La innovación y el respeto por el medio ambiente son pilares fundamentales en la actividad industrial de Jotun, fabricante líder en el sector de pinturas marinas, con una gran experiencia en sistemas de protección para cualquier tipo de flota: desde barcos de pesca a flota mercante o cruceros, tanto para nuevas construcciones como para mantenimiento.
La Organización Internacional de Normalización (ISO) ha publicado la ISO 19030, la primera norma mundial, resultado del consenso entre numerosos expertos para medir los cambios en el rendimiento del casco y de la hélice de los barcos. Según Jotun, que ha sido pionera en la industria, apoyando el desarrollo de la nueva norma, esta medida podría reducir las emisiones de gases de todo el sector en un 10%. Asimismo, supondrá un ahorro de más de 30.000 millones de dólares en costes anuales de energía a los operadores.
Se ha tardado más de tres años en desarrollar la norma ISO 19030, en la que han colaborado 53 expertos de distintos ámbitos del sector y que han trabajado juntos para crear un marco común, con el fin de medir la eficacia de las soluciones que mejoran el rendimiento del casco y la hélice.
Jotun cuenta con el Antifouling Sea Quantum X200. Con éste ha aparecido el concepto “HPS – Hull Performance Solution”, que mejora la eficiencia de propulsión hasta un 13,5%, comparándolo con el rendimiento promedio del mercado y que ahora está bajo la norma ISO. La compañía ha sido clave en el proceso de creación de la nueva norma. Geir Axel Oftedahl, Director de Desarrollo de Negocios del departamento de Hull Performance Solutions, que ha gestionado la totalidad del proyecto en nombre de ISO, ha afirmado: “Este es un gran día para todas las partes interesadas e involucradas en la industria global del transporte marítimo.”
El mal rendimiento del casco y de la hélice representa alrededor del 10% de los costes energéticos (más de 30.000 millones de dólares) y las emisiones contaminantes de la flota mundial. Gracias a la aplicación de esta nueva norma, podemos evaluar el impacto de soluciones como los revestimientos antiincrustantes avanzados en cuanto a protección del medio ambiente y reducción de costes. De este modo, asegura un buen retorno de la inversión a los propietarios.
La norma proporciona una transparencia, hasta ahora inexistente en el sector, y constituirá un factor decisivo para impulsar el rendimiento medioambiental y la eficiencia de los buques. “Se trata de un gran avance para el transporte marítimo y el medio ambiente, y no habría sido posible sin el extraordinario espíritu de colaboración y consenso de todas las partes involucradas en el proceso y la propia ISO”, ha señalado Oftedahl.
La norma ofrece un enfoque de dos niveles: la ISO 19030-2, el método de medición por defecto, con los requisitos más exigentes y la mayor precisión; y la ISO 19030-3, que permite ‘métodos alternativos’ y se incluye con el objetivo de aumentar la utilidad de la norma.
“Jotun, por su parte, ya se adhiere a las exigencias más estrictas de la ISO 19030-2,” afirma Stein Kjølberg, Director Global de Ventas de Jotun, en el departamento de Hull Performance Solutions (HPS). “En Jotun lo utilizamos como base para la garantía de alto rendimiento en nuestra oferta de HPS. La garantía se refiere a una pérdida de velocidad mínima, inferior al 1,5%, así que bastará con unos criterios de medición más precisos. Para niveles de rendimiento menos exigentes se acepta la ISO 19030-3. En Jotun creemos que este tipo de garantía muestra perfectamente cómo la ISO 19030 ofrece una transparencia total y supone más rentabilidad para los armadores.”
La oferta de HPS de Jotun combina la avanzada tecnología antiincrustante de metacrilato de sililo SeaQuantum X200 con un conjunto completo de sensores conectados a los cascos de los buques. Desde su lanzamiento en 2011, ha demostrado su habilidad para lograr ganancias en eficiencia y rendimiento a largo plazo. La compañía puso a prueba su innovador producto tratando por primera vez un buque durante cinco años en dique seco, el Penguin Arrow de Gearbulk. En marzo, publicó los resultados que demostraron que HPS limita con éxito el crecimiento de organismos en la superficie del casco y permite un ahorro de combustible de 1,5 millones de dólares. Asimismo, el uso de esta tecnología consigue reducir las emisiones de CO2 en unas 12.055 toneladas a lo largo de los 60 meses.