Oceanis Yacht 62 de 19 metros creado por Berret Racoupeau Design y Pier Angelo Andreadis seduce a primera vista. Y no es solo por las formas. Uno se percata rápidamente, solo con subir a bordo, de que lo que han pretendido sus autores va más allá de la estética y esconde innumerables y prácticas sorpresas. Descrubimos las razones por la que ha sido el ganador del European Yacht of the Year 2017 en la categoría crucero de lujo. German de Soler
Dicen que en la decisión de compra de un velero, la primera condición es que te enamore cuando lo ves por primera vez. No deja de ser un tópico, tan afortunado como trivial, que sería aplicable a cualquier objeto. Pero concédasenos la licencia de matizar que en el caso de un velero tiene, además de una evocación romántica, algo de cierto. Y es que si encima cada paso que el visitante dé a bordo no le desengaña y, cuando se pone a la rueda, las sensaciones le dibujan una sonrisa en la cara, ya puede ir haciendo números porque difícilmente el navegante de verdad que disponga de los recursos necesarios se olvidará del objeto del deseo. En este caso, 650.000 euros de partida, que se convierten en un millón de euros cuando se equipa el barco razonablemente.
Cubierta para vivir
Un 62 pies no se concibe sin garaje. En el caso de este Oceanis Yacht 62, el primero de una gama destinada a desarrollarse desde 50 a 70 pies y ganador del European Yacht of the Year 2017, dos pistones hidráulicos abren el espejo abatiendo una plataforma en dos posiciones: la primera permite sacar sobre robustos raíles un auxiliar de hasta 3,15 metros de eslora (el garaje mide 3,49 m por 1,70 metros), y la segunda, inclinando la plataforma hasta el agua, botarlo sin más problemas. El compresor de hinchado va de serie. Uno de tantos detalles que abundan en el barco y hacen más fácil la vida en los fondeos.
Tres aspectos más destacan en popa: las escotillas enrasadas a las bandas del espejo que dan al interior de las cabinas y cuya función, además de proporcionar una entrada de luz al fondo de las cabinas, es crear una corriente de aire de ventilación que se agradecerá en los meses más calurosos; la escaleras de acceso a ambas bandas del espejo; y la pasarela extensible eléctricamente y escamoteable bajo el extremo de popa del pasillo de cubierta.
En la bañera, dividida funcionalmente en dos zonas, la de estar y la de trabajo, destaca la posibilidad de convertir el gran cofre que la cierra en una cocina-barbacoa completa con fregadero integrado. Frente a los pedestales de los dos timones disponemos de sendos cofres, el de babor para una nevera de 40 litros y el otro para el gas, toda vez que se ha previsto un registro de acceso superior al garaje que queda debajo, en el centro de la bañera.
La zona de estar de la bañera es lo suficientemente amplia como para permitir dos mesas convertibles. Dada la presencia del garaje, la balsa de salvamento se estiba a los pies del tambucho en un cofre dedicado. Debajo se encuentra el generador, situado ahí precisamente para que pueda sacarse directamente por el mismo registro.
Esta parte de la bañera, con amplios asientos reclinados y unas excelentes superficies destinadas a solario a ambas bandas del tambucho —dispone de luz al pie, lo que de noche se agradecerá— queda protegida por una capota antirociones montada sobre el arco que soporta el anclaje de las poleas de la escota de mayor. Hay que decir que el astillero ya está desarrollando un techo rígido para la unidad número tres de este modelo. Para cubrir el resto de la bañera, un sólido toldo bimini da protección hacia popa. A proa de la cubierta otra gran superficie se destina a un segundo solario, con lo que, si añadimos los de la bañera que se configuran al bajar las mesas y el de popa, la cubierta del Oceanis Yacht 62 dispone de seis zonas aptas para estirarse a tomar el sol.
