Cuando el barco falla y quedamos a merced del mar, las radiobalizas son nuestra segunda oportunidad. Para que nos rescaten es necesario contar con un buen terminal, saber utilizarlo y mantenerlo. EVA DALLO
Oír un mayday es para cualquiera que haya pasado por ello algo inquietante y que deja, generalmente, mal cuerpo. No digamos si somos el emisor. Naufragar o tener que abandonar el barco parece algo improbable, pues sabemos que las embarcaciones cada vez son más robustas y sus prestaciones marineras mejores. Esto, junto con los avances en la predicción meteorológica y la buena cartografía marina, reducen el riesgo notablemente y hacen que la mayoría de navegantes nunca tenga que lanzar una llamada de socorro.
Sin embargo, igual que sucede con el coche, los despistes a bordo pueden causar auténticos desastres. Hace unos años, una regata social que cruzaba de Sitges a Formentera se convertía en escenario del hundimiento de un velero. Tenía lugar en Espardallo, un lugar conocido y muy transitado de las islas Baleares.
Afortunadamente, naufragar o tener que abandonar el barco, en la actualidad no significa quedar a merced del mar. A las llamadas por radio VHF se han unido las radiobalizas, lo que nos da una segunda oportunidad, la de localizarnos, encontrarnos y venirnos a rescatar. Estas tres palabras no son, sin embargo, sinónimos: pueden localizarnos, pero no encontrarnos, o conseguirlo pero que el rescate sea complicado. Un factor que influye de manera importante para que la situación se resuelva de manera positiva es, sin duda, la inmediatez y la exactitud de la comunicación. Y éste es el aspecto que más han mejorado las radiobalizas.
Concepto de radiobaliza
Una radiobaliza es un equipo de seguridad que puede ser de uso aeronáutico, marítimo y personal. Las marítimas son también llamadas EPIRB, Radiobalizas de Emergencia Indicadoras de Posición. Son equipos de radio flotantes y autónomos, que transmiten una señal por satélite a un centro de coordinación de rescate. Se activan al entrar en contacto con el agua o si las ponemos en marcha manualmente. Al hacerlo, emiten una señal de emergencia a los satélites de COSPAS-SARSAT. Éste es un sistema internacional de búsqueda y rescate desarrollado en sus inicios por Estados Unidos, Rusia, Francia y Canadá, al que se han añadido con el tiempo más de 25 países. Consiste en una red de satélites, estaciones terrestres, centros de control de misión y otros de coordinación de rescate: los satélites detectan y localizan las radiobalizas a través de la señal que éstas envían, y la retransmiten a una estación terrestre denominada LUT. La LUT procesa la señal y transfiere los datos, junto a la ubicación de la radiobaliza, a un Centro de Control de Misión, que informa al centro de coordinación de rescate más cercano, adjuntando la información del usuario de la baliza. Esta señal permite, por tanto, identificar el barco en peligro y determinar su posición exacta en cualquier lugar del mundo, y es una herramienta del Sistema Mundial de Socorro y Seguridad Marítimos.
Como sistema de seguridad es bastante más efectivo que la radio VHS. Las hay que se activan automáticamente al entrar en contacto con el agua y, una vez en marcha, transmiten el aviso de emergencia y nuestra posición ininterrumpidamente cada minuto, durante las 48 horas que duran las baterías, facilitando enormemente las labores de rescate. Son las radiobalizas digitales de 406 Mhz con disparador automático, obligatorias en cualquier embarcación para las zonas de navegación de categoría 1 y 2. También lo son para la zona 3, hasta 25 millas de la costa, pero en este caso se admiten las de activación únicamente manual. En las zonas 4 y 5 la radiobaliza no es obligatoria, sí que lo es, en cambio, la instalación radioeléctrica de VHF. Aun así es aconsejable llevarla a bordo siempre, y más si somos aficionados a la navegación en solitario. Todo ello está indicado en el Real Decreto 1185/2006, de 16 de octubre de 2006.
Equipos según la zona de navegación
Zona de navegación | 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | ||
Distancia (millas) | Ilimitada | 60 | 25 | 12 | 5 | 2 | Aguas protegidas | ||
MF/HF o INMARSAT | Obligatorio | Recomendado | |||||||
NAVTEX | Obligatorio | Recomendado | |||||||
SART | Obligatorio | Recomendado | Recomendado | ||||||
VHF portátil | Obligatorio | Obligatorio1 | |||||||
RLS | Obligatorio | Obligatorio | Obligatorio2 | ||||||
GPS | Obligatorio | Obligatorio | Obligatorio | Obligatorio | Obligatorio | ||||
VHF | Obligatorio | Obligatorio | Obligatorio | Obligatorio | Obligatorio |
Los diferentes tipos
Las EPIRB (Emergency Position-Indicating Radio Beacon), las diseñadas especialmente para uso marítimo, se dividen en dos grupos: tipo B (Magnum B, Mini B, Mini B2) y digitales de 406 Mhz y 121.5 Mhz. Las de tipo B emiten con una frecuencia de 121,5 Mhz, la frecuencia de socorro internacional y, en la mayoría de los casos, en 243 Mhz. Se trata de señal analógica, su radio es regional y la precisión de su ubicación es de 6 a 12 millas. Para su detección, tanto la baliza como la estación terrestre deben encontrarse simultáneamente en el campo visual de los satélites de órbita polar, lo que puede demorar la alerta hasta seis horas. Fueron las primeras en ser utilizadas por el sistema COSPAS-SARSAT, pero actualmente están en vías de desaparición: desde hace ya bastante tiempo su señal ya no es captada por los satélites, y sólo sirven para localizaciones de corto alcance por parte de los medios de rescate.
Las radiobalizas digitales de 406 Mhz y 121.5 Mhz, de cobertura global, son las obligatorias para las zonas 1, 2 y 3. Su ubicación puede determinarse con una precisión de 1 a 3 millas, frente al margen de error de entre 15 y 30 millas de las de tipo B. Por otro lado, no es necesaria la alineación del satélite con la estación terrestre, ya que el primero cuenta con una memoria de almacenamiento de datos que se retransmiten al pasar sobre la siguiente estación. Además, emiten la señal todos los minutos, en un chorro de datos que no llega al medio segundo de transmisión, y garantizan que nuestro aviso será atendido en una hora como máximo. Adicionalmente estas balizas emiten, además, una señal de 121,5 Mhz, de baja potencia, utilizada por los equipos de búsqueda y rescate durante la aproximación final. Algunos equipos integran un receptor GPS que añade las coordenadas a la información emitida, con lo que la posición del barco en peligro queda fijada con un error de sólo algunos metros. Las más avanzadas emiten en ambas frecuencias simultáneamente.
Las radiobalizas digitales permiten enviar el MMSI (Maritime Mobile Service Identity), o número de identificación del barco emisor. El MMSI se encuentra registrado en la Marina Mercante, de forma que el centro de salvamento sabe qué tipo de embarcación buscar y su bandera, además de obtener los datos de contacto del armador, al que pueden llamar o intentar localizar para comprobar si se trata o no de una falsa alarma. Y es que, en el 90% de los casos, las radiobalizas se activan de manera accidental o por error. Si heredamos o compramos una de segunda mano, tendremos que reprogramarla con nuestros datos.
Según el sistema de activación, existen dos tipos de radiobalizas: las automáticas o de categoría I, y las manuales o categoría II. Las primeras las podemos activar nosotros, manualmente o tirándolas al agua, pero también se activan solas al mojarse. Van colocadas en una cápsula de plástico que cuenta con una unidad hidrostática de liberación, un dispositivo que provoca la apertura automática y la liberación de la radiobaliza sin que nosotros tengamos que preocuparnos por ello. En cuanto a las manuales, sólo se activarán si tiramos del clip provisto para ello o las lanzamos al agua.
Por otro lado, existen también las radiobalizas personales, que cada tripulante puede llevar y que sirven tanto en caso de naufragio como de hombre al agua.
Características de los Equipos | ||
Tipo B | 406 | |
Características | 121.5/243 Mhz | 406/121.5 Mhz |
Cobertura | Regional | Global |
Precisión en la posición | 8 – 12 millas | 1 – 3 millas |
Potencia de transmisión | 50 – 100 milivatios | 5 vatios |
Tipo de señal | Analógica | Digital |
Tiempo de alerta | 2 horas | Instantáneo |
Localización por Doppler | Dos pasadas | Una pasada |
Uso correcto
Para asegurar su correcto funcionamiento deberemos comprobar el estado de las baterías antes de iniciar una travesía. Su vida útil no ha de superar los cuatro años; sin embargo, se puede solicitar a Capitanía el alargar este plazo, para lo que quizás tengamos que pasar una inspección.
El equipo estará ubicado en un buen lugar. Su posición será vertical o, si no fuera posible, horizontal sobre una superficie plana. Accesible, pero donde no se pueda activar accidentalmente, lejos de puertas, paso de personas o zonas de maniobra con cabos u otros pertrechos. No hay que olvidar que las interferencias de campos magnéticos pueden también activarlas, así que deberán estar a, como mínimo, un metro de distancia de equipos como compases de navegación, antenas, radares, transmisores de alta potencia o altavoces. En el caso de las balizas de flotación libre la tapa ha de poder saltar sin impedimentos. Se desaconseja, por ello, instalarla en el interior del barco, lo que impediría, además, una buena transmisión de la señal.
Una buena ubicación es el balcón de popa, cerca de la posición de control de la navegación, pero sin exponerla al oleaje. En el caso de las pequeñas embarcaciones, es recomendable colocarlas en una posición elevada, por ejemplo sobre la estructura de la cabina.
El dispositivo de liberación se deberá sustituir cada dos años, aunque se puede solicitar también aquí el alargamiento del plazo a las autoridades competentes. Si el barco no corre peligro de hundimiento, pero estamos en situación de alerta, activaremos la radiobaliza de forma manual. Para ello la colocaremos sobre cubierta, de pie y en la zona más despejada, a cielo abierto. En caso de vernos obligados a abandonar el barco y subir a la balsa salvavidas, intentaremos recuperarla de manera que siga dando nuestra posición y no la del barco abandonado. No conviene izarla a la balsa, sino amarrarla a ella, ya que están concebidas para flotar y es así como mejor retransmiten la señal.
Se ha de tener cuidado, insistimos, con las falsas alarmas. Resultan caras ya que movilizan equipos humanos y materiales que, además, pueden ser necesarios en otras alertas, éstas sí, ciertas. Por ello, los fabricantes han intentado dotar a las radiobalizas de mecanismos que impidan su activación accidental: si se desprende de su soporte, entra en modo “preparada”, pero no en funcionamiento. Para ello habrá que activarla o tirarla al agua.
Parar una falsa alarma
Una vez flotando, la radiobaliza no transmite la señal inmediatamente, sino que tarda entre 30 y 50 segundos en hacerlo. Si somos suficientemente rápidos, la podemos llegar a parar. Pero no es tarea fácil: habrá que secarla totalmente, sobre todo los contactos del interruptor del agua, que manda sobre el manual. Si aún de este modo no conseguimos desactivarla, tendremos que recurrir a un método radical, la castración de la antena. Para ello la cortaremos o doblaremos hacia abajo, y depositaremos la radiobaliza bajo cubierta, envuelta en papel de aluminio o en un contenedor metálico. En caso de que el aviso ya se haya emitido —lo veremos gracias al led encendido—, procederemos a informar inmediatamente a las autoridades para interrumpir la alerta, Salvamento Marítimo en aguas españolas, llamando 900 202 202 o por radio VHF. Nos pedirán número de identificación de la baliza, fecha, hora y localización en el momento de activación de la alarma, así como causa de la misma. Hemos de ser especialmente cuidadosos con este tema, ya que la legislación varía de un país a otro, y en algunos nos pueden llegar a multar por el error.
La radiobaliza puede reutilizarse. Para ello, y si ha permanecido activada durante más de seis horas, tendremos que enviarla a un servicio técnico para que cambie las baterías. En caso de que se haya activado por error y la hayamos podido apagar, se puede volver a montar, secándola bien y comprobando que está en posición off. En el caso de las radiobalizas de flotación libre, es importante que queden bien colocadas en la cápsula, ya que, de lo contrario, podrían no funcionar. En cambio, si hemos tenido que manipular cualquier elemento para apagarla, tendrá que pasar por el servicio técnico.
Adquisición y registro
En primer lugar, y antes de adquirir una radiobaliza, tendremos que solicitar un MMSI (Identificación del servicio Móvil Marítimo) para nuestra embarcación. Las tasas son de algo menos de cien, y el trámite lo podemos realizar personalmente o a través de empresas especializadas. Con el MMSI ya podemos comprar nuestra baliza. La empresa que nos la suministre nos pedirá, además, los datos del propietario y del barco (categoría de navegación, eslora, nombre, etc.). El servicio técnico se encargará entonces de darla de alta y programarla.
El armador es quien se encargará de mantener los datos de la hoja de registro actualizados. Si cambiamos de embarcación tendremos que cambiar los datos, y si compramos una nueva hay que dar de baja la antigua. Además, y según nos indica el Real Decreto 1185/2006, las radiobalizas deberán someterse a una prueba anual de funcionamiento bien por inspectores de Capitanía Marítima o por organizaciones autorizadas. Cada cuatro años se procederá a un examen y un mantenimiento completos.
¿Qué quieren decir SOS y mayday?
Las cosas han cambiado considerablemente desde que el hundimiento del Titanic popularizara las siglas SOS como llamada internacional de socorro. Éstas se escogieron por ser una combinación de Morse fácil de emitir e identificar, “…—…”.
