El nuevo Bavaria Cruiser 46 es un ejemplo de lo que puede dar de sí el rediseño y actualización de un modelo cuando se adapta a los cambios en la forma de entender y practicar la navegación de crucero que permiten las nuevas tecnologías. GERMAN DE SOLER
Junto a los Bavaria Cruiser 37 y 41, el Cruiser 46 se enmarca en el proceso de renovación de la gama de crucero del astillero bávaro, sustituyendo al anterior modelo, el Bavaria 45.
Respecto a su predecesor, mantiene el mismo casco, el timón y la quilla pero presenta una nueva cubierta y modifica el sistema de transmisión de los dos timones con que cuenta, adoptando el sistema directo Jeffa.
Al mismo tiempo, se ha dotado de doble rueda con dos nuevos pedestales de gobierno inclinados a las bandas, más ligeros y estilizados, se ha reforzado la mesa de la bañera y se ha ampliado el volumen de los cofres de las banquetas y del plan de la bañera, donde encontramos otro destinado a la balsa de salvamento.
Formalmente, la nueva unidad ofrece un aspecto moderno y estilizado con un nuevo diseño de tejadillo plano, caseta de perfil bajo y escotillas enrasadas.
La bañera se hace más grande, lo que permite que las banquetas, ahora en L, se hayan ampliado en anchura al tiempo que las brazolas son más altas y más cómodas.
En cuanto a aparejo, el Bavaria 46 ha escogido una configuración de mayor grande y foque pequeño al 106 %, con la escota de mayor a la alemana sobre el tejadillo, lo que convierte la maniobra en mucho más fácil.
La unidad en que navegamos equipaba también el sistema opcional Trim Control de ayuda a la virada, patente del astillero, que permite con solo apretar un botón trimar el foque automáticamente en cada virada sin preocuparse de las manetas ni tomarse la molestia de liberar y enrollar el cabo en los winches: el sistema amolla automática y coordinadamente una escota al tiempo que caza la otra. También permite amollar y cazar cada escota independientemente con solo apretar el correspondiente botón.
En cubierta todas las escotillas son enrasadas y disponen de cortinillas de sombra y mosquitera. De serie se entrega con teca en las banquetas de la bañera y en la plataforma de baño.
La mesa de la bañera merece que nos detengamos en ella tanto por su factura como por su utilidad: robusta, con lámpara extraíble —sorprende que se haya tardado tanto en implementar algo tan esencial para crear un buen ambiente en un fondeo—, compás integrado fácilmente visible desde ambas ruedas, alas abatibles grandes y fáciles de desplegar, cofre central, posavasos y un módulo para integrar el ploter. Realmente no se le puede pedir más a una simple mesa.
A destacar también la gran plataforma de popa que se forma al abatir el espejo, que cuenta con pistones y cable de seguridad, y que permitirá disfrutar en los fondeos de una sólida y espaciosa superficie de baño, con agarres y escala.
He aquí los rasgos esenciales que distinguen a este modelo de crucero puro de su predecesor desde el punto de vista de la construcción y el diseño exterior, actualizándolo. Sin embargo, es en el interior donde el astillero nos reserva las mayores sorpresas.
Interior: cambio de paradigma
El interior del nuevo Bavaria 46 ofrece una interesante novedad desde el punto de vista del conceptual, que repercute muy positivamente en una ganancia de espacio y en una mejora de la funcionalidad del salón: la ausencia de mesa de cartas.
La total desaparición de la mesa de cartas implica un verdadero cambio en el concepto que tenemos de navegar, al tiempo que se adapta a los nuevos hábitos tecnológicos de los usuarios. Su función la cumple perfectamente la mesa del salón, cuya superficie se transforma en dos grandes pupitres enfrentados con tapa elevable y bisagra central, a la manera de las antiguas mesas de cartas.
Aunque no hay ploter interior, dado que la mesa de la bañera ya incluye el sitio para integrarlo, sí que existe el espacio en el panel lateral para que quien lo desee pueda instalar uno. Con esta opción, el astillero entra de lleno, y sin ambages, en el uso de las nuevas tecnologías WiFi y Bluetooth a bordo para transmitir los datos del ploter de cubierta a un equipo interior que puede ser una tableta o un ordenador, de manera que ya no es necesario que el armador invierta en un sistema doble de pantallas de navegación.
En consecuencia, y como beneficio añadido al ahorro en precio e instalaciones, el salón se hace más grande y permite disponer de un sofá de popa extensible que permite que una persona más se siente en la mesa, y que es a la vez utilizable como tumbona. Al lado, en el mamparo del baño, un revistero con repisa permite guardar tanto libros como cartas de navegación.
El espacio central dispone de un mueble central exento con banqueta plegable que hace las veces de armario de estiba, pasaplatos con guardamares y de asiento. En el modelo que probamos, dicha banqueta resultaba demasiado estrecha, por lo que en sucesivas unidades se moverá ocho centímetros de manera que el asiento resulte más grande y cómodo.