Los pasos de las bandas son anchos y cómodos —no hay cabos que estorben ya que toda la maniobra está reenviada y escamoteada— gracias a los cadenotes de obenques anclados a la regala, y conducen a una proa plana cuyas únicas aberturas son tres escotillas enrasadas, dos de las cuales dan a la cabina de proa y la tercera al triángulo de proa que queda ocupado por una cabina de marinería completa usable como cofre de velas.
Espacio y luz
La versión en que navegamos era la de tres cabinas y tres baños acabada en roble, pero que puede ser también Moabi. Una versión que realmente da la medida de la capacidad y comodidad que puede llegar a proporcionar un 62 pies. Opcionalmente, el baño de la cabina de popa a estribor puede sustituirse por una cuarta cabina individual.
La distribución del Oceanis Yacht 62 es la típica, con dos cabinas dobles en popa con baño propio y camas de 2,05 por 1,40 metros, y una doble ocupando la proa con cama central de 2,05 por 1,70 metros y todo lo necesario en cuanto a armarios y cajoneras, además de una mesa tocador o despacho, que puede sustituirse si se desea por un sofá doble y sobre la cual hay suficiente mamparo para instalar una pantalla plana.
Además de la gran ventana lateral del casco, las cabinas de popa se benefician de una entrada de luz y de ventilación extra gracias a los portillos abribles que dan al espejo de popa.
En el salón el astillero no se separa de una distribución clásica, con sofá en L circundando una mesa central abatible eléctricamente y otro sofá doble fijo frente a ella —con un mueble adosado tras él del interior de la cual se despliega la TV—, una cocina longitudinal y una mesa de cartas que, como puede observarse en las fotos, es más una mesa de despacho que el tradicional rincón del navegante.
Lo que distingue este espacio no es pues la distribución sino la concepción y los detalles que se observan por doquier, como el control digital de los sistemas, los excelentes pasamanos de la escalera de bajada y del techo, los pistones en todas las tapas de los cofres, la bodega de vinos en armario vertical y el excelente aprovechamiento del plan y la sentina para estiba, con cestas, y estiba para botellas.
Más allá de los detalles, los espacios técnicos y de servicios han merecido la atención que es de esperar en un barco en el que presumiblemente armador e invitados pasarán muchas horas. Es el caso del de la lavadora en la entrada de la cabina de proa, del reservado a la potabilizadora bajo el asiento de proa del salón, o el destinado a albergar el equipo de aire acondicionado a los pies de la escalera del tambucho. Por su parte, la cocina, con encimera de corián, dispone de lavaplatos, microondas, horno integrado, congelador y 300 litros de capacidad de frío distribuidos en dos neveras, una de apertura vertical y otra frontal.
Abunda en este concepto de velero para gran travesía, concebido pensando en la vida diaria a bordo, la accesibilidad de la sala de máquinas desde las cabinas de popa que, además de los motores, alberga el generador (en nuestro caso un Onan). El acceso es por una puerta vertical, no un mero registro, aunque sí se ha previsto uno para la inspección puntual del motor, el eje y la bocina.
Navegación
El Yacht 62 en que navegamos estaba aparejado con mayor, génova (disponía también de carril de foque autoviranrte) y código 0. Con mástil pasante de aluminio a 9/10 con tres pisos de crucetas y botavara tipo Park Avenue, la jarcia fija era de acero inox y equipaba enrollador eléctrico Facnor, muy separado del del Codigo 0, lo que facilitaba enormemente las trasluchadas, y disponía de anclaje para trinqueta. Probamos esta unidad con velas D4 Incidence, aunque de serie se entrega con velas de dracón. El back de serie es simple en pata de gallo (hidráulico en la unidad que navegamos) al igual que la contra de la botavara, que opcionalmente, como el enrollador de génova, puede ser eléctrica, como era nuestro caso. El casco con pantoque está construido en sándwich por infusión con estructura de fondo monolítica y dispone de doble timón.
Además, estaba equipada con la configuración más alta y completa, tanto en aparejo como en equipamiento de confort, lo que significa un peso añadido notable.
