Sasga Yachts ha celebrado su primer Dealer Meeting en Menorca al que han asistido distribuidores de todo el mundo para conocer las novedades del Astillero para la próxima temporada.
El evento, que ha tenido lugar los días 20 y 21 de junio, ha sido una grata experiencia, tanto para la organización como para los asistentes, quienes además de participar en las jornadas de trabajo organizadas por el Astillero, han podido disfrutar del patrimonio y gastronomía de la isla.
Durante la primera jornada, los asistentes han conocido in situ el trabajo que desarrolla el taller durante una visita a las instalaciones del Astillero, donde los responsables del proceso de infusión del casco han mostrado el funcionamiento de uno de los aspectos más característicos de los Sasga Yachts, su carena, mucho más desarrollada y diseñada para mejorar las prestaciones de navegación y reducir el consumo, permitiendo una velocidad de crucero de entre 12 y 18 nudos y pudiendo alcanzar los 23 nudos si es preciso.
Tras conocer las novedades en las que trabaja el departamento de marketing y que se darán a conocer durante la próxima temporada -después de incorporar las aportaciones de cada uno de los dealers- todos los asistentes pudieron disfrutar de una travesía a bordo de un Menorquín 54 por el puerto de Mahón hasta llegar a un entorno privilegiado como es el Lazareto, una fortaleza sanitaria del siglo XVII construida en una pequeña isla.
Ha sido ese maravilloso enclave el elegido para presentar las mejoras de diseño que incorporarán los diferentes modelos de Sasga Yachts y que otorgan más autonomía y confort a las embarcaciones. Entre otros aspectos, destaca el desplazamiento a estribor de la rueda del timón y de todos los dispositivos electrónicos, con el fin de mejorar la navegabilidad y maniobrabilidad de la embarcación.
Durante la segunda jornada, los proveedores Volvo, Garmin, Quick y Camber Marine como distribuidor de los estabilizadores Humphree han realizado sendas presentaciones sobre los aspectos tecnológicos más novedosos que incorporará Sasga Yachts a sus modelos y que permitirán un aumento de las prestaciones al incorporar depósitos de combustible más grandes, una importante mejora en la planificación de la ruta de navegación o una estabilidad mucho más efectiva.
El objetivo de las jornadas era el de reforzar la red de distribución de Sasga Yachts y facilitar nuevas herramientas que puedan ser útiles para la comercialización y promoción de las embarcaciones.
En ese sentido, la valoración por parte de la organización es muy positiva, dado que la experiencia ha resultado enriquecedora y ha sido una muy buena oportunidad para reforzar el vínculo entre los distintos mercados en los que está presente Sasga Yachts, así como crear nuevas sinergias que favorezcan la comunicación y coordinación de acciones entre los distintos mercados en los que está presente la marca.
La diferencia está en los detalles
Actualmente Sasga Yachts trabaja con más de 15 países, con presencia prácticamente en todo el mundo. De esos 15 países, su principal mercado se encuentra en Europa, aunque en los últimos 10 años ha conseguido captar la atención de países como Estados Unidos, Australia o Japón. Gracias a la consolidación del mercado tradicional y a la apertura y expansión de la marca, hoy en día, el Astillero de Sasga Yachts emplea a más de 60 personas en taller.
Sasga Yachts trabaja desde la personalización de cada una de sus embarcaciones. El Astillero menorquín permite al Armador elegir entre diferentes configuraciones de distribución interior, maderas, telas y diversos materiales, cuidando cada detalle, y trabajando con la mejor calidad. De hecho, cada fase del proceso se desarrolla de manera artesanal porque cada embarcación es una joya, con identidad propia, diseñada y creada para satisfacer las necesidades de cada cliente.
El propósito va más allá de la fabricación y comercialización de embarcaciones. El Astillero dedica todos sus esfuerzos a hacer que sus clientes se sientan orgullosos de formar parte de la familia Sasga Yachts. La experiencia de navegar a bordo de un Menorquín es única y la marca es garantía de calidad e identidad. La personalidad del Menorquín ha conseguido romper cualquier barrera cultural o geográfica, es por ello, que los valores y la filosofía de la marca han hecho historia.