Desde hace un año, a raíz de los cambios provocados por la llegada de Covid-19 al sector turístico, se han producido, y se están produciendo, cada vez más cambios. Los españoles han vuelto a considerar el turismo nacional para sus vacaciones de larga duración o para una escapada de fin de semana fuera de la ciudad, redescubriendo los numerosos lugares y tesoros naturales que forman parte del patrimonio de España, y apoyando el turismo doméstico.
La necesidad de alejarse de las playas y destinos masificados también ha propiciado la aparición de una nueva y creciente tendencia: el alquiler de barcos, tanto para viajes diarios como para vacaciones semanales. Los datos recogidos por la empresa de referencia en el sector Click&Boat así lo demuestran, reportando en el verano de 2020 un incremento de las reservas del 20% respecto a 2019 para todos sus mercados.
Alquiler de barcos: vacaciones que combinan comodidad con seguridad
El hecho de que cada vez más y más viajeros prefieren evitar las multitudes del verano pero sin renunciar a las vacaciones es un hecho; así como la necesidad de planificar éstas con más cuidado, respetando el distanciamiento social y las restricciones planteadas actualmente y de cara al futuro.
Sobre todo a raíz de los cambios introducidos por la llegada del Covid-19, combinar placer y seguridad se ha convertido en la consigna de las vacaciones de miles de viajeros.
Una actividad que por naturaleza conduce al “aislamiento”, echar el ancla y disfrutar del mar se ha convertido así en la respuesta a los deseos de los viajeros, que han redescubierto la sensación de libertad tras varios meses de cuarentena y, sobre todo, han podido apreciar la belleza de las costas españolas con total seguridad.
Accesibilidad y versatilidad: un plan adaptable a todos los gustos y necesidades
Durante el verano de 2020, la posibilidad de alquilar una embarcación para aprovechar el buen tiempo, aliviar el estrés y cumplir con las medidas de seguridad se ha convertido en una verdadera tendencia, no sólo representando una solución, sino sobre todo acercando a muchos aficionados al mar, que hasta el año pasado no creían que fuera una oportunidad accesible, al sector del alquiler.
Hoy, más que nunca, el sector del alquiler de embarcaciones ofrece tarifas cada vez más atractivas, lo que permite a cada viajero encontrar la propuesta que se adapte a sus necesidades y compartir los gastos entre todos los miembros a bordo.
Grupos de amigos, viajes familiares, parejas… Hoy en día, las posibilidades son realmente muchas y variadas, pensadas incluso para los menos experimentados gracias a la posibilidad de solicitar la presencia de un patrón que permita la máxima relajación durante el viaje.
La encrucijada de las nuevas tendencias
El alquiler de barcos encarna así las tendencias de viaje del año 2020, que según la empresa Click&Boat se reforzarán en 2021:
- Una respuesta a la fuerte necesidad de escapar de la rutina diaria y salir de los “viajes más típicos”.
- Entorno sanitario seguro y alejado de las multitudes.
- Ofrecer una relación privilegiada con la naturaleza, y la oportunidad de un consumo más ecológico.
- Destacar el turismo local, y la idea de vivir unas buenas vacaciones en España o Europa. Las solicitudes a nivel local registraron un fuerte aumento, especialmente en zonas como Costa Blanca, Costa Brava y los archipiélagos Balear y Canario.
- Posibilidad de desconectar y relajarse en un entorno tranquilo (slow-life). ● La oportunidad de reservar a última hora. Ya inclinados a las reservas de última hora especialmente durante los meses de verano (el 73% de las reservas se realizaron entre julio y agosto), el pasado verano los españoles acortaron aún más el tiempo medio transcurrido entre la fecha de la reserva y la salida, con picos en julio, agosto y septiembre, rebajándolo a una media de 12 días, frente a los 19 días de 2019.
Al igual que muchos proveedores turísticos, el sector náutico también tuvo que adaptarse y reinventarse el año pasado. La empresa Click&Boat lo ha hecho empezando por trabajar con los propios propietarios, con los que ha puesto en marcha no sólo procedimientos de facturación diferentes y medidas sanitarias más estrictas, sino que también ha desarrollado políticas de cancelación más flexibles para responder a las incertidumbres de los viajeros, y del propio medio ambiente.