Neutrogena, de Guillermo Altadill y José Muñoz, logran el segundo puesto de la Barcelona World Race, empleando unos cinco días más que el Cheminées Poujoulat. El Neutrogena ha empleado 89 días, 11 horas y 47 minutos en cubrir el recorrido de la regata.
Altadill ha completado su séptima vuelta al mundo en regata –lo que le convierte en uno de los más experimentados vueltamundistas de todo el planeta– y es el primer catalán que inscribe su nombre en el podio de esta regata, en las tres ediciones celebradas.
La regata del Neutrogena se vió marcada por la parada técnica en Nueva Zelanda que realizó con la finalidad de reparar el motor de carga de sus baterías. Este contratiempo supuso para la tripulación hispano chilena un retraso de aproximadamente tres días y medio, entre las 24 horas mínimas de parada en puerto según el reglamento –utilizadas para las reparaciones- y el tiempo empleado en la desviación de rumbo.
Después de luchar cuerpo a cuerpo con el Cheminées Poujoulat por el liderato en el Atlántico y en el Índico, las opciones del Neutrogena se vieron reducidas. Aunque no dejaron de luchar por recuperar millas frente al líder, se vieron obligados a defender la segunda posición, amenazada por el GAES Centros Auditivos especialmente en el Pacífico. Este es el resumen de la Barcelona World Race del Neutrogena
La Barcelona World Race del Neutrogena
El Mediterráneo, a ritmo de récord
Tras una salida muy apretada y un descenso de récord hasta Gibraltar, el Neutrogena entra en el Atlántico en segunda posición, a unas 15 millas del Hugo Boss. Sus inmediatos seguidores, el Cheminées Poujoulat y el GAES Centros Auditivos, lo hicieron tras él a 6 y a 13 millas de distancia, respectivamente. Esta situación rompió la flota al quedar el resto atrapados por el poco viento del mar de Alborán. Así, se vio que estos cuatro barcos iban a protagonizar la lucha por la victoria.
Vídeo botadura del Neutrogena
Canarias
En el Atlántico, tras unas 200 millas de tensa batalla de trasluchadas navegando hacia el Oeste, la anómala posición del anticiclón de las Azores hizo que los barcos iniciaran el descenso hacia el Sur antes de la longitud de Canarias. Al traspasar el paralelo 35ºN, el Neutrogena se colocó líder en una apretada lucha con el Cheminées Poujoulat y el Hugo Boss. Los tres barcos mostraron niveles de velocidad muy similares y navegaron separados por tan sólo seis millas.
En el descenso hacia las Islas Canarias, el GAES Centros Auditivos se colocó de nuevo en el grupo de cabeza y, junto con el Neutrogena y el Cheminées Poujoulat, atravesaron el archipiélago entre Fuerteventura y Gran Canaria, mientras que el Hugo Boss decidió pasar entre la costa africana y las islas.
Tras las Canarias, la clasificación no experimentó grandes cambios en cabeza y los cuatro barcos se lanzaron hacia el Suroeste separados por tan sólo 30 millas con la idea de pasar las calmas ecuatoriales por la longitud 27º O. En la travesía del archipiélago de Cabo Verde, el Neutrogena mantuvo una cerrada lucha por el liderato con el Cheminées Poujoulat, teniendo siempre la presión del Hugo Boss y el GAES Centros Auditivos.
Mano a mano con el Cheminées Poujoulat en el Atlántico Sur
Una vez pasados los doldrums, el Neutrogena, el Cheminées Poujoulat y el GAES Centros Auditivos presionaron al Hugo Boss, que se mantenía en cabeza, hasta que el 14 de enero por la noche Alex Thomson y Pepe Ribes desarbolaron a la altura de Salvador de Bahía y dejaron el liderato al Cheminées Poujoulat, seguido muy de cerca por el Neutrogena.
A partir de entonces, el Neutrogena y al Cheminées Poujoulat comenzaron a dejar progresivamente atrás al GAES Centros Auditivos y, el 16 de enero, Guillermo Altadill y José Muñoz consiguieron el liderato. Acto seguido eligieron el modo fantasma para encubrir durante 24 horas sus movimientos en una zona de transición a la altura del anticiclón de Santa Elena –aunque por error sus rivales siguieron recibiendo sus posiciones-.
