El NYYC American Magic ha puesto en marcha un programa especial para ver la Copa América desde dentro y con tres experiencias únicas, tres formas de vivir la regata de manera inmersiva y con más emoción que nunca.
Aparentemente esta edición de la Copa América está rompiendo moldes. Así, a diferencia de otras ediciones, el espectáculo podrá verse desde la playa y a través de otras alternativas como la que, por ejemplo, ha puesto en marcha el Hospitality del New York Yacht Club American Magic. Para ello el equipo de vela más emblemático de la Copa del América (26 títulos en 132 años) abrirá las puertas de su base a partir del 22 de agosto y ofrecerá algunas de las experiencias más exclusivas de la competición.
Hasta finales de octubre, la sede barcelonesa del NYYC American Magic estará abierta a particulares y empresas que deseen conocer por dentro al equipo americano y lo mejor de la Copa del América. Como explica el canario José Luis Wood, “Woody”, miembro del equipo comercial y tres veces olímpico de vela: “Es una ocasión única para ver la historia, el presente y el futuro de la Copa del América por lo que representa el equipo americano, porque se accede a uno de los centros de alto rendimiento más importantes de la vela mundial”.
Tres programas Hospitality inmersivos
Los tres programas que ha puesto en marcha el Hospitality del NYYC American Magic son: por un lado el VIP Skybox, el Spectator Boat & amp, por otro, el Team Base VIP y el Chase Hydroboat & y, por último, el Team Base VIP Experiences. Cada programa tiene una duración de 6 a 11 horas y tienen en común que combinan la alta gastronomía, la presencia de comentaristas que permiten seguir la regata al detalle, pantallas conectadas al barco, regalos exclusivos e incluso ponerse a los mandos del simulador del AC40 y disfrutar de la visita de algún miembro del equipo antes o después de cada regata.
Cada programa tiene sus particularidades, pero sin duda la más sorprendente es la posibilidad de navegar en el Chase Hydroboat y ver la competición en el mismo campo de regatas, directamente por detrás de los barcos, persiguiéndolos a bordo de este futurista modelo de catamarán eléctrico de hidrógeno que navega sobre foils a velocidades de hasta 50 nudos. No es la oferta más económica de todas, pero dinero aparte, la experiencia suena magnífica.
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