En el anterior artículo les hablábamos de cuáles son las sensaciones al volante y las precauciones que hay que tener al conducir con un barco a remolque, haciendo especial hincapié en la frenada. Hoy les hablaremos de aspectos como los adelantamientos, giros, marcha atrás, dimensiones, etc. Estos aspectos son cruciales y elementales para su seguridad y la del resto de conductores.
Autor: Miguel Ángel Álvarez Alperi, embajador Tourón para España y Portugal
Adelantamientos
Conducir con un barco a remolque implica que, al adelantar, debemos de tener muy en cuenta las nuevas dimensiones que adquiere el conjunto de vehículos. Las dimensiones, el volumen, el peso y las limitaciones de velocidad implican más tiempo y más espacio para hacer la maniobra.
Un barco a remolque suele ser un remolque extenso, de 5 m o más, y eso hay que tenerlo siempre muy en cuenta a la hora de reincorporarse al carril derecho, dejando mucho más espacio del habitual con el objetivo de no impactar y/o “echar de la carretera” al vehículo a adelantar. También hay que tener en cuenta que ese exceso de peso nos va a penalizar en el tiempo que vamos a dedicar para hacer la maniobra, así que si vamos a adelantar que sea con margen de sobra para poder completar la maniobra.
Adelante metiendo al menos una velocidad menos y tenga en cuenta esa merma de potencia y reprís. No dude en pisar a fondo y “estrujar” las capacidades de su propulsor. Y tenga en cuenta que llevando barcos voluminosos y con viento lateral notaremos mucho el efecto pantalla al adelantar a un camión, lo que nos puede desestabilizar el conjunto, especialmente al rebasar al vehículo que nos precede.
Otro aspecto a tener en cuenta es que al conducir un remolque (ligero o pesado) la velocidad está limitada por ley a 90 km/h en autopistas y autovías y a 80 km/h en carreteras convencionales.
Como norma general le aconsejamos no adelantar si no está del todo seguro. Ante la duda, espere a una mejor oportunidad. Vaya concentrado especialmente en estos momentos porque una maniobra evasiva puede meterle en un grave aprieto.
Giros
Los accidentes más comunes a la hora de circular con un remolque se producen en los giros. Son especialmente delicados los pasos en las rotondas o glorietas y las curvas cerradas. Los giros en calles estrechas a 90º son muy complicados y a veces imposibles de hacer. Así que téngalo en cuenta a la hora de “callejear” haciendo caso del navegador GPS… Y si le ocurre no se impaciente. No se bloquee. Ponga los cuatro intermitentes, baje y sopese la maniobra. Y si no lo ve claro desenganche el remolque e intente moverlo a mano. Pida ayuda si es necesario. Porque lo importante es no tener un accidente.
El mejor consejo que le podemos dar es que proceda en las curvas lo más abierto posible, “barriendo” con el morro del coche la parte externa de la curva hasta estar al punto de invadir el sentido contrario. Y, sobre todo, adecúe la velocidad para evitar vuelcos, use el freno motor y reduzca antes de entrar. Evite los frenazos y las inercias, especialmente una vez iniciado el giro. Y avise siempre de sus intenciones mediante los intermitentes. Adelántese a los acontecimientos. “Vigile” en todo momento al resto de vehículos y tenga en cuenta que, en general, para el resto de conductores somos como un “incordio que hay que quitarse de en medio cuanto antes” y por eso tienden a hacer maniobras de adelantamiento impulsivas y a veces temerarias en rotondas y donde menos se lo espere. Un conjunto de vehículo lento como el nuestro suele desesperar a los menos pacientes y derivar en conductas frente al volante un tanto agresivas. Tenga paciencia.
Marcha atrás
Si conducir marcha atrás ya resulta complicado para muchos conductores mucho peor es tener que hacerlo con un remolque, básicamente porque el remolque va hacia el lado contrario del que giramos el volante… Pero no se agobie. Es solo cuestión de práctica. Tenga confianza. Pero lo que le aconsejamos es que no se ponga a practicar por primera vez el día en que quiere botar la lancha y tiene a la familia y/o los amigos impacientes por salir a navegar… Practique antes en un parking de un supermercado, en un polígono industrial, etc. Y hágalo, mejor, solo. Los consejos e indicaciones de terceros dados en mitad de la maniobra (aunque se hagan con la mejor de las intenciones) solo tienden a bloquearnos.