Al abandonar el modo oculto, el Cheminées Poujoulat era el líder con unas escasas cinco millas de ventaja. Cuando ambos barcos comenzaron a contornear el anticiclón de Santa Elena y a poner rumbo al Índico, el Neutrogena viró hacia el Sur a la búsqueda de una posición favorable respecto a una gran borrasca que tenía su centro sobre los 50º S. Guillermo Altadill y José Muñoz descendieron seis grados de latitud en 24 horas y el 20 de enero alcanzaron la latitud 40º S, mientras que el Cheminées Poujoulat siguió haciendo rumbo Este, entre los 34 y los 35º S.
Ambos barcos volvieron a compartir latitud tras el paso del cabo de Buena Esperanza. Por entonces, el Cheminées Poujoulat, quehabía doblado el cabo 10 horas antes, estaba unas 160 millas teóricas por delante.
El Gran Sur, marcado por la avería
En la primera mitad de la travesía del Índico, el Neutrogena se mantuvo mucho más al sur que el Cheminées Poujoulat. Guillermo Altadill y José Muñoz navegaron al límite de la zona de exclusión manteniéndose a una distancia del líder, siempre más al norte, que oscilaba entre las 200 y las 260 millas. Más adelante, durante la aproximación al cabo Leeuwin y el posterior paso por el sur de Australia, ambos barcos compartieron latitud y llevaron su lucha siempre muy cerca de la línea prohibida, manteniendo el líder una ventaja de 200 millas de media.
La situación cambió radicalmente cuando el 10 de febrero Guillermo Altadill anunció que debido a un problema de carga de las baterías se veían obligados a recalar en el puerto de Bluff, al sur de Nueva Zelanda, que se encontraba en aquel momento a 620 millas al NE del Neutrogena. Tras reparar la avería durante las 24 horas preceptivas que marca el reglamento, se reincorporaron a la regata rumbo al Sur; y cuando cruzaron la derrota que había dejado el Cheminées Poujoulat habían perdido unas 90 horas (tres días y medio): el líder se encontraba a más 1.150 millas y su segundo puesto estaba seriamente amenazo por el GAES Centros Auditivos. La lucha por la victoria se había quedado supeditada a un contratiempo de Bernard Stamm y Jean Le Cam, y Guillermo Altadill y José Muñoz navegaron a través del Pacífico defendiéndose con éxito de los ataques de Anna Corbella y Gerard Marín, quienes en algunos momentos llegaron a acercarse a menos de 10 millas.
Un cabo de Hornos doblemente emotivo
El Neutrogena dobló el cabo de Hornos el 28 de febrero por la noche, después de 58 días y 14 horas de regata. En aquel momento tenía al Cheminées Poujoulat a 980 millas por la proa y el GAES Centros Auditivos a 120 por la popa. Fue un paso muy emotivo para ambos: para Guillermo la séptima travesía, para José la segunda, y representó un momento muy especial como chileno y como amigo de su malogrado compañero Felipe Cubillos, con quien completó su primera circunnavegación. Fue un paso muy duro, pues el Neutrogena se enfrentó a vientos de más de 40 nudos y olas de 4-5 metros.
El segundo puesto asegurado en el Atlántico
A lo largo de la remontada del Atlántico Sur, fueron afianzándose en el segundo puesto y, pese a que en algunos momentos el GAES Centros Auditivos llegó a ponerse a menos de 100 millas de su popa, al llegar al ecuador llevaban más de 200 millas de distancia sobre Anna Corbella y Gerard Marín.
En el Atlántico Norte, con los primeros alisios del NE, el GAES Centros Auditivos volvió a presionar por debajo de las 100 millas de distancia, pero en cuanto el viento se estabilizó en las largas ceñidas, primero hacia la altura de Canarias y luego hasta la costa de Marruecos, la ventaja del Neutrogena fue aumentando hasta que al entrar en el estrecho de Gibraltar llevaban más 350 millas a su perseguidor.
Un Mediterráneo rápido
El pasado sábado, día 27 de marzo, el Neutrogena cruzó la longitud de Tarifa y entró en el Mediterráneo a buen ritmo. Guillermo Altadill regresó al mar en el que se formó como regatista para completar su primera Barcelona World Race, la séptima vuelta al mundo de su espectacular currículo y la primera a dos. Para José Muñoz, ésta ha sido su segunda circunnavegación.