La clásica proa de cutter monta estay principal y un segundo estay más retrasado que recibe el nombre de estay de trinqueta. Su presencia es firma inequívoca de la vocación crucerista del armador. Generalmente el estay principal es a tope aunque también puede encontrarse esta geometría sobre aparejos fraccionados. Es conveniente no confundir el estay de trinqueta con el babystay.
Autor: Albert Puerto
Esta especial disposición del aparejo define claramente dos triángulos de proa de superficies distintas, permitiendo la combinación de distintos planos vélicos. La vela izada en el estay de trinqueta recibe el nombre de vela trinqueta, que contará con una driza propia y con unos carros de escota para poder reenviar las escotas a algún winche. Normalmente la trinqueta posee garruchos, que unido a su tamaño y ubicación la convierte en vela muy segura y sencilla de manejo, sobre todo en caso de vientos fuertes.
Tradicionalmente, el estay de trinqueta arraiga en el palo a unos 2/3 de su altura y sobre cubierta a 1/3 de la proa hacia el palo. Así se consigue un paralelismo entre los dos stays que beneficia al rendimiento del canal formado por las velas. Para equilibrar la tensión soportada por el palo en la zona del arraigo del segundo estay se deberá montar una burda volante, lo que complica la maniobra.
Otra solución consiste en arraigar el estay de trinqueta cerca del estay principal, sin variar la separación sobre cubierta. Esta disposición, observada repetidamente sobre los rácers solitarios, permite el uso de distintas velas para adaptarse a la intensidad y dirección del viento con mínima maniobra gracias a la profusión de enrolladores y a la posibilidad de suprimir las burdas. Observando las grandes unidades de crucero, cada vez es más habitual disponer de dos enrolladores en proa. Decrece el rendimiento pero la maniobra se simplifica. Es necesario recalcar que el arraigo de cubierta deberá fijarse sobre una estructura muy resistente, como un mamparo o un tirante. Aunque monte una gran pletina interior, la cubierta no resistirá la tensión si no se reparte el esfuerzo hacia el casco.