Un gran crucero, clásico, funcional y con buenas prestaciones navegando. Así es este primer flybridge de la firma alemana Bavaria que, además con la mínima potencia permite obtener un régimen de crucero económico y con una notable autonomía. LUIS BOSCH
El primer modelo a motor con flybridge del astillero alemán Bavaria nos recuerda el célebre Deep Blue 46 nacido en 2009, en colaboración con el gabinete de diseño americano de BMW. Ahora el Virtess 420 Fly inicia una nueva serie de modelos con puente superior, que refuerza el programa de crucero, pero con las mismas prestaciones deportivas que las versiones abiertas o hard top de la marca. En realidad, a cada modelo descapotable, se corresponde otro abierto; y a partir de cierta eslora, también existirá la versión con flybridge.
Varias son las características destacables de este 42 pies, pero sobre todo hay que destacar la versatilidad de su popa; las numerosas posibilidades de motorización que se ofrece, con colas y con IPS; y la racionalidad de la distribución, tanto en el fly como especialmente en los interiores. Es un barco hecho para navegar, para sentirse cómodo a bordo y exento de cualquier exceso en la decoración y en el diseño, con el fin de no perturbar la ergonomía y la funcionalidad de a bordo.
Cubierta y bañera
Bavaria siempre apuesta por distribuciones muy racionales, sin atrevimientos que limiten por el diseño u otros aspectos, la ergonomía y el confort a bordo. En este caso, y al ser el primer modelo dotado de flybridge, el astillero siguiendo los mismos criterios, ha planteado una bañera muy original y polivalente, reforzada por la opción, casi inevitable, de una plataforma de baño sumergible. En efecto, la cubierta de proa, de diseño tradicional, con el solárium basado en enorme colchonetas y una maniobra de proa muy bien planeada para facilitar el amarre y el fondeo. Los pasos laterales man tiene una anchura correcta, aunque los pasamanos altos que se quedan algo cortos al no legar hasta más a proa, cerca del parabrisas.
Pero, como hemos apuntado, uno de los principales puntos fuertes de este barco es la bañera de popa. Las posibilidades de transformación que ésta ofrece son únicas, pudiendo desplazar —mediante una guía que hay en el suelo— tanto la mesa como los asientos de diferentes maneras, de modo que cada composición favorece toda la bañera despejada, abierta directamente a la plataforma de baño. Si se desea integrar la parte abierta con el salón interior, se pueden colocar mesas y asientos de modo que se complementen en un único espacio. Una original aportación que refuerza el programa de crucero mediterráneo en este barco.
La maniobra de popa, como en la proa, está perfectamente resuelta, con winches para las amarras y huecos para estibar los cabos. A este espacio de proa y popa se añade el flybridge, una superficie que convierte a la Virtess 42 en una open virtual. El segundo puesto de gobierno, a babor, deja espacio junto al parabrisas para componer un segundo solárium diván, que se combina con el sofá de la gran dinete en forma de U a popa, con una mesa de teca muy robusta. Para completar este espacio el astillero ha añadido un mueble de servicio, con parrilla, nevera y lavamanos, de modo que se evita bajar a la cabina a buscar refrescos y cualquier otro tipo de bocado.
Unos espacios abiertos bien resueltos, como es tradicional en Bavaria, sin virguerías que obstaculicen el confort y la vida a bordo, con buenas proporciones y pensados sobre todo para la vida a bordo y la navegación, no para presumir.
Puestos de gobierno
La ventaja de tener dos puestos de gobierno es importante en un crucero de 42 pies. Desde el fly la posición ante la consola es cómoda, aunque éste presenta un notable volumen con el fin de mostrar fácilmente todos los indicadores e instrumentación. El asiento es cómodo, pero aquí, como en el interior, el astillero ha obviado los reposapiés, un detalle, por otra parte, que siempre va bien. No obstante, desde arriba la visibilidad es perfecta y al mullido asiento de dos plazas es realmente cómodo. El parabrisas protege bien y la ubicación de las palancas es correcta.