Marcha atrás recto
Empiece practicando la marcha atrás yendo recto, paralelo a una acera, por ejemplo, y así se dará cuenta del efecto inmediato que tienen los giros en el volante. Intente ir paralelo a la acera manteniendo siempre la misma distancia. Comience la maniobra siempre con el conjunto de vehículos alineado, retroceda despacio y corrija suavemente en cuanto note que se le va para un lado.
Marcha atrás en curva
Cuando tenga dominado lo anterior pruebe a hacer lo mismo en una curva. Vaya yendo marcha atrás dando la curva, lentamente, sin prisa alguna. Son buenos sitios para practicar los polígonos industriales en días festivos. Evite siempre que le haga la tijera y se cruce el remolque excesivamente porque puede romper las conexiones y golpearle el coche.
Aproximación de la bola de enganche al remolque
Otra maniobra que debe practicar es la aproximación de la bola del enganche al remolque. Para esto hay un trucazo infalible, que es equipar el coche con cámara de marcha atrás, de esas que se ponen en la matrícula… a la venta en Amazon desde unos 30 €. De esta forma puede ver cómo se acerca y se coloca la bola justo en el sitio a la primera. Esto es especialmente útil cuando su remolque es muy pesado y no lo puede aproximar a mano. Si la embarcación es ligera puede acercar el remolque empujando y esto le permitirá más margen de error, pero si pesa mucho tendrá que hacerlo maniobrando exclusivamente con el coche.
Aproximación del remolque hasta un punto delimitado
Dar marcha atrás hasta un punto determinado (como por ejemplo el sitio justo en donde quiere dejar estacionado el remolque) es una maniobra muy delicada porque esa parte trasera del remolque suele estar muy alejada de nuestro coche y/o retrovisor. Un buen truco es calcular con pasos (baje y mida “a pasos” a falta de un metro) lo que queda y aplicar esa misma distancia desde la posición de su retrovisor hasta una marca o señal que deje en el suelo. Así, al dar marcha atrás sabrá qué tiene que parar justo cuando esa señal del suelo (un papel, una piedra…) esté a la altura de su espejo retrovisor.
Otro truco para saber el momento justo en que debemos parar en la marcha atrás al aproximar el barco a una rampa de botadura es girar el remolque hasta que veamos las ruedas por el espejo retrovisor. Yo siempre las dejo sumergidas por la mitad, y si giras el remolque en el último momento las ves por los espejos y no necesitas de nadie que te indique.
Dimensiones
Un conjunto de vehículos grande, alto y voluminoso como nuestro remolque Brenderup y la Quicksilver 705 Active Weekendrequiere practicar mucho antes de hacer las maniobras y de conducir por carreteras estrechas. Pero en cuanto te haces a sus medidas ya sabes hasta dónde y por dónde te puedes meter. Les recordamos que el barco no puede exceder de los 2,55 m de manga, 12 m de largo y que la altura no puede exceder de los 4,20 m de puntal subido en el remolque.
Además de la anchura, que puede obligarle a equipar el coche con espejos retrovisores suplementarios (como curre con muchas caravanas) hay que tener en cuenta la altura, sobre todo en pasos inferiores o aparcamientos cubiertos, etc. Nuestra embarcación cabinada subida en el remolque tiene 3,20 m de altura, más que una autocaravana. Acuérdese de desmontar la antena VHF ocualquier tipo de mástil, etc. que suplemente aún más la altura.
Carga del remolque
La primera vez que se sube el barco en el remolque hay que prestar mucha atención a la distribución del peso. Y digo “la primera vez” porque hay que dejar el remolque graduado en ese preciso momento como explicaremos más adelante*. Suba el barco totalmente pertrechado (la primera vez le recomiendo que contrate los servicios de una grúa en un puerto deportivo) y calcule el peso que va sobre bola del enganche y la lanza del remolque. Eso se puede saber fácilmente usando una báscula de baño puesta bajo la rueda jockey del remolque. El peso vertical sobre la bola recomendable está en torno a los 70 kg, aunque puede aumentar en función del vehículo tractor. Un turismo cualquiera no acepta mucho peso en la parte trasera y tiende enseguida a “levantar” la parte delantera del coche, perdiendo tracción y control en la dirección. Pero una pick up, una furgoneta o un gran todoterreno con suspensión neumática va mejor si se le cargan 120 kg o más en la bola. Ocurre lo contrario cuando hay poco peso en la lanza del remolque, que puede llegar a levantarse sola y que no pueda ni “agachar” el remolque. Esto ocurre fácilmente en los remolques de un solo eje. Téngalo en cuenta para no llevarse sustos… sobre todo al soltar el cabezal del remolque de la bola del coche.
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