Las nubes de tormenta que bajaban de las montañas hacia el norte de Barcelona han provocado unas condiciones desafiantes y dinámicas con enormes roles de viento en el primer día del segundo Round Robin: la etapa de la Louis Vuitton Cup donde cada prueba importa. Ahora es cuando se pone muy serio, con el hecho inmutable de que el domingo, si se cumple el programa, para un equipo se acabará el sueño de la Louis Vuitton 37ª America’s Cup y será eliminado. Una cruda realidad.
Mientras los equipos dejaban los muelles, la tensión estaba presente con los fans ondeando su bandera y despidiendo a sus equipos con un entusiasmo desenfrenado antes de una regata de alta presión: nada más y nada menos que Alinghi Red Bull Racing contra Orient Express Racing Team. Los suizos, sin victorias durante todo el primer Round Robin, se han mostrado imponentes desde el principio consiguiendo una ventaja enorme y aprovechando un error de los franceses que los hizo caer de los foils en la primera manga.
Los suizos ya no han mirado atrás, dejando cero vías de paso a Orient Express Racing Team, y han navegado con precisión durante seis mangas para asegurarse una victoria moralizadora que podría ser clave al final de esta regata en caso de empate. Primera victoria para Alinghi Red Bull Racing, en el momento justo y cuando más importa.
Un entusiasmado y aliviado Maxime Bachelin, timonel de babor del Alinghi Red Bull Racing, ha vuelto a tierra orgulloso de su equipo: “Es una muy buena forma de empezar la semana. Creo que lo hemos hecho bastante bien, nos gustan estas condiciones cambiantes y el viento fuerte, así que hemos hecho justo lo que queríamos. Estuvimos bastante desanimados la semana pasada después de los resultados; ahora es un buen reset y estamos muy contentos con el rendimiento del equipo en el manejo del barco y la velocidad, que parece mejor que antes, así que estamos muy contentos”.
Para los franceses ha sido una derrota dura, pero Quentin Delapierre, patrón y figura principal de la campaña, todavía ve una vía de salida: “Hemos tenido un problema técnico, lo que ha sido bastante desafortunado, y estábamos simplemente luchando con el barco en el cajón de salida. La primera virada nos ha costado mucho. No ha sido una derrota justa. Es lo que hay. Esto es la Copa, es parte del juego y, sinceramente, mantenemos la confianza alta. Sabemos que mejoraremos otra vez durante esta semana, podemos ganar todos los encuentros, así que debemos mantenernos positivos. Esta semana, todo es posible”.
Estos dos equipos están luchando por un sitio crucial en la semifinal de la Louis Vuitton Cup y se lo juegan todo en los próximos días. Otros dos equipos que están en una lucha bastante ajustada son Emirates Team New Zealand y Luna Rossa Prada Pirelli, que se han enfrentado en una prueba fascinante. No parece que haya mucho por escoger entre estos dos, a parte de la precisión en la navegación y el posicionamiento, que hoy Jimmy Spithill y Francesco Bruni han bordado a la perfección desde el principio.
Echando viento sucio a los kiwis en los acercamientos finales a la línea y forzándoles a virar lentamente y a caer de los foils, Luna Rossa se ha hecho con la ventaja y ha sobrevivido a una gran escora en la salida de una virada. Sin embargo, el drama ha sido en la empopada final hacia la llegada; ha empeorado el tiempo y han sonado truenos cerca del campo. Finalmente, un rayo ha caído en el agua, solo a unos cientos de metros delante de Luna Rossa, cuando se dirigían a la línea de llegada.
Sensatamente, el comité de regatas ha detenido la regata otorgando la victoria a Luna Rossa y descalificando a Emirates Team New Zealand por salir de los márgenes del campo para evitar la tormenta. Ambos barcos han arriado las velas inmediatamente y han sido remolcados rápidamente al Port Vell.
Jimmy Spithill, patrón del Luna Rossa Prada Pirelli, ha alabado enormemente a su equipo de cyclors, a quien ha reconocido el mérito de generar la potencia que les ha permitido hacer una salida como la que han hecho contra los kiwis: “Todo el mérito es de los chicos de las bicis. Esa salida ha requerido toda la energía que teníamos y probablemente toda la que usaremos nunca. Ser capaces de hacer esto es una señal de fuerza muy importante. Está bien ganar una contra ellos, hemos hecho unas cuantas regatas muy buenas, los chicos han sido capaces de superarles a nivel de fuerza y ese es el principal objetivo. He visto todo el trabajo duro que nuestros cyclors han hecho, y cuando se ponen a ello, son como una manada de animales salvajes. A veces dan miedo; ¡ya han roto algunas bicis! Ha sido otra regata estupenda contra los kiwis, no esperamos menos cuando nos enfrentamos a ellos y, por desgracia, es la última por un tiempo. Veamos qué pasa en las siguientes rondas contra los Challengers”.
Hablando sobre la presalida y la jugada de Luna Rossa, Peter Burling, patrón de Emirates Team New Zealand, ha cargado con la culpa: “Ha sido un error por mi parte, les he dejado adelantarse demasiado. No pensaba que podrían acelerar como lo han hecho y hemos acabado en una situación difícil cuando se nos han puesto encima. Cuando te caes del foil y se queda sin flujo, todo se pone raro y acabas con ángulos extraños, pero pese a todo, estamos bastante contentos con cómo nos hemos preparado en la presalida; les hemos hecho hacer lo que queríamos y simplemente no hemos sido capaces de acabarlo, pero estamos contentos con como hemos navegado en el campo. Parecía que les alcanzábamos, pero estaba tan favorecido a la derecha que cada vez que intentábamos separarnos o ir por la izquierda, evaporábamos todo el trabajo duro que habíamos hecho. Era muy difícil pasar”.
Una conclusión dramática a dos pruebas interesantes. Los suizos han gestionado magníficamente bien la presión y han ganado impulso en la campaña, mientras que los italianos han acelerado el suyo, ganando decisivamente a los Defensores de la Louis Vuitton 37ª America’s Cup.
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