Es incuestionable que nos encontramos en un momento óptimo para potenciar la oferta náutica vinculada al turismo en nuestro país. Los principales datos así lo justifican. Repasemos la situación.Carlos Sanlorenzo
En efecto, si comprobamos los datos genéricos del sector turístico en España según el informe publicado por el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital comprobamos que: 1º) Las visitas de turistas extranjeros han crecido un 9,3% en el primer trimestre de 2017 con respecto a los tres primeros meses de 2016. 2º) El gasto de los turistas internacionales ha crecido en un 8,3% en 2016. 3º) El Foro Económico Mundial califica al sector del turismo español como uno de los más competitivos del mundo. Por lo que se refiere al turismo marítimo y costero, éste es un importante subsector del sector turístico y de la denominada Economía Azul, que genera en la Unión EuroEs incuestionable que nos encontramos en un momento óptimo para potenciar la oferta náutica vinculada al turismo en nuestro país. Los principales datos así lo justifican. Repasemos la situación. pea un empleo aproximado de 3,2 millones y un valor añadido bruto de 183 billones de euros, según Informe de la Comisión Europea. Centrándonos a título particular en el turismo náutico (como subsector del turismo marítimo y costero) éste destaca como un importante subsector que genera en la Unión Europea entre 20 y 28 billones de euros anuales, y aporta 234.000 puestos de trabajo, según el referido informe. Sin lugar a dudas, estas cifras se obtienen en gran medida gracias a los 48 millones de ciudadanos europeos que participan regularmente en actividades acuáticas en Europa, de los que 36 millones están vinculados a actividades náuticas a bordo de embarcaciones de recreo y artefactos flotantes. Y de estos 48 millones de aficionados, el 60% se practica estas actividades en aguas del Mediterráneo.
GRANDES POSIBILIDADES
Si nos centramos en cómo poder optimizar y rentabilizar estos datos en nuestro país, primer lugar hemos de destacar nuestras virtudes para potenciarlo como destino náutico turístico por excelencia en Europa. En este sentido creo que debemos aspirar a ser la Florida de EE.UU. en Europa. Motivos no nos faltan dado que España es un punto neurálgico del Mediterráneo (y en especial las Baleares), cuenta con 8.000 km de costa accesible, bien conectada, con una extraordinaria meteorología, y con posibilidades de desestacionalizar el sector. Disponemos de excelentes infraestructuras portuarias y de un extraordinario capital humano competitivo. Disfrutamos de una calidad medioambiental envidiable y de reservas de la biosfera. Contamos con múltiples empresas de reconocido prestigio en el ámbito de la reparación, construcción y mantenimiento de embarcaciones de recreo —lo que ofrece posibilidades de reindustrializar nuestro sector— que hacen competitivo a nuestro país como puerto base. No obstante, también hemos de buscar fórmulas para que el turismo náutico en España se equilibre en nuestro litoral, pues el 69% se concentra en la costa mediterránea, el 18% en la franja cantábrica, y el 13% en las zonas atlántica. Vistas estas cifras, no podemos negar un sinfín de posibilidades en este sentido.
NUEVAS ESTRATEGIAS
Con estos antecedentes uno de los retos es tá en conseguir que el turismo náutico se contemple como una opción para disfrutar del ocio vacacional, al igual que lo ha conseguido el turismo rural, turismo gastronómico el enólogo o el cultural. Para ello, es necesario analizar el perfil del turista náutico internacional con el fin de conocer mejor sus preferencias y adaptar la oferta a sus gustos y necesidades, así como desarrollar productos basados en “experiencias” que atraigan al turista “no náutico” a probar y disfrutar de la náutica, tal como ocurre en otros sectores, como el rural, gastronómico, enológico, cultural, etc. Por lo que se refiere al cliente nacional, también será preciso impulsar campañas de promoción de la náutica —como la que está llevando a cabo Anen con #embárcate—, y potenciar la vida a bordo como una opción para disfrutar las vacaciones: alojamiento, recorrer diferentes lugares de costa, actividades náuticas, etc., todo en una única oferta.
ASPECTOS PENDIENTES
A nivel europeo, para afrontar este reto precisamos de una armonización y homogeneización del sector en ámbitos tales como la fiscalidad, titulaciones (profesionales y de recreo), normativas sobre seguridad, registro y abanderamiento, entre otros. Y a nivel institucional de ámbito nacional el sector ha de seguir estrechando las relaciones con la Administración competente, Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, dando a conocer, más si cabe, la radiografía económica del sector náutico. Para ello es preciso, no obstante, involucrar a la Administración con competencias en turismo (central, autonómica y local), en foros náuticos de la industria y empresas del sector para que escuchen las demandas del sector de primera mano, como se ha conseguido desde Anen con el Ministerio de Fomento y, a título particular, con la DGMM. Nos encontramos, pues, en un momento dulce para potenciar la oferta náutica al turismo y generar empleo de valor añadido. Virtudes y oportunidades no nos faltan.
El autor es abogado especializado en legislación y normativa náutica, y director general de ANEN (Asociación Nacional de Empresas Náuticas).