Pocas empresas náuticas cotizan en los mercados de valores, pero un atento paseo por internet nos permite descubrir auténticas curiosidades respecto a algunas de las más importantes firmas de la náutica de recreo internacional. Miquel Mallafré
Ante todo hay que recalcar que, por el simple hecho de cotizar en un mercado de valores, las empresas están obligadas a mostrar públicamente su contabilidad básica y la distribución de su accionariado, hasta donde sea posible. Esto se hace con la finalidad de que cualquier persona que esté dispuesta a invertir pueda conocer los resultados de la compañía, su capitalización, sus directivos y otros aspectos relevantes.
En segundo lugar, hemos de decir que toda la información que hemos utilizado para realizar estas páginas está disponible gratuitamente en internet, sin haber tenido que recurrir a empresas de informes comerciales. En la revista tenemos las lógicas limitaciones del espacio disponible, pero cualquier interesado puede seguir navegando durante horas por la red. Sin embargo hemos de advertir que, puesto que se trata de empresas cotizadas, las cifras expresadas en el artículo cambiarán necesariamente con cada jornada bursátil, por lo que deben tomarse como orientativas y transitorias.
Europa
No hay empresas náuticas cotizadas en España. Y pocas en Europa. Lo estuvo el Grupo Rodríguez, que se dedicaba a la compra y venta de embarcaciones de lujo, llegando a vender 2.000 yates en 40 años, especialmente de las marcas italianas Mangusta y Leopard, pero también de la española Astondoa. Al quedarse con yates usados para cerrar la compra de yates nuevos, en un momento de recesión generalizada, la compañía se depreció rápidamente. El Grupo Rodríguez llegó a estar valorado en 746 millones de euros en 2006, y solo en 11,25 millones cuando se procedió a su liquidación judicial. Una de sus marcas, Camper & Nicholsons Charter fue comprada por el fondo de inversión suizo Coloseum por un millón de euros, y el varadero de Golfe Juan, en la Costa Azul, por dos millones, adquirido por empresario alemán Claus Johansen, que ya era propietario del varadero de L’Esterel. No contribuyó a la favorable evolución el que, por entonces director Alexandre Rodriguez, se relacionara con gánsteres, razón por la que fue detenido en julio de 2010.
Zodiac Aerospace cotiza en el NYSE Euronext París (la fusión de las bolsas de Nueva York, Amsterdam, Bruselas, Lisboa y París), pero no es “la Zodiac” de embarcaciones neumáticas, sino el grupo nacido para la construcción de globos aerostáticos, que sigue siendo una importante empresa en el ámbito de la aeronáutica. Zodiac Aerospace está valorada en unos 6.300 millones de euros. Las familias fundadoras conservan un 25% del capital, y un paquete de más del 5% pertenece al holding FFP que, a su vez, está controlado por la familia Peugeot.
La división marina se vendió en 2007 al Grupo Carlyle por 193 millones de euros y éste, a su vez, lo vendió a Open Gate Capital en 2013. Hoy Z Nautic sigue con las marcas Zodiac, Bombard y Avon, y es propiedad de tres industriales franceses, el mayoritario de los cuales es Dominique Heber-Sufrin, que actúa como PDG. Esta compañía no tiene nada que ver con Zodiac Mil Pro (embarcaciones militares y profesionales), que pertenece a Zodiac Hurricane Technologies, con sede en Canadá.
Sin duda, la compañía de mayor interés es el Grupo Bénéteau, propietario de las marcas Bénéteau, Jeanneau, CNB, Prestige, Montecarlo, Four Winns, Wellcarft, Glastron, Lagoon, Scarab, etc., que también es fabricante de casas de madera, lo que le supone casi el 20% del negocio. Basta entrar en la página web para ver, en una franja roja, la cotización diaria de sus acciones. Su capitalización bursátil era a finales de 2015 de unos 1.000 millones de euros. ¿Pero a quién pertenecen las acciones del grupo? Algo más del 54% son de una compañía denominada Béri 21 SA, casi el 2% es auto cartera, y el resto está en la bolsa, donde los empleados y exempleados detentan casi un 1%. Otros siete grupos están claramente identificados como accionistas importantes, como Financiere de l’Echiquier (sociedad de gestión de carteras) que tiene casi el 5%. ¿Y qué es Béri 21? Es el holding de la familia Bénéteau.
Si visitamos las páginas web de Bénéteau o Jeanneau descubriremos que las marcas pertenecen a una SA del grupo denominada SPBI, y en las de Jeanneau o Prestige, concretamente, se puede leer que el capital social de SPBI es de 50.903.000 euros. El capital social de Bénéteau es de 8.278.984 euros y el de Montecarlo Yachts de un millón de euros. Si seguimos navegando también hallaremos los emolumentos anuales de los directivos. Fíjense, si quieren, en que la señora Roux no es la que más cobra…
Sin embargo, Annette Roux, de soltera Bénéteau, fue considerada por la web journaldunet la quinta mujer más rica de Francia, con un patrimonio superior a los 550 millones de euros. La primera era Liliane Bettencourt, propietaria de L’Oréal. Con 39.000 millones doña Liliane no solo es, según Forbes, la mujer más rica de Francia y de Europa, sino la primera fortuna de Francia, directamente. Por cierto, Roux también es consejera de L’Oréal.
El constructor de catamaranes a vela y a motor Fountaine Pajot cotiza en bolsa desde 2007. Su capitalización es superior a los 60 millones. También cotiza y fabrica catamaranes de la firma Catana Group, siendo en este caso su valor aproximado en bolsa de 16 millones.
