Catorce barcos inician una vuelta al mundo que emula la gran primera regata de circunnavegación por etapas.
Autor: Kiku Cusí
“La gran fuerza de este barco es su tripulación, muy variada y muy entrenada a convivir. Se conocen todos bien y ante una dificultad no pierden el ánimo”. Jean-Christophe Petit, el patrón, el White Shadow está más que satisfecho con su equipo, pocos días antes de iniciar la Ocean Globe Race, la regata de vuelta al mundo a la antigua que quiere conmemorar el 50º aniversario de la primera Whitbread.
“Llegar a la salida en Southampton es haber hecho la mitad de todo el recorrido”, asegura el patrón del español White Shadow.
Como en aquel lejano 1973, los participantes deberán usar el sextante para situarse en alta mar, marcar su posición y calcular su rumbo en cartas náuticas de papel, y toda su información meteorológica deberá proceder de los boletines informativos por radio de onda corta y del weatherfax que dispongan a bordo. De hecho, están prohibidos casi todos los aparatos digitales, incluidos los teléfonos móviles, y la música deberá escucharse por casete, nada de Spotify ni grabaciones digitales. Sí se permiten, en cambio, las cámaras y los relojes digitales, siempre que no dispongan de GPS.
La Rolex Fastnet Race se supera a sí misma
“La primera etapa es la consolidación del entrenamiento de estos años, con la seguridad en primer término, para aprender para las dos siguientes (Ciudad del Cabo-Auckland y Auckland-Punta del Este), que serán las más duras”, asegura quien ha asumido el rol de patrón del White Shadow tras la baja por motivos médicos de Marc Miró, otra de las grandes almas de este proyecto plenamente amateur junto a Guillermo Cañardo. Petit no puede esconder su satisfacción de haber conseguido llegar a la línea de salida: “Llegar a Southampton es haber hecho ya la mitad del recorrido: solo lo hemos conseguido 14 de los 22 barcos que inicialmente iban a participar en esta OGR”, comentó a Nautica & Yates Magazine.
A escote
De hecho, cada uno de los 26 miembros de este equipo se pagan a escote su propia participación. Las restricciones de presupuesto del White Shadow se reflejan en detalles como la ausencia de uniformidad de su tripulación: todo el dinero se ha destinado a revisar a fondo este Swan 57 diseñado por Sparkman & Stephens construido en 1978 para participar en la Whitbread. Se trata de 17 hombres y nueve mujeres de siete nacionalidades distintas.
La proporción de mujeres (37%) es incluso más elevada que la del conjunto de los 14 barcos que se han lanzado a esta aventura: 65 mujeres y 163 hombres (28%), de 23 países distintos (incluidos Afganistán, India, Brasil, Japón y Antigua), pero donde predominan los 96 franceses. En el conjunto de la flota destaca también la participación de 31 jóvenes menores de 24 años, por cuanto las normas de la regata exigen la presencia a bordo de al menos uno de ellos en cada una de las cuatro etapas, al igual que una mujer.
Tres categorías
Los barcos participantes son barcos de serie, construidos en fibra de vidrio y una eslora de entre 47 y 66 pies, englobados en tres categorías distintas. La única excepción es la clase Flyer, reservada a barcos que han participado en alguna de las primeras ediciones de la Whitbread: el legendario Pen Duick VI (22 metros de eslora, diseñado por André Mauric y construido en aluminio), Maiden (el primer barco con tripulación íntegramente femenina), Neptune (un 60’ de aluminio diseñado también por André Mauric), Translated 9 (un Swan 65 patroneado por Clare Francis en 1977) y L’Esprit d’Equipe, ex Export 33 vencedor de la edición de 1985.
El White Shadow competirá en la clase Sayula junto a otros tres Swan (otro 57’ y dos 65’). Los barcos de menos de 56 pies están englobados en la clase Adventure. Se trata de cuatro Swan y un Baltic 55.