Por su parte, el puesto del interior, también con un cómodo asiento doble, presenta una perfecta distribución de la electrónica de navegación y de los componentes de control. En este caso, las palancas de aceleración y los pulsadores de los flaps se sitúan a la derecha, donde son fáciles de manejar. El volante es ajustable y no falta un buen asidero de inoxidable para el acompañante. Aquí la consola, por su volumen y altura, se come un poco de visibilidad frontal. Se podía haber inclinado un poco más para no tapar tanto. Los ventanales bajos de los lados, por su parte, favorecen una visión prácticamente de 360 grados.
Dos puestos sobrios, en el que los equipamientos de la electrónica forman parte de la lista de opcionales, como es normal, pero especialmente cómodos y ergonómicos.
Interiores
La Virtess 420 es un barco de interiores importantes por dos razones. Primero por la buena distribución de los diversos compartimientos, con un gran salón, cocina y puesto de gobierno arriba; y en la zona privada con tres cabinas dobles y dos aseos completos. Es, como hemos dicho al principio, una distribución racional, sin originalidades en este sentido, sobria, pero sobre todo cómoda, donde se respetan las medidas (nada menos de 1,95 metros de altura en el salón) y uno siente la sensación de amplitud en cualquier lugar de la cabina.
Por otra parte, la ausencia de barroquismos y decoraciones absurdas contribuyen en este caso a una mayor sensación de confort. Es un barco hecho para ser vivido, para sentirse bien, sin la preocupación de los lacados, las moquetas blancas u otros detalles que hacen sentirse incómodo.
Arriba el salón da la sensación de unas dimensiones superiores a las de un barco de 42 pies. Los grandes ventanales proporcionan una gran luminosidad natural, y a ello se añade un mobiliario sobrio, que no estorba y que contribuye a la mejor sensación de confort. Una dinete a estribor y enfrente un mueble de servicio, con armarios para la vajilla personalizada, con la televisión y al lado la cocina, grande, perfectamente equipada, dotada de vitrocerámica, fregadero de inoxidable, nevera eléctrica y microondas, además de los armarios correspondientes, arriba y abajo. Está bien, pero retocaríamos algún ángulo demasiado vivo del mobiliario.
La zona privada reparte las tres cabinas dobles, dos gemelas a media eslora, con sus armarios roperos y dos cama, bien ventiladas y con buena altura interior; y delante la cabina del armador, con armarios para ropa, tocador y varios cajones, comunicada directamente con su propio aseo completo, en el que no falta la ducha independiente. El segundo baño, también grande, dispone además del inodoro, muebles y lavabo, de ducha con mampara independiente. Por lo tanto en este sentido, las prestaciones de los interiores para el programa de crucero son idóneas.
Acabados de calidad, con tonos claros que favorecen la luz interior, buena capacidad de estiba en general, aprovechada sin apuros, y un equipamiento de serie correcto, algo más completo de lo que es normal. Como es natural, el astillero ofrece diversos materiales para tapicerías y maderas en distintos tonos.
No obstante las virtudes de estos interiores, echamos en falta algo más de ventilación en el salón, a pesar de que la sensación de amplitud domina en todo el barco, y en especial en el salón.
Interiores, pues, muy adecuados a esta eslora, con gran habitabilidad y luminosidad natural, perfectamente diseñados para un buen crucero, cómodo y funcional.
Navegación y conclusiones
La Virtess 420 Fly sorprende por su navegación, especialmente por la agilidad que muestra en la conducción. Con las transmisiones dentrofueraborda de Volvo Penta esta 42 pies se comporta como una embarcación de menos porte, resultando muy maniobrable. Es cierto que Bavaria ofrece este barco tanto con colas como con IPS, pero en este caso las colas con la menor potencia, o sea con los Volvo Penta de D6 de 370 brindan unas prestaciones que, sin ser espectaculares, son satisfactorias. A régimen de crucero puede mantener los 22 nudos a 2.800 rpm con un consumo conjunto de 104 litros hora, lo que resulta más que aceptable para un barco de esta eslora con un desplazamiento superior a las once toneladas y media. Con el gas a fondo se pone a 31 nudos de máxima y 3.700 rpm, con un consumo total de 153 litros hora. En cuanto a autonomía a 22 nudos llega a las 255 millas, y a régimen máximo un poco menos.
