En el artículo anterior les hablábamos de lo que se necesita para comenzar en la náutica remolcable haciendo especial hincapié en las cualidades del vehículo tractor. Y sí, lo principal es su capacidad de tracción y frenado. Pero hay más detalles a tener en cuenta como el volumen, el peso, el tipo de tracción, la amortiguación, la potencia, del tipo de propulsor, cambio, etc.
Autor: Miguel Ángel Álvarez Alperi, embajador Tourón para España y Portugal
Todos estos factores influyen mucho en el confort de marcha, en el consumo de combustible y en la seguridad durante el traslado y la botadura de su barco remolcable. Por ello vamos a analizar los “pros” y “contras” de cada opción.
¿Cuáles son los mejores vehículos tractores a la hora de trasladar y botar su embarcación remolcable? ¿Tracción delantera, trasera o integral? ¿Diesel o gasolina? ¿Cambio automático o manual?. ¿Con turbo o sin turbo?. ¿Turismo, 4×4 o furgoneta?¿Y la suspensión? ¡Arranquemos!
Antes de meternos en detalle vamos a suponer que lo que de verdad deseamos (o con lo que soñamos) es con llevar su barco a remolque de viaje por infinidad de nuevas zonas de navegación. Que la idea no es llevarlo esporádicamente de su casa hasta la rampa de botadura más cercana, sino pensar en cruzar España para embarcar su lancha en un ferry con destino a Baleares, Cerdeña, etc. O navegar esta semana en Galicia y la próxima en Cádiz. Un día navegación fluvial, en un embalse, y el siguiente por las Islas Cíes… Entonces, si es en eso en lo que estamos pensando (y/o soñando), es de vital importancia acertar con el conjunto de vehículo tractor y barco a remolque, porque traslados tan exigentes precisan de un buen equipo. Y otro factor muy importante a tener en cuenta es si la embarcación que trasportamos es pequeña o grande, o si la vamos a botar por una rampa de botadura nosotros mismo o contratando los servicios de una grúa, porque no es lo mismo.
Pequeñas embarcaciones remolcables:
Para trasportar una moto de agua o una pequeña semirrígida (hasta unos 5 m de eslora), que son “bultos” ligeros (de no más de 750 kg) y poco voluminosos, casi cualquier vehículo sirve, ya que no pondrá en aprietos ni al conductor ni a la mecánica, ni durante el trasporte ni durante la botadura. Y ni qué decir tiene que no será necesario el empleo de una grúa, ya que podrá botarlo usted mismo en “casi” cualquier rampa de botadura.
Embarcaciones remolcables medianas:
Cuando pretenda llevar a remolque durante largos trayectos embarcaciones cuyo peso (remolque más barco) esté entre 750 kg y unos 1.500 kg, la elección del vehículo tractor empieza a ser importante, ya que son pesos y/o volúmenes que comienzan a comprometer al conjunto de vehículos. Para estos casos el remolque ya contará obligatoriamente con freno de inercia, lo cual se nota, y mucho, ya que de estar bien regulado este tipo de freno no compromete al sistema de frenado del vehículo, sino que aporta capacidad de frenado y se agradece mucho su efecto. Pero lo más determinante en este caso comienza a estar en la capacidad de tracción, la potencia necesaria y el consumo de combustible. Y entonces hay que pensar en elegir bien el vehículo con el que tenemos pensado llevar nuestro barco.
