La gran clásica británica alarga el recorrido y por primera vez acaba en un puerto francés. Kiku Cusí
La Fastnet es una de las cuatro grandes clásicas de la navegación oceánica. Y de acuerdo con la tradición, la victoria no se la adjudica el primero que cruza la línea de llegada, sino quien logra el mejor tiempo compensado. En esta ocasión, y como ya es habitual, los más rápidos y vencedores en tiempo real han sido los espectaculares barcos con tripulaciones profesionales; pero el triunfo y la gloria se los llevó un modesto IRC 2, con una tripulación plenamente amateur. El Sunrise, un JPK 11.80, llegó mucho después del Gitana, pero suyo fue el trofeo de la Fastnet Challenge Cup, por la que competían 264 de los 334 participantes, en la primera victoria británica desde 2003. Los otros solo podían aspirar a la victoria de su clase, como era el caso de los maxitrimaranes Ultime, los imocas, los Class 40 o los Figaro 3.
“Es un logro único en la vida”, declaró el patrón del Sunrise, Tom Kneen, a su llegada en Cherburgo. Su victoria se basó en un excelente trabajo de la tripulación, que consiguió correr más de lo previsto por los modelos informáticos y evitó quedar atrapado en la cuña de alta presión que cruzó el campo de regatas a la altura de las islas Scilly, en el camino de regreso, mientras sus rivales quedaban frenados por esta zona de poco viento.
Los profesionales acaban delante, pero la Challenge Cup se la lleva un IRC 2 con tripulación amateur. <<
Esta edición pasará a la historia por ser la primera Fastnet que termina en un puerto no británico y por las medidas de control de la pandemia. El recorrido tradicional de 608 millas se alargó hasta las 695 del trazado Cowes-Fastnet Rock-Cherburgo, navegadas en muy distintas condiciones. Las primeras 12 horas de regata fueron muy duras, con viento de proa de hasta 30 nudos en contra de la corriente, y provocaron numerosos accidentes, roturas y retiradas por cansancio de las tripulaciones. Después hubo incluso calmas y niebla, pero una vez más se cumplió el adagio de que no se puede ganar la Fastnet el primer día, pero sí se puede perder en las primeras 24 horas.
700 millas en 33 horas
El más rápido fue el maxitrimarán Gitana, sin duda el mejor Ultime del momento, a la espera de las prestaciones de los nuevos SVR-Lagartize de François Gabart y Banque Populaire de Armel Le Cléac’h, aún en fase de pruebas. Pese a que solo alcanzó los 40 nudos muy esporádicamente, el barco de Frank Cammas finalizó las 695 millas en poco más de 33 horas, con unas 100 millas de ventaja sobre sus perseguidores, el Actual y el Sodebo.
Echávarri se impone en monocascos
Casi 24 horas después finalizó el primer monocasco, el novísimo Skorpios, del ruso Dmitri Rybolovlev, diseñado por el argentino Juan Kouyoumdjian y patroneado por el medalla de oro español Fernando Echávarri. Con 125 pies de eslora, es el barco más grande en los casi 100 años de la Fastnet.
Al principio, Echávarri optó por una táctica conservadora, pues no quería correr el riesgo de romper un barco que se estrenaba y aún no había podido ser probado a fondo. Sin embargo, a medio camino de la Fastnet la tripulación -en buena parte española- empezó a forzar la máquina y atrás quedaron todos sus rivales. “Empezamos un poco nerviosos por el parte meteorológico, que apuntaba condiciones difíciles, así que fuimos muy conservadores hasta pasar las Needles; pero a medida que nos íbamos sintiendo cómodos, cada vez navegamos más a fondo. La tripulación ha hecho un trabajo enorme y el barco ha respondido magníficamente”, declaró Echávarri tras la llegada.
Lección magistral del Apivia
En la clase Imoca, el Apivia de Charlie Dalin y Paul Meilhat se impuso con una rotundidad apabullante, tras doblar la Fastnet apenas 49 minutos detrás del Skorpios: las más de seis horas que sacó al segundo clasificado (el Charal de Jerémie Beyou y Christopher Pratt) contrastan con los 14 minutos que separaron al segundo del sexto. A destacar el tercer puesto logrado por dos recién llegados a la clase, Simon Fisher y Justine Mettraux, a bordo del 11th Hour Racing (ex Hugo Boss).