El barco sale en planeo en 11 segundos y en 17 más se pone por encima de los 30 nudos. No está nada mal, pero está claro que las modas exigen más potencia y para eso Bavaria ofrece tres opciones más: dos D6-400 de 400 Hp con colas (351.000 euros, sin impuestos); y dos más, una con IPS 500 (2×370 Hp) (353.000 euros, sin impuestos), y otra con IPS 600 (2×435 Hp) (369.000 euros, sin impuestos). El joystick para las colas es un opcional disponible que sale por 16.370 euros, sin impuestos.
En navegación es un barco muy sensible a la dirección, que por otra parte requiere de la ayuda de los flaps para favorecer el planeo y el asentamiento, aunque con las colas ya hace bastante. De todos modos la sensación de seguridad, potencia y confort es notable. La carena es buena y apenas pantoquea. Es un casco bien diseñado, que evidencia la larga experiencia y la rigurosidad alemana en este ámbito.
Por lo tanto, por 319.000 euros, este barco y cuatro añadidos en los opcionales, resuelve las mejores prestaciones de un programa de crucero. Entre éstos tenemos que recurrir al “paquete básico” (16.930 euros) que incluye un montón de accesorios, como el ancla, el toldo de puerto y del fly, el molinete de fondeo, la hélice de proa y varios accesorios más. Y después en paquete de “navegación” (5.870 euros) que contempla el VHF de Garmin 300i AIS, el ploter GPSMap 4010 con GPS en ambos puestos de gobierno, conexión de 12 V en el puesto del fly y cámara para ver en marcha atrás. Luego hay otros packs, pero atañen a neveras, colchonetas, máquina de cubitos de hielo, aire acondicionado, etcétera, de forma que el armador puede ir completando el barco respecto a sus necesidades.
Un gran crucero para quienes gusten de navegar, recorrer millas confortablemente y con tal fiabilidad, avalados por una de las primeras marcas mundiales, como es Bavaria.
Ah!, y una cosa final: es gobernable con el PER.
A destacar
+ Bañera e interiores muy racionales, espaciosos y cómodos.
+ Barco sorprendentemente ágil y maniobrable.
+ Ideal programa de crucero con bajo consumo.A mejorar
– En los puestos de gobierno no hay reposapiés.
– Consola del fly es demasiado alta.
– Se podría incrementar la ventilación natural en el salón.
Características
• Eslora total: 13,60 m (con plataforma de baño)
• Eslora total: 12,39 m
• Eslora de casco: 11,95 m
• Manga: 4,21 m
• Calado: 1,11 m
• Desplazamiento: 11.400 kg
• Gama de motorizaciones: dentrofueraborda Volvo Penta diésel 2×370 Hp; 2×400 Hp; Volvo Penta IPS 500 2×370 Hp; IPS 600 2×435 Hp.
• Capacidad de combustible: 1.200 l
• Capacidad de agua: 410 l
• Plazas: 12
• Categoría de navegación: B
• Constructor: Bavaria Yachtbau
• Importador: Bavaria Spain
• Precio: 319.000 euros, con dos Volvo Penta D6-370 DPH EVC de 370 Hp, y sin impuestos.
Motores
• Marca y modelo: Volvo Penta D6-370 DHP EVC
• Potencia: 370 Hp (272 kW)
• Tipo: dentrofueraborda diésel inyección directa
• Cilindros: 6 en línea
• Cubicaje: 5.500 cc
• Rpm máx.: 3.400-3.600
• Peso: 766 kg
Bavaria Virtess 420 Fly
2×370 HP Volvo Penta D6-370 DPH EVC
Rpm nudos consumo conjunto l/h
570 3,8 2,1
1.000 6,2 8,2
1.500 8,6 23
2.000 10,4 53
2.500 16 97
2.800 22 104
3.000 25,5 122
3.500 29 140
3.700 31 153
Tiempo de planeo: 11 segundos
Aceleración de 0 a máx.: 28 segundos
Autonomía: en torno a las 240 millas a régimen máximo; y a las 255 millas a velocidad crucero de 22 nudos.
CONDICIONES DE LA PRUEBA
Personas a bordo: 4
Combustible: 95%
Agua: 95%
Estado de la mar: rizada y viento fuerza 3
GALERÍA:
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