Grandes embarcaciones remolcables:
Cuando se pretende llevar durante largos trayectos embarcaciones tan voluminosas y pesadas como la Quicksilver Active 705 Weekend (remolque más barco cargado pesan 3.200 kg y alcanzan los 8,5 m de largo por 2,5 m de ancho) y botarlas en rampas de botadura uno mismo y sin ayuda, la elección del vehículo tractor y del remolque es fundamental. Parece una maniobra complicada, pero no lo esta tanto. Y lo digo por propia experiencia. Solo es cuestión de técnica, sentido común y aprender varios trucos, que son los que van a ir conociendo a través de esta sección. Sobra decir que para estos casos lo más apropiado es contar con un gran SUV tipo VW Touareg, Audi Q7, BMW X5, Toyota Land Cruiser, Mercedes, Range Rover, etc. o Pick Ups tipo Nissan Navara, etc. Con este tipo de vehículos tan capaces, el confort de marcha y la seguridad están garantizados. Mi experiencia con el VW Touareg es muy positiva, pues nunca he sentido que circulara “en precario”, incluso opero con él sin mayores complicaciones en rampas de botadura con gran pendiente. Un furgón tipo al Iveco Daily también podría ser una buena opción, aunque es una alternativa que se ve muy comprometida a la hora de botar el barco en una rampa de botadura. Y de esto es de lo que les vamos a hablar ahora. ¡Vayamos paso a paso y supuesto a supuesto!:
¿Cuál es el mejor tipo de vehículo tractor a la hora de trasportar por carretera la embarcación?
Cuanto más voluminoso y pesado sea el vehículo tractor (como por ejemplo una autocaravana o un furgón) menos vamos a notar que llevamos un barco a remolque, ya que lo que más penaliza (en el consumo y en la sensación al volante) es la carga aerodinámica, más incluso que el peso. Un barco cabinado tan voluminoso como esta Quicksilver Activ 705 Weekend afecta mucho a la aerodinámica del conjunto, sobre todo si es un turismo el que la remolca. Afecta mucho a la estabilidad del conjunto y, sobre todo, al consumo, que puede aumentar hasta en un 50% a velocidades de 80 o 90 km/h. Si se llevara con una furgón o autocaravana apenas notaríamos que lo llevamos, ya que es el vehículo tractor el que “aparta” el aire, y no el barco en sí. Por eso puedo afirmar que para transportar por carretera este barco tan voluminoso lo mejor sería un furgón del tipo al Iveco Daily, pero para botarlo en una rampa “exigente” sería mucho mejor un gran SUV con tracción total, suspensión neumática y reductora.
La mejor opción: vehículo tractor voluminoso, con propulsor diesel de gran potencia, tracción trasera y gran capacidad de carga, para que la suspensión no se vea afectada. Si la potencia del propulsor es muy justa es mejor una mecánica sin turbo y gran cubicaje. Y, el cambio, mejor manual, ya que el automático se “equivoca” constantemente y hay que pasar al modo manual constantemente para usar el freno motor, etc.
La peor opción: vehículo tractor muy aerodinámico con tracción delantera, poca capacidad de carga (suspensiones “blandas”) y propulsor de gasolina de potencia muy limitada (con poco cubicaje y “demasiado” turbo). Suspensiones blandas.
¿Cuál es el mejor tipo de vehículo tractor a la hora de botar la embarcación en función de los siguientes supuestos?
A) Botar la embarcación usted mismo en una rampa de botadura en una costa mareal:
Las rampas de botadura en costas mareales (las sometidas al efecto de las mareas, como las del Cantábrico y Atlántico) suelen tener mayor inclinación que las de las costas no mareales como las del Mediterráneo. Pero eso no es lo más comprometido, lo peor es que puede verse en la obligación de tener que sacar la embarcación a media marea o en bajamar, cuando el firme suele estar muy resbaladizo (algas, lodos…), tanto que a veces uno mismo no se tiene en pie y son comunes los resbalones y culazos, y entonces la capacidad de tracción se ve muy mermada. Para estos casos la mejor opción sería contar con un vehículo de tracción total con reductora y bloqueo de diferencial.
En caso de poder botar el barco con la rampa seca y sin algas (en pleamar) la opción intermedia sería la tracción trasera, ya que los de tracción delantera tienden a patinar si se ven comprometidos (en ese caso hay que optar por poner peso adelante, sentándose varias personas en el capó si fuera necesario).
