Ocho barcos en la línea de salida, una flota homogénea y la colaboración científica protagonizan esta vuelta al mundo a dos.
Kiku Cusí
Ocho tripulaciones participarán en la tercera edición Barcelona World Race, que arranca el próximo 31 de diciembre bajo el signo de la crisis. No son tantas como hace cuatro años (entonces hubo 14 veleros en la salida), ni tampoco se llega a la cifra de nueve barcos que tomaron parte en el estreno de esta vuelta al mundo a dos, en 2007. Faltan además muchos de los grandes nombres de la clase Imoca, casi todos franceses, más preocupados por las regatas de su país. En cambio, se mantiene la internacionalización de la Barcelona World Race, con ocho nacionalidades representadas y la aparición por primera vez de un participante sudamericano y de un barco de la antigua Europa del Este, el Spirit of Hungary. Además, y por primera vez en una regata de vuelta al mundo, la mitad de los regatistas son españoles.
Sobre el papel, hay dos grandes favoritos: el Hugo Boss y el Cheminées Poujoulat. A bordo del único diseño Verdier de toda la flota navegarán el británico Alex Thomson, que busca su segunda victoria en una vuelta al mundo, y el alicantino afincado en Barcelona Pepe Ribes. Su principal rival serán el suizo Bernard Stamm y el francés Jean Le Cam, dos de los grandes nombres de la navegación oceánica en solitario. Sus respectivos barcos ya saben lo que es ganar una vuelta al mundo: el Hugo Boss es el antiguo Virbac-Paprec 3, vencedor de la segunda Barcelona World Race con Jean-Pierre Dick y Loïck Peyron, y el Cheminées Poujoulat nació como Foncia, que Michel Desjoyeaux llevó a la victoria de la Vendée Globe 2008-09 y que, rebautizado como MAPFRE, permitió a Iker Martínez y Xabi Fernández acabar segundos en la pasada edición.
Una flota homogénea
La inmensa mayoría de la flota está formada por barcos diseñados y construidos entre 2007 y 2008. Hay cuatro Farr (el Cheminées Poujoulat, el Gaes, el Neutrogena y el barco de Bruno y Willy García, aún no bautizado en el momento de cerrar esta edición), un Finot Conq (el YEP!), un Fa de 2014 y un Owen-Clarke de 2000 (el One Planet, One Ocean, de Aleix Gelabert y Dídac Costa), además del VPLP/Verdier ya citado.
Este hecho de reunir cinco barcos de la misma generación hace prever una regata muy competida, en la que el factor humano será el que marcará las diferencias.
Los cambios
Esta tercera Barcelona World Race incorpora tres importantes cambios respecto a las dos primeras ediciones. Por una parte, se ha suprimido el paso por el estrecho de Cook, entre las dos principales islas de Nueva Zelanda. De esta forma, se acorta el recorrido en unas 2.000 millas y se consigue que los participantes lleguen al cabo de Hornos entre seis y siete días antes. Esta decisión parece directamente ligada a los duros temporales que sufrieron en el Pacífico Sur los últimos de la flota.
La segunda diferencia del recorrido estriba en la sustitución de las puertas de seguridad por zonas de exclusión. Ambas figuras son consecuencia del interés de la organización por mantener a los participantes alejados de los icebergs.
Estas zonas de exclusión traen importantes consecuencias en las condiciones meteorológicas en las que se realizan las vueltas al mundo: los participantes corren el riesgo de alejarse de los fuertes vientos portantes al tener que subir de latitud, y en algunos casos incluso pueden estar ciñendo contra vientos fuertes. Ya les sucedió en la segunda edición a varios equipos. Dee Caffari y Anna Corbella, por ejemplo, tuvieron que ceñir contra vientos de 30 nudos para superar la longitud del cabo de Buena Esperanza, pues no podían bajar hacia el Sur por restricciones en el recorrido.
La tercera diferencia del reglamento de esta BWR radica en el tratamiento de las escalas: ningún barco podrá efectuar ninguna parada técnica sin el permiso previo de la dirección de regata. Además, cualquier entrada en puerto supondrá una parada mínima de 24 horas y nadie podrá efectuar más de tres, ni estar más de ocho días parado en total. La única excepción a esta regla es el regreso al puerto de salida.
Esta norma también tiene por objeto impedir que los participantes naveguen en el Gran Sur bien entrado el otoño austral, como sucedió en 2011.
Apuesta por la sostenibilidad y la ciencia
Por otra parte, la 3ª Barcelona World Race refuerza su apuesta por la sostenibilidad. A la obligatoriedad de llevar un hidrogenerador u otro sistema de energía alternativa renovable, se añade la colaboración con la investigación oceanográfica de diversas formas: los participantes lanzarán una baliza Argos entre el cabo de Buena Esperanza y las islas Kerguelen para tomar diversas mediciones del agua hasta 2.000 metros de profundidad, y realizarán fotografías para el análisis óptico de la transparencia, el color y la superficie del mar y determinar así su calidad y efectos sobre el plancton. Esos proyectos científicos están coordinados por la Conferencia Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO (COI-UNESCO).