SOS continúa siendo hoy la señal de socorro más utilizada internacionalmente por radio, junto con mayday, que, hecha tres veces seguidas en una línea, significa peligro con riesgo de perder la vida. Se deriva del francés m’aider —ayúdenme—, si bien ambas siguen siendo muy utilizadas. A partir de las 25 millas de la costa la radiobaliza es obligatoria a bordo de cualquier embarcación.
Algunas radiobalizas del mercado
ACR Globalfix 406 iPro y 406 Pro 406 Mhz GPS EPIRB
En todo caso apostaríamos por el modelo iPro (que dispone de pantalla), y que realmente es uno de los productos estrella de la prestigiosa marca ACR. Se activa automáticamente al entrar en contacto con el agua y da una señal del punto exacto de localización vía satélite. Por lo tanto, la principal diferencia se puede reducir al display, que además ofrece información del estado de la batería, de las coordenadas y da el aviso de que se ha recibido la señal, una vez activada, y que se ha iniciado el rescate. Por otra parte, la iPro es la única del mercado con este tipo de pantalla. Otra diferencia está en la conexión dual de GPS que, mediante un cable conectado al barco, actualiza permanentemente la posición sin consumir batería. En caso de emergencia, pues, con la primera señal ya tendríamos una posición con la que poder empezar a buscar (que sería la última emitida con la posición del barco), y a partir de ahí se va actualizando con la posición del náufrago. Otro aspecto de esta marca es su nivel de calidad, que se cuenta puntera en el mercado, y que se complementa por la eficacia y amplitud de cobertura mundial del servicio. El nivel de profesionalidad se puede constatar en la web de esta firma. Además puede encontrar todo tipo deinformación para el usuario final y tiene espacios privados para los BRC (Battery Replacement Center o Centros de Servicio) En España ACR dispone de 18 centros de servicio a lo largo de toda la geografía incluidas las islas.
Precios: GlobalFix Pro 406MHz CAT I, 775 euros; y GlobalFix iPro 406MHz CAT I, 975 euros, ambos sin IVA.
www.acrartex.com y www.survitecgroup.com
ACR ResQlink PLB 375 GPS
Es lo último en radiobalizas personales. Lo más nuevo de ACR es la ResQlink 406 Mhz, el modelo más pequeño del mundo. Gracias a sus compactas dimensiones cabe en la palma de la mano y dispone de 66 canales GPS, además de contar con la potencia suficiente para transmitir las coordenadas de posición con un margen de error inferior a los cien metros. La batería tiene una duración de cuatro años y su precio es muy competitivo.
El precio de la PLB ResQlink 406MHz manual, es de 295 euros, sin IVA.
www.acrartex.com y www.survitecgroup.com
McMurdo Smartfind Plus/G5 406 GPS Mhz EPIRB
La nueva radiobaliza de McMurdo se puede adquirir tanto con activación manual como automática. Cuenta con un GPS de 12 canales de adquisición de posición. Transmite tanto en 406 como en 121,5 Mhz, puede funcionar al menos 48 horas a una temperatura de 20 grados negativos. Se puede encontrar por 520 euros, IVA incluido.
www.mcmurdo.co.uk y www.hispanoradio.net
GME MT403 FG
GME no se ha quedado atrás y ha lanzado al mercado una radiobaliza con GPS incorporado que cuenta con el modelo manual, 403 G, y el automático, el 403 FG. Se trata de una radiobaliza digital del tipo 406, con emisión tanto en ésta como en frecuencia 121,5 Mhz. El rasgo más destacable es que su GPS cuenta con 16 canales de adquisición de posición, lo que, junto con su antena Quad, mejora, según el fabricante, el habitual radio de localización de 100 metros. La 403 FG sale por 665 euros, y la 403 FF, por 565 euros, ambos sin IVA.
www.gme.net.au y www.azimutmarine.com
Kannad Safelink Pro
Esta radiobaliza COSPAS-SARSAT emite en 406 y 121,5 Mhz. Tiene una autonomía mínima de 48 horas en funcionamiento, y trabaja hasta con una temperatura de -20ºC. La baterías de la Safelink Pro tienen una vida útil de cinco años, y pueden ser reemplazas por el usuario. Es estanca a 10 metros y poseen un sistema único de despliegue de la antena simple en tres etapas, con funcionamiento manual para evitar todo riesgo de disparo accidental. Integra un GPS con una precisión de posición de + / – 62 metros, y ofrece una actualización de posición cada 20 minutos. En el precio incluye funda de transporte y cordón. El precio es de 487,60 euros.