Sin salir de Francia, el grupo LVMH —Louis Vuitton Moët Hennessy— controla a través de su división L Capital 2, la marca británica Princess y también la holandesa de megayates Feadship. Ninguno de los dos astilleros cotiza, pero sí lo hace LVMH, que tiene una capitalización de en torno a los 75.000 millones de euros.
Robert y John Braithwaite fundaron Poole Power Boats en Poole (Reino Unido) en 1969. En 1985 la marca se convirtió en Sunseeker. También cotizó en bolsa. En 2013 los Braithwaite vendieron la compañía a Dalian Wanda Group por 320 millones de libras. Actualmente, el hombre de referencia del DWG es Wang JianLin. Se estima que en el pasado lunes negro de la bolsa china (24 de agosto de 2015) el conjunto de sus acciones se depreciaron unos 3.600 millones de dólares en un solo día.
Una de las últimas bombas del mercado ha sido Fairline. El astillero británico Fairline estaba valorado en 190 millones de libras esterlinas cuando lo adquirió la compañía Better Capital PCC Limited. La marca pasó después a Wessex Bristol, empresa de mobiliario y decoración que, entre otras marcas, tenía las lanchas también británicas Fletcher. En marzo de 2015 Fairline se valoró en 13,5 millones de libras y en noviembre de 2015 anunció su company voluntary arrangement (CVA), que viene a ser algo así como concurso de acreedores. Tal vez al publicar este artículo su situación haya cambiado…
El grupo italiano Ferretti cotizó en la bolsa de Milán durante algún tiempo, pero efectuó una OPA sobre la totalidad de las acciones y se retiró de la bolsa. Hoy pertenece al grupo Chino Shandong Heavy Industry que, a su vez, cotiza en una de las tres bolsas chinas.
El Grupo Hanse (Hanse, Moody, Dehler, Varianta, Fjord y Sealine) cotiza en la bolsa alemana, y tiene un valor bursátil superior a los 32 millones de euros.
América
En Canadá hay una empresa cotizada que tiene mucho que decir en el ámbito de la náutica: BRP. Bombardier es conocida por sus motos de nieve, sus aviones y sus motos acuáticas. En 2001 compró los activos de la quebrada OMC, propietaria de las marcas de motores fueraborda Evinrude y Johnson. Y en 2003 creó una división separada, denominada Bombardier Recreational Products —BRP— que puso a la venta. Se la quedó Bain Capital (50%), Caisse de depot el placement du Quebec (15%) y la propia familia el 35% restante.
Actualmente BRP cotiza en bolsa y tiene un valor de unos 740 millones de dólares canadienses, un poco menos que la matriz Bombardier, que tiene un valor de 2.700 millones de dólares canadienses. La matriz tiene cinco tipos de acciones cotizadas y la familia Bombardier controla, indirectamente a través de sociedades de cartera, el 79,29% de las acciones de clase A de la Corporación, el 0,08% de las acciones subordinadas Clase B de la Corporación y el 54,35% de todos los derechos de voto correspondientes a todas las acciones con derecho a voto emitidas y en circulación.
Varias empresas náuticas cotizan en los Estados Unidos, y es aquí donde mejor se plasma el uso que las empresas pueden hacer de la bolsa, con empresas de todos los tamaños.
Quizás la más significativa es Brunswick Corporation. Creada en 1845 por el suizo John Moses Brunswick para fabricar carruajes, pronto se decantó por los billares y en 1880 añadió las boleras, negoció que vendió el año pasado. Brunswick Corporation cotiza en la bolsa de Nueva York desde 1925. ¿Pero qué tiene que ver con la náutica? Pues que en 1961 adquirió Mercury, entrando en este sector. En la actualidad el grupo posee Mercruiser, Bayliner, Boston Whaler, Quicksilver, Sea Ray, Valiant y hasta 19 marcas más de embarcaciones y motores, entre otros intereses. Eso la última vez que consultamos sus actividades, pues la compra y venta de marcas es frecuente. Fue propietaria de los astilleros americanos Hatteras (adquirida en 2001) y Cabo (adquirida en 2006) hasta 2014, y también de la firma británica Sealine. Su valor en bolsa se mueve en torno a los 4.500 millones de dólares; una veintena de grupos y fondos de inversión detentan algo más del 55% de las acciones, sin que ninguno alcance el 7%.
Otras compañías cotizadas son Marine Max, cadena de 53 náuticas (457 millones); Marine Products Corp. (268 millones), propietaria de las marcas Chaparral y Robalo; MCBC Holding Inc. (251 millones), propietaria de la marca de embarcaciones Mastercraft, especializada en el esquí náutico y el wakeboard; Malibú Boats (290 millones) y Grand Banks, con astillero en Malasia, que vale 26,5 millones.
Asia
Pero existen otras pequeñas empresas cuyo valor bursátil no llega al millón de dólares…
Un auténtico contraste con respecto a los gigantes asiáticos. Kawasaki, que tiene una somera relación con la náutica a través de las motos acuáticas Jet Ski (marca registrada) tiene un valor bursátil de 766.900.000.000 yenes, es decir, unos 5.800 millones de euros, aproximadamente.
Yamaha, constructor de motores fueraborda y motos acuáticas, vale en bolsa 4.450 millones de euros. Suzuki unos 16.000 millones de euros y Honda la friolera de 55.200 millones de euros. Claro está que para estos emporios japoneses las actividades náuticas tienen una importancia relativa en el conjunto de sus actividades, que incluyen motocicletas, automóviles y, en el caso de Yamaha, incluso pianos. El emblema de la marca son los diapasones que se utilizan precisamente para afinar… pianos.