Tras doblar el cabo de Hornos, el Use It Again embarranca en la bahía de Cook, donde se había refugiado ante un gran temporal
Por Kiku Cusí
No pudo ser. Àlex Pella no ha podido culminar su intento de batir el récord de la vuelta al mundo al revés y convertirse en el primer navegante en haber circunnavegado más rápido el planeta en los dos sentidos (hacia el este y hacia el oeste). Tras doblar el cabo de Hornos, el Use It Again tuvo que refugiarse en la bahía de Cook para evitar un gran temporal, y tras varios días de espera embarrancó en una zona mal cartografiada.
Aunque no ha logrado su propósito principal, Pella ha vuelto muy satisfecho: “Ha sido una experiencia muy guapa. A mí me encanta navegar y lo he hecho por zonas que no conocía, como bajar cerca de la costa de América del Sur”. “Hemos ido al límite, y el accidente y cómo salimos del percance fue una gran aventura”, ha añadido el navegante catalán a Nautica & Yates.
Intervención de la Armada chilena
Pella ha tenido palabras muy elogiosas para la Armada chilena, que contribuyó a desembarrancar el Use It Again en la bahía de Cook: “Fue increíble, un trabajo superprofesional, y un magnífico trato humano”. El accidente tuvo lugar hacia las 2 de la madrugada, con marea vaciante. Inmediatamente Pella y Pilliard solicitaron ayuda —lo que automáticamente implicaba renunciar al récord— y sobre las 9 de la mañana el remolcador de la armada fondeó a 100 metros del velero. Los militares bajaron dos neumáticas y dos submarinistas examinaron el trimarán bajo el agua. En el momento de la marea alta, al cabo de dos horas, las dos neumáticas fueron tirando poco a poco hasta que el Use It Again flotó de nuevo.
Primero el remolcador y después una patrullera chilena escoltaron el trimarán hasta su llegada a Puerto William. “Durante la escolta incluso nos trajeron pan recién cocido”, ha recordado Pella alabando el trato recibido.
Tanto en Puerto William (Chile) como en Ushuaia (Argentina), adonde se dirigió el trimarán porque en esta ciudad hay más infraestructura para repararlo, Pilliard y Pella tuvieron una gran acogida. Eric du Puy, que está en la zona desde hace unos 20 años, los hospedó en su barco, tras ayudarlos a amarrar en una boya. Fueron incontables las muestras de solidaridad entre marinos.
Meteorología poco habitual
El Use It Again embarrancó en la bahía de Cook cuando llevaba 35 días de navegación. Tras zarpar de Lorient el 5 de enero, la tripulación aprovechó la bajada del Atlántico para revisar a fondo el barco y acabar de ponerlo a punto, pues la estructura del equipo era muy pequeña y no se habían podido realizar todos los trabajos habituales de puesta a punto antes de una vuelta al mundo. La ausencia de los alisios —algo que comprobaron numerosos navegantes que este invierno han cruzado el Atlántico— los obligó a acercarse mucho a las costas de Mauritania y alargar el recorrido un poco más de lo previsto.
Pese a ello, el Use It Again llegó a Tierra del Fuego con una ventaja de más de 1.000 millas sobre el récord de Jean-Luc Van den Heede. Pero un fuerte temporal —más de 60 nudos— obligó a la tripulación a refugiarse a sotavento del continente durante tres días. El 2 de febrero cruzaron el estrecho de Le Maire y durante 24 horas ciñeron contra un fuerte viento, intentando protegerse de las olas pegados a la costa, hasta conseguir doblar Hornos el 3 de febrero.
Sin embargo, este año las borrascas se sucedían muy rápidas en aquella zona: en lugar de los dos o tres días de intervalo habituales entre una y otra, apenas transcurrían 24 horas. Por ello, el Use It Again se vio forzado a refugiarse en la bahía de Cook, a un centenar de millas al NW de Hornos, y esperar allí una ventana para proseguir su ruta a través del Pacífico.
Durante seis días, Pilliard y Pella hicieron bordos en esta bahía, con algunos sustos considerables, como cuando en la noche del 7 al 8 de febrero el viento subió repentinamente de 10 a 50 nudos. Varias trasluchadas impidieron que embarrancaran, pero el barco sufrió varias averías. Sin embargo, 48 horas más tarde no pudieron evitarlo y tuvieron que renunciar al récord.
Tras reparar el Use It Again en Ushuaia, Pilliard prevé seguir su vuelta al mundo con escalas en Tahití y Ciudad del Cabo.
“Me gustaría lograr este récord, pero aquí es muy difícil”
“Yo estaba en el Use It Again para intentar batir el récord de la vuelta al mundo al revés. Siempre me han gustado esos retos y había también una parte de ego, ¿por qué no? Si se conseguía, sería el primer navegante en la historia en haber conseguido el récord en los dos sentidos.”
“Sí que me gustaría conseguir este récord y me encanta el recorrido, que es el de la primera vuelta al mundo de Magallanes-Elcano. Quiero aprovechar la experiencia y repetirlo. Pero es difícil; aquí, en España, es muy difícil. ¿Cuántas marcas, empresas, instituciones han apostado por la vela oceánica en nuestro país? Si sale la oportunidad y alguien me lo propone, claro que diré que sí. Pero lo que ya no haré es coger la carpeta e ir a buscar.”
A su juicio, ha quedado demostrado que es posible dar la vuelta al mundo hacia el Oeste en menos de los 121 días que necesitó Jean-Luc Van den Heede en 2004, pero sin pasar por el Sur de Nueva Zelanda, sino atravesando el estrecho de Torres, al norte de Australia. Es un trayecto de 5.000 millas más, pero la mayor velocidad de un multicasco debería compensarlo. “Nuestros cálculos eran que podíamos hacerlo en 100-105 días”. Incluso con las paradas antes y después de Hornos, era posible completar la vuelta al mundo en menos de 121 días.
Dos puntos críticos
Hay dos puntos especialmente críticos en esta ruta: cabo de Hornos y cabo de Buena Esperanza. Hay que abordar estas dos zonas sin prisas, a la espera de una buena ventana para superarlos. Pero superarlos no consiste solo en doblarlos, sino en alejarse de su zona de influencia. “De Punta del Este a Valparaíso hay unas 2.500 millas”, y este año en esta zona apenas ha habido tregua entre borrascas.
Tras ayudar a dejar el Use It Again en seguridad en Ushuaia, Pella ha regresado a España y ha pasado página. Reconoce que “nunca había recibido tanto cariño de la comunidad navegante bretona”, donde ya vuelve a tener ofertas de trabajo en grandes trimaranes.