Los de tracción delantera son los más recomendables solo si hubiera que situar las ruedas traseras en la parte más resbaladiza, ya que a la hora de salir con el peso del remolque cargado y cuesta arriba los de tracción trasera se quedan sin capacidad de acción al patinar fácilmente.
La mejor opción: vehículo 4×4 con reductora y bloqueo de diferencial. Cambio automático.
La peor opción: vehículo de tracción trasera cuando las ruedas motrices se tengan que poner sobre la zona más resbaladiza.
B) Botar la embarcación usted mismo en una rampa de botadura en una costa NO mareal:
Estas rampas de botadura son, en general, las más fáciles, ya que solo suele estar resbaladiza la parte sumergida, y en esa zona tan comprometida no se suelen meter las ruedas motrices del vehículo tractor salvo que la rampa de botadura tenga tan poca pendiente que haya que meter el remolque muy a dentro para ganar calado y que así no pegue en el suelo el casco del barco. Para estos casos no es tan vital la elección del vehículo tractor salvo que se opere en rampas de botadura con mucha inclinación. No obstante, si se puede, y por este orden, lo mejor sería contar con un vehículo 4×4, vehículo con tracción trasera y como última opción vehículo con tracción delantera.
La mejor opción: vehículo 4×4 con reductora, cambio automático y bloqueo de diferencial.
La peor opción: vehículo de tracción delantera.
C) Botar la embarcación contratando los servicios de una grúa:
No pasa nada si después de transportar la embarcación hasta nuestro destino decidimos contratar el servicio de grúa en un puerto deportivo. Esto es algo que se nos ha pasado por la cabeza a todos alguna vez… Y, además, hay varios motivos por los cuales no queda otra opción. Me explico:
Motivos por los que contratar los servicios de una grúa para botar tu embarcación remolcable:
Admito que lo que prefiero es no tener que usar una grúa, ya que ello resta libertad (hay horarios y condiciones de uso) y además sale caro. Pero hay veces que no te queda otra porque o bien no hay rampas de botadura o están muy lejos de tu zona escogida. Piensa que los servicios de una grúa van de los 30 a los 100 euros por uso…
A) Cuando tu remolque supuestamente “náutico” no está diseñado para botar una embarcación en una rampa de botadura, ya que no lleva rodillos y ejes basculantes, ejes preparados para ser sumergidos, bujes estancos, etc. Ojo con eso, porque no todos los remolques náuticos están preparados para ser usados en rampas. De los tipos de remolques náuticos hablaremos próximamente.
B) Cuando no se tiene la suficiente experiencia, valor o pericia. Si no lo vemos claro, no tenemos que arriesgarnos. Debemos escoger la opción menos comprometida.
Hablemos de consumos:
Mi experiencia llevando una semirrígida de 5,5 m a remolque de una autocaravana (capuchina, motor turbodiésel de 2.8 l de 146 hp) es muy grata, ya que ni se nota que la llevo y el consumo aumenta solo en un 15% (de 12 l de consumo a los 100 km a unos 14 l a los 100 km).
El consumo al transportar la misma semirrígida empujada por un Peugeot 307 SW 1.6 l de 110 cv de gasolina, pasó de ser de 8,6 l a los 100 km a 13 l a los 100 km.
Con un Volkswagen Touareg 3.2 l de 220 hp atmosférico de gasolina adaptado a GLP el consumo de gas pasa de ser de unos 20 l a los 100 km (consumo habitual sin remolque) a los 25 l a los 100 km.
En ese mismo VW Touareg el consumo de gas llevando la Quicksilver Active 705 Weekend a remolque y totalmente pertrechada (remolque con más de 3.200 kg de carga en total) pasa de los 20 l a los 100 km (consumo habitual sin remolque) a los 30 l a los 100 km (consumo del conjunto barco + remolque + coche), es decir, que aumenta un 50%. Es curioso como el volumen y la carga aerodinámica son factores más decisivos a la hora del consumo que el propio peso en sí.
Sigue leyendo para conocer en detalle todo lo relacionado con la náutica remolcable: