Con el nuevo ciclo económico iniciado en el año 2014 se ha desmarcado, con un gran protagonismo, una nueva forma de consumo como es el alquiler de embarcaciones de recreo. Carlos Sanlorenzo
Resulta inaudito comprobar cómo los datos de venta de embarcaciones destinadas al alquiler en lo que llevamos de ejercicio del 2016 triplican, salvo en lo que al segmento de vela se refiere, a los datos del ejercicio del 2007, cuando el sector alcanzó su “época dorada” con el registro de más de 14.000 unidades vendidas e inscritas en Lista 7ª.
Adicionalmente a este dato, hemos de añadir la aparición de múltiples empresas que gestionan el alquiler de flotas de embarcaciones (unas de carácter nacional y otras incluso de ámbito internacional) a través de plataformas tecnológicas y comunidades digitales muy bien desarrolladas.
Todo ello nos hace pensar sin duda que podríamos encontrarnos ante un gran movimiento que pretende reinventar, no sólo la oferta del producto, sino la forma de consumo. ¿Nos encontramos ante una verdadera tendencia o una mera moda pasajera?
Los datos reflejan que, salvo las neumáticas plegables que descienden de forma poco representativa, el resto del mercado aumenta considerablemente destacando por encima de todos ellos las motos de agua que acaparan un 41,3% del mercado con un aumento del 40% en relación al ejercicio del 2015.
Barcos y coches
Por otro lado, si realizamos un paralelismo de nuestro sector del chárter con respecto al mercado del Rent a Car (alquiler de vehículos), vemos de igual forma que la tendencia del mismo es alcista e incluso superior significativamente con respecto a la venta de coches de carácter privado.
En esta gráfica podemos apreciar el considerable aumento que ha tenido el mercado de Rent a Car (RAC) durante la época de crisis económica por la que hemos atravesado estos últimos años. También podemos constatar en la misma cómo el aumento de esta actividad ha sido superior al 10% en los últimos años, destacando la subida del más del 60% en el ejercicio 2010, cuando nos encontrábamos en el epicentro de la mayor crisis económica de nuestra economía moderna. Sin duda genera múltiples reflexiones. Si bien es cierto hemos de analizar esta gráfica con cautela dado el Rent a Car se ha visto abducido por los datos extraordinarios de turismo internacional que visitan nuestro país, sin lugar a dudas nos sirve como referencia para analizar el comportamiento del consumo. Si adicionalmente a todas estas gráficas, comparamos nuestros datos con las estadísticas en materia de alquiler de embarcaciones de recreo a nivel internacional, de igual forma, aunque no de manera tan destacada como en España, podemos comprobar cómo se mantiene la tendencia alcista en este sector también en el resto de países europeos (según datos ofrecidos por la European Boating Industry).
Tiempos de cambio
Todo ello nos hace concluir que, sin lugar a dudas, nos encontramos no sólo ante una moda pasajera sino realmente ante un claro cambio de tendencia que seguro cambiará la imagen y tejido empresarial e industrial de nuestro sector y que requerirá de nuevos servicios y nuevas formas de negocio.
Ahora corresponde entrar en un período necesario de consolidación, estabilización y profesionalización del mercado del chárter. Es muy probable que el mercado náutico no llegue a estar dominado por unos pocos operadores como ocurre en el automóvil, pero sin lugar a dudas tampoco encontraremos un sector tan atomizado como lo es en la actualidad. Desde el punto de vista normativo están pendientes muchos pasos, sin perjuicio de los ya acometidos, como es la eliminación de la eslora en la exención del impuesto de matriculación o la reducción de la carga burocrática conseguida a través de sendas iniciativas legislativas impulsadas por Anen.
Debemos caminar hacia un proceso de liberación y unificación de criterios a nivel estatal, sin perjuicio de dónde se desarrolle la navegación. La Comisión Nacional del Mercado de Valores ya se ha pronunciado públicamente en el sentido de facilitar el acceso al mercado de alquiler de la vivienda y el transporte, y esta medida ha de ser extrapolable a cualquier ámbito, incluido el del ocio o recreo.
Tampoco podemos permitirnos que con nuestras condiciones climatológicas se realice un consumo de chárter exclusivamente veraniego. Debemos conseguir desestacionalizar la actividad y para ello será precisa la colaboración de todos los operadores y administraciones implicadas. La extensión del plazo del despacho de las embarcaciones y la habilitación profesional para determinados títulos náuticos serán de igual forma necesarios abordar para conseguir un mapa competitivo a nivel europeo. También la formación será esencial para liderar los proyectos empresariales en esta área. A tal fin, mencionar el I Curso Presencial de Chárter Náutico que, liderado por ANEN, AEGY y AENIB, se va a desarrollar bajo la coordinación y gestión del reconocido Instituto Marítimo Español en Palma de Mallorca durante la última semana de octubre.
Sin lugar a dudas, una oportunidad para conocer todos los entresijos necesarios para optimizar con éxito la “era del chárter”.
El autor es abogado especializado en legislación y normativa náutica, y director general de ANEN (Asociación Nacional de Empresas Náuticas).