Otros dos barcos llevarán a cabo una colaboración aún más estrecha con el mundo científico. El español One Planet One Ocean realizará mediciones de salinidad y microplásticos, de acuerdo también con el convenio de cooperación entre la FNOB y la COI-UNESCO. Y el Cheminées Poujoulat proseguirá su cooperación con Oceanópolis, un parque oceánico radicado en Brest, el puerto de bandera del suizo Bernard Stamm.
Fin de una era
Esta tercera BWR tiene, además, aires de fin de una era: esta será la última vuelta al mundo de imocas sin foils. Todos los barcos que ya están en construcción de cara a la próxima Vendée Globe -y que ya correrán las regatas del próximo año- incorporarán sistemas en sus apéndices que permitan ‘levantar’ el casco. No veremos -al menos, no se espera- imocas volando, como si se tratara de catamaranes de la Copa América, pero cualquier sistema que disminuya sustancialmente el volumen de casco sumergido y, por tanto, la resistencia hidrodinámica marcará importantes diferencias de velocidad con los barcos que conocemos.
LOS 16 PROTAGONISTAS DE LA 3ª BWR
Alex Thomson y Pepe Ribes (Hugo Boss)
Sin duda, los grandes favoritos, porque reúnen una gran tripulación y el barco más rápido de toda la flota: se trata del antiguo Virbac-Paprec 3, el único diseño VPLP de esta Barcelona World Race y ganador de la segunda edición de esa vuelta al mundo. En cuanto a Thomson y Ribes, están como mínimo a la altura de los mejores.
Bernard Stamm y Jean Le Cam (Cheminées Poujoulat):
Sobre el papel, forman la otra gran tripulación, aunque su barco es teóricamente algo menos rápido y polivalente que el Hugo Boss: es el antiguo Foncia (ganador de la Vendée Globe 2008-09), que terminó segundo en la BWR 2010-11 como MAPFRE con Iker Martínez y Xabi Fernández. Stamm y Le Cam están plenamente dedicados a regatas de vuelta al mundo en imocas desde hace 15 años y siempre están entre los mejores.
Anna Corbella y Gerard Marín (Gaes Centros Auditivos)
Son la gran apuesta de la FNOB. Se trata de dos antiguos ministas, con una Barcelona World Race cada uno a sus espaldas junto a navegantes experimentados. Ahora les toca dar un paso adelante, con un barco diseño de Farr que no tiene nada que envidiar a la mayoría de competidores: Construido como Gitana Eighty para la Vendée Globe del 2008, fue tercero en la segunda Barcelona World Race como Renault y quinto en la última Vendée como SynerCiel.
Guillermo Altadill y José Muñoz (Neutrogena)
El barcelonés Altadill vuelve a la Barcelona World Race con el mismo barco con el que participó en la primera edición de esa vuelta al mundo a dos, un diseño Farr construido en 2008. El español con más experiencia en vueltas al mundo (seis) es la gran baza del equipo, que ha incorporado al chileno Muñoz, que ya sabe lo que es navegar por el Gran Sur: fue segundo en la Portimao Global Race, la vuelta al mundo a dos en Open 40.
Jorg Riechers y Sébastien Audigane
En los últimos 12 meses han tenido que superar el abandono de su antiguo patrocinador y la pérdida del barco que estaban preparando, que tuvieron que ceder a Stamm y Le Cam. Navegarán a bordo del antiguo Brit Air (segundo en la Vendée Globe 2008-09) y ex Votre Nom Autour du Monde, un diseño Finot-Conq muy rápido. El alemán, que afronta su primera vuelta al mundo, ha buscado la compañía de uno de los navegantes franceses con más experiencia en el Gran Sur.
Nandor Fa y Conrad Colman (Spirit of Hungary)
El veterano Nandor Fa, de 61 años, vuelve al mundo Imoca y a las vueltas al mundo con el único barco nuevo de toda la flota. Diseñado y construido por él mismo, su rendimiento es toda una incógnita, pues no pudo participar en la New York-Barcelona al sufrir la deslaminación parcial del casco. Falta saber también si Fa mantiene el nivel que le llevó a terminar quinto la Vendée Globe 1992-93, delante del inolvidable José Luis de Ugarte. De compañero tendrá al joven neozelandés Conrad Colman, que a sus 31 años ya sabe lo que es ganar una vuelta al mundo a dos, concretamente la Global Ocean Race, en Open 40.
Aleix Gelabert y Dídac Costa (One Planet, One Ocean)
Sobre el papel, son la cenicienta de esta Barcelona World Race, pues forman la tripulación menos experimentada y tienen el barco más antiguo de toda la flota, construido en 2000 (ex Kingfisher de Ellen McArthur, Educación sin Fronteras de Albert Bargués y Servane Escoffier y Fòrum Marítim Català de Ludovic y Gerard Marín). Gelabert y Costa salen a aprender, vivir su sueño, colaborar con el mundo científico y seguir engrosando la cultura marítima del país, dentro de los objetivos de la FNOB.
Bruno García y Willy García (We Are The Water)
Los hermanos García salen sin ninguna presión encima y dispuestos a dar la sorpresa, aunque su verdadero objetivo es intentar completar la vuelta al mundo y cruzar la línea de meta de su ciudad natal. Disponen del barco vencedor de la primera edición como Paprec-Virbac, el ex Estrella Damm que terminó cuarto hace cuatro años.