LA PASIÓN POR LA REGATA NO SE OLVIDA
Si se puede hablar de tendencia, en los veleros de crucero regata hay más lujo que hace unos años. Parece que los clientes de este sector están dispuestos a pagar un poco más para obtener un producto más selecto. O incluso mucho más: el ejemplo más flagrante es el XP 50, con un precio de salida contundente y una lista de equipamiento impresionante. Carlos Serra: Fotos: Bertel Kolthof/Carlos Serra
XP-50
Proa vertical con bauprés o delfinera; popa casi invertida y línea de cubierta de arrufo prácticamente inexistente. Tres líneas horizontales un poco más arriba de la flotación, varios portillos rectangulares y una caseta corta, recogida. Hablamos aquí de la estética, importante en el XP-50, porque no hay sitio para comentar el comportamiento a vela, espectacular y emocionante.
Sólo un comentario en cuanto a sus facultades veleras: dependerán de las que tenga su tripulación, pues es exigente. Máquina implacable y ligera, el nuevo almirante de la gama “performance” de X Yachts define el estándar en este segmento.
Lástima que su interior, ultraligero y desangelado debido al uso excesivo de los muebles moldeados blancos, no esté a la altura de su categoría de velero de lujo. Aunque en su favor hay que decir que es amplio y todos sus ambientes están bien resueltos.
Grand Soleil 39
La proa afilada y el pantoque bajo, más acusado y recogido en popa, de este diseño de Claudio Maletto transmiten velocidad. Y no engañan: al timón, la sensación es inmediata, el gusto por remontar contra el viento no falla, la aceleración está allí.
Como buen barco de regatas, exige una perfecta coordinación entre timonel y trimmer de mayor. Lástima que la bañera sea algo angosta, a falta de veinte centímetros de longitud. La pasión italiana por el diseño culmina en una cubierta limpia, con una caseta de ángulos vivos y un muy atractivo espejo abierto.
El interior ofrece carpintería generosa en madera, pero ligera en fabricación. Nadie diría, al sentarte en el salón, que está en un velero tan deportivo.
Grand Soleil consigue de nuevo producir el barco más “sexy” de su categoría a un precio razonable.
Sly 39
En las pruebas de La Spezia, con poco viento y mar plana, el Sly 39 estaba a sus anchas. Tanto en ceñida como con el asimétrico, orzando para ganar presión y viento aparente, parecía moverse sin siquiera frotar el agua. Su bañera era cómoda y con espacio para todo.
El precio de esa amplitud, una caseta adelantada que confería al barco una estampa algo rara. Eso no quitaba sin embargo espacio al interior, que ofrecía cabina de proa y camarote de popa además de enorme cofre de velas accesible desde el interior.
Buena decoración, madera de calidad, y la astuta solución para combatir el peso gracias a los armarios y cama de proa desmontables, que pueden desembarcarse. No solamente se aligera el barco, sino que también se facilita el movimiento de las velas en sus sacos.
MC 34 Patton
El único candidato que se confiesa puramente para regatas es un diseño del equipo de Marc Lombard y ha sido estudiado en dinámica de fluidos para obtener la máxima velocidad. Tiene un casco bajo y amplísimo, un aparejo potente y una cubierta pensada exclusivamente para correr. Tendrá dos palas de timón, que le confieren estabilidad de rumbo en las planeadas, y busca complacer a los regatistas oceánicos que navegan en solitario o a dos.
Espartano en el interior, equipado en cubierta con herrajes de la más actual tecnología, ligero en todos sus detalles y excelentemente construido, destaca por su maniobra con barra de escota amplísima, winches desplazados al interior de la bañera y raíles perpendiculares para el foque.
En Southampton se le vio rápido pero todavía falto de puesta a punto para alcanzar todo su potencial.
Dufour 36 Performance
Lo prometió el astillero y lo corroboramos nosotros: un Dufour orientado hacia la regata crucero y pero con una habitabilidad razonable y sin lujos. Más ligero, con una bañera pensada para la maniobra y una superestructura donde mandan las aristas, el diseño de Felci respira vocación deportiva por todos sus poros.
No se olvida sin embargo de la faceta crucero, departamento en que los dos camarotes y el salón de bancos paralelos, el baño y la cocina dan todo lo que se pide. Añadan ustedes astucias como la mesa central desmontable, el cofre secreto donde esconder las velas cuando llega la familia o los bancos de bañera escamoteables que merecen aplauso.
Económico, bien construido y sobre todo lleno de detalles marineros que siguen situando a Dufour en un piso superior al de la mayoría, parece una de las mejores combinaciones del año.