Hay detalles interesantes, como el revistero de cristal acrílico situado en el mamparo del baño de popa, junto al asiento extra extensible, con repisa superior para objetos pequeños como gafas o móviles y armario debajo para objetos mayores tipo prismáticos o herramientas de uso habitual.
La cocina se ha situado longitudinalmente a babor y pese a ser grande y disponer de numerosas superficies de trabajo y de estiba, adolecía en la unidad de probada de algunos defectos que se corregirán. Entre ellos la colocación de una ventana más integrada en la cocina, la sustitución de los guardamares actuales por otros de mayor altura y la colocación de otra nevera. También aquí el diseño piensa en el crucerista, ya que la cocina se dota de una superficie extra a popa destina a electrodomésticos como la cafetera exprés, otro elemento cada día más frecuente a bordo.
El plan es de doble panelado, uno continuo y el otro encima, lo que da rigidez y evita los típicos crujidos.
Habitabilidad y flexibilidad
La versión que probamos es la de tres cabinas y tres baños, pero existe la versión cuatro cabinas, en la que el astillero ofrece la segunda de las innovaciones que merecen ser destacadas: el concepto Flex-Shot —que podríamos traducir por mamparo de quita y pon—, que permite convertir la cabina de proa en dos cabinas independientes separándolas en cuestión de minutos mediante un mamparo móvil central que se monta y desmonta con la ayuda de una sola llave. Como en el modelo de tres cabinas, el baño queda en la banda de estribor y la ducha en la de estribor, pero en este caso ambos son de uso común para las dos cabinas resultantes accediendo a ellos gracias al pequeño distribuidor que se forma al montar los mamparos.
De hecho, esta es una opción quizá más orientada a los armadores que quieran destinar el barco a chárter durante un tiempo limitado y después revender el barco como yate familiar, ya que permite reconvertir el barco a tres cabinas de forma sencilla y sin costes añadidos cuando se desee. Sea como sea, es una muestra de ingenio y de capacidad de adaptación a la situación real del mercado y a las necesidades cambiantes de los propietarios, encontrando soluciones tecnológicas y constructivas a necesidades reales.
La cabina de proa de la versión tres cabinas, con una gran cama central, dispone de armarios altos a lo largo de las bandas, así como de estanterías a la altura de la cama. El triángulo de proa se destina a cofre de velas, con acceso desde cubierta.
Navegación
Salimos a navegar con un viento de 28 nudos que aconsejaba ya de entrada ser prudentes y pasar dos rizos a la mayor y recoger unas vueltas al foque. En estas condiciones y con una ola larga formada, el Cruiser 46 mostró en todo momento un comportamiento estable y noble, con excelente respuesta al timón y un buen asiento en la escora, reaccionando con presteza al juego con las escotas. Con las velas estándar proporcionó velocidades punta en ceñida de 8,5 nudos que aumentaban hasta los ocho nudos abriendo escotas a un descuartelar y con puntas de 8,7 en las rachas. Excelente comportamiento también navegando del través con velocidades constantes de 8,8-9 nudos, sin un gran esfuerzo en la rueda. Ante la imposibilidad de montar el gennaquer, pusimos al Cruiser 45 al largo para hacernos una idea de sus posibilidades con portantes, a 120º y 150º, pudiendo mantener, con este trapo unos excelentes 7,5 nudos. Y ya puestos, optamos por jugar un poco navegando a favor de la ola larga a orejas de burro lo que nos permitió disfrutar de unos excelentes siete nudos con puntas de ocho en los planeos bajando la ola.
En suma, un velero robusto, equilibrado y estable, en el que uno tiene siempre la sensación de control, sin penalización de velocidad por su condición crucero puro y con unos interiores adaptados plenamente —diríamos que revolucionariamente— a las nuevas formas de entender la navegación de crucero.
Características
● Eslora total: 14,27 m
● Eslora de casco: 13,60 m
● Eslora de flotación: 12,94 m
● Manga: 4,35 m
● Calado : 2,10 m
● Desplazamiento: 12.600 kg
● Lastre: 3.490 kg
● Motorización: Volvo-Penta SD D2-55/D2-75 41kW-55hp/55kW-75hp
● Capacidad de gasoil: 210 l Capacidad de agua potable: 210 + 150l
● Superficie vélica estándar: 107 m2
● Precio: 167.400 euros, sin IVA ni transporte.
● Astillero: Bavaria Yachts
● Importador: Bavaria Spain
LA OPINIÓN DE [N&Y]
Diseño
+ Desaparición de la mesa de cartas
+ Concepto de cabina transformable
– Asiento de mueble bar corto.Cubierta
+ Escotillas enrasadas.
+ Plataforma de popa.
+ Mesa de la bañera.
+ Pedestales inclinados.Acomodación
+ Cabina de proa grande.
+ Cocina longitudinal con L en popa
– Nevera justa para uso en crucero largo o chárter.
– Despliegue de la banqueta de popa del salón complicada.
FOCO EN
VÍDEO
Vídeo en inglés comentado por Daniel Kohl, Product Manager Sailing Yachts de BAVARIA