Con un viento variable de entre 10 y 13 nudos y una mar cómoda, el Oceanis Yacht 62 se mostró aceptablemente ceñidor. En nuestra navegación con mayor y génova, ciñendo a 40-45° con viento real de 11 nudos nos situábamos a 5,5 nudos de velocidad, lejos de lo que indican las polares teóricas del barco. Sin embargo, la velocidad subía al abrirnos hasta los 45-50°, en los que con dos nudos más de viento llegábamos a los 7,4 nudos.
Al izar el Código 0, el comportamiento del barco se ajustaba más a las polares. La velocidad máxima que alcanzamos fue de ocho nudos con 13 de viento real y eso apurando al límite de la vela a 60°. Navegando del través con 8,8 nudos de viento, la velocidad se situaba en 6,7 nudos. A 70°, y con 11 nudos de viento, alcanzamos los 7,6 de velocidad.
La maniobra está bien dispuesta, escamoteada bajo cubierta y reenviada a popa y frente a los pedestales, demasiado para nuestro gusto ya que el timonel , una vez sentado a la banda, debe inclinarse demasiado para cazar o amollar. La posición al timón es, aquí sí, confortable y la rueda se mostró en todo momento sensible y eficaz.
A motor, equipado con un Yanmar de 160 caballos y transmisión por eje con hélice de cuatro palas permite un crucero de 7,3 nudos a unas tranquilas 1.800 revoluciones, velocidad que puede subirse a 9,3 nudos apurando al máximo que da la máquina.
El Océanis Yacht 62 se nos reveló pues como un barco con carácter de crucero, que se comporta con nobleza y suavidad, que posee unos timones efectivos que se dejan sentir y una rueda eficaz y que además, al permitir múltiples configuraciones vélicas, cada armador podrá encontrar la más adecuada al mar en que navega. Siendo un barco de serie, el Oceanis Yacht 62 se ha creado con mentalidad de one-off de no escatimar posibilidades de confort en todos los rincones y calidad en todos sus componentes, tanto en cubierta como en el interior. Eso sí, a costa de incrementar el precio base en más de un tercio si se quiere full-equip.
La opinión de [N&Y]
Diseño
+ Líneas estilizadas y perfil bajo.
+ Arco de soporte y protección.
+ Mesas abatibles en bañera.
+ Zonas acolchadas a las bandas del tambucho.
+ Garaje y espejo abatible de dos posiciones.
Habitabilidad
+ Gran cabina de proa.
+ Capacidad para equipamiento de confort.
+ Integración de la cocina en el salón.
– Espacio desaprovechado al fondo de las cabinas de popa.Maniobra
+ Múltiples posibilidades de aparejo.
+ Reenvío a popa de toda la maniobra.
+ Winches secundarios retrasados.
– Winches primarios un poco lejos de la mano del timonel.
Características Oceanis Yacht 62
• Eslora total: 19,07 m
• Eslora de casco: 18,12 m
• Eslora de flotación: 17,29 m
• Manga: 5,33 m
• Calado corto/largo: 2,30/2,90 m
• Lastre: 6.800/5.900 kg
• Desplazamiento en rosca: 24.170 kg
• Capacidad de combustible: 1. 000 l
• Capacidad de agua potable: 1.060 l
• Motor: Yanmar 6BY3 117 kW (160CV) Diésel
● Superficie vélica estándar:
-Mayor: 94,30 m²
-Génova (105%): 87,60 m²
-Spi asimétrico (opcional): 250 m²
-Trinqueta (opcional): 38,70 m²
• Diseño: Andreani Design
• Arquitectura naval: Berret Racoupeau Yacht Design
• Categoría A/B/C
● Precio: 650.000 euros sin impuestos.
●Constructor: Bénéteau
Seguro METROmar
Prima del seguro básico a terceros: 217,61 euros.
Incluye, responsabilidad civil obligatoria y voluntaria; defensa y reclamación de daños; y asistencia marítima.
FOCO EN
VÍDEO Océanis Yacht 62