, a al altura de los mejores de Europa, por ello no en vano su hermano mayor el MC5 obtuvo el galardón de barco del año en Europa la pasada temporada.
A destacar
+ Estilo y diseño de gran elegancia.
+ Carpintería y acabados de alta calidad.
+ Buena navegación y gran capacidad de maniobra.A mejorar
– Demasiados equipos en opción.
– Interiores con moqueta blanca, bastante delicada.
– Salón algo hundido sin gran luminosidad natural ni vista panorámica.
Características
● Eslora total: 13,88 m
● Eslora de casco: 11,99 m
● Manga: 4,09 m
● Calado: 0,90 – 1,15 m
● Desplazamiento: 10.300 kg
● Gama de motorizaciones: Volvo Penta IPS500 o IPS400
● Capacidad de combustible: 2 x 400 l
● Capacidad de agua: 2 x 200 l
● Categoría de navegación CE: B12/C14/D14
● Arquitectos: Lenard & Nuvolari Design; Andreani Design y Tanguy Le Bihan; Bénéteau Powerboats.
● Constructor: Bénéteau
● Importador: red Bénéteau
● Precio: 427.000 euros, con dos Volvo Penta IPS500 de 370 Hp, y sin impuestos.
Motores
● Marca y modelo: Volvo Penta IPS500
● Potencia: 370 Hp (272 kW)
● Tipo: pods turbodiésel inyección directa
● Cilindros: 6
● Cubicaje: 5.500 cc
● Rpm máx.: 3.600
● Peso: 887 kg
Monte Carlo 4 2 x 370 Hp Volvo Penta IPS400
Rpm – nudos – consumo total l/h
600 – 3,6 – 2,4
1.000 – 5,8 – 8,4
1.500 – 8,3 – 18,1
2.000 – 10,2 – 47,8
2.200 – 10,6 – 58,7
2.400 – 12,7 – 74,7
2.500 – 16 – 76
2.600 – 17 – 86,6
2.800 – 18,5 – 98,2
3.000 – 22,6 – 113,3
3.200 – 24 – 129,3
3.400 – 27,1 – 146,5
3.600 – 29,5 – 157
Tiempo de planeo: 7 segundos
Aceleración de 0 a máx.: 22 segundos
Autonomía: en torno las 120 millas a régimen máximo.
CONDICIONES DE LA PRUEBA
Personas a bordo: 5
Combustible: 55%
Agua: 50%
Estado de la mar: rizada y brisa
GALERÍA
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