Tras las versiones Open y Tender, ahora esta eslora de 23 pies se ofrece en versión Cruiser, con una cabina que completa el programa de crucero de día familiar, incorporando además algunas mejoras que completan este modelo, dejándolo muy a punto. LUIS BOSCH
La D23 es un barco de construcción nacional que destaca por desmarcarse con inteligencia de lo que ya ofrece el mercado. Su diseño minimalista, el alto nivel de calidad —construido en infusión al vacío— de sus acabados, y las diversas originalidades aplicadas en todo el barco, hacen de esta eslora un modelo elegante y muy atractivo, además de admitir numerosas configuraciones con el fin de ampliar su polivalencia de programa. La versión Cruiser es la tercera, tras la primera Open y la segunda Tender.
Cubierta y bañera
A la elegante estética y el cuidado en el menor detalle, como por ejemplo el grabado mediante láser con el nombre de la marca en las cornamusas, o la ingeniosa transformación del solárium, o las prácticas defensas, o la cámara que esconde el motor fueraborda, entre otras, se añade un diseño de carena realmente sorprendente, tanto por su estabilidad como por el agarre que muestra en los virajes violentos a alta velocidad.
La D23 Cruiser destaca también por su roda vertical, que esconde una obra viva con gran capacidad de planeo, y que al mismo tiempo se combina con una V que evoluciona muy bien con ola corta y de fondo. Por esto, sin duda, uno de los principales puntos fuertes de este barco es la carena.
El segundo atractivo de la D23 es su estética y configuración de la cubierta, además de las numerosas opciones que propone el astillero para ofrecer varias versiones. El plantea¬miento de una zona de popa con una dinete al mismo nivel (para acomodar a seis personas con total holgura), con distintas transformaciones, los pasos laterales anchos, y el cómodo acceso por popa desde las semiplataformas de baño, refuerzan la personalidad de este modelo. Y la idea de cubrir el fueraborda para ganar espacio de solárium es sin duda una interesante aportación a la configuración de la bañera y uno de los puntos fuertes del barco.
En la versión Cruiser, sin embargo, se han mejorado algunos detalles con respeto a las dos anteriores. El añadido de cornamusas laterales (a nuestro juicio siguen faltando dos en las amuras, a proa, ya que solamente hay una en el cofre de anclas); la incorporación de pequeñas puertas en los pasos de popa a la plataforma; el recubierto de piel en los asideros de la bañera y de la consola; o el aprovechamiento del parabrisas para complementar el solárium de proa.
En definitiva, una bañera espaciosa, configurable con muchas opciones (con hard top o toldina, por ejemplo), que además se beneficia de una lista de opcionales de calidad para poder adaptarse al tipo de navegación o las preferencias del armador.
Puesto de gobierno
La consola de la Cruiser es, desde luego, totalmente diferente a las de las otras dos versiones de la D23. Amplia, elegante, resaltada por un parabrisas de diseño, bien distribuida, en fibra con gelcoat negro, con un vistoso volante, los interruptores del barco son pulsadores en un cuadro de carbono, y la palanca del Yamaha F200F muy bien ubicada.
No obstante hay que decir que siendo la primera unidad la que navegamos hay un par de pequeños cambios que el astillero llevará a cabo: la guantera inferior será algo más ancha; la radio se ubicará en el interior para que no toque la palanca de gas cuando se coloca a tope; y se añadirá un reposapiés apara el piloto.
Por lo demás, un puesto ergonómico, cómodo tanto para gobernar de pie como sentados y con espacio más que suficiente para equipos adicionales, como la radio VHF y una pantalla multifunción.
Interiores
La Cruiser tiene una cabina sorprendente, tanto por su volumen como por el aprovechamiento que se ha obtenido de ella. Habitualmente estos espacios en este tipo de esloras son siempre más utilizados para estiba que para estar, pero en este caso se ha resuelto con acierto al incorporar, opcionalmente, fregadero, cocina e inodoro, las tres piezas quedando escondidas bajo los bancos.
Hay que decir, sin embargo, que los fogones bajo el asiento necesitarán algún protector para que el calor no afecte la fibra de la tapa.
A la formidable capacidad de estiba de la cabina se añade la de los cofres exteriores escondidos también bajo los bancos. Y con el añadido de dos piezas se puede ocupar todo el espacio formando una gran litera.
Cabina, pues, más que razonable para esta eslora, de la que se ha aprovechado inteligentemente hasta el mínimo rincón.
Navegación y conclusiones
La primera D23, que navegamos con un Suzuki de 115 Hp en salida planeaba en 7 segundos, y alcanza la máxima de 29 nudos a 6.100 rpm en 10 segundos más, lo que no está nada mal (véase N&Y nº 4).
La segunda D23 Tender, con un Evinrude de 175 Hp, salía en planeo en 6 segundos, y se ponía a 34 nudos de punta en 12 segundos más. Una marca propia de una buena lancha deportiva (véase N&Y nº 10).
Y con esta tercera versión Cruiser, algo más pesada por la incorporación de la cabina, con un motor Yamaha de 200 Hp, alcanzó de máxima los 34,5 nudos a 5.400 rpm, aunque no llevaba la hélice adecuada, ya que debería llegar a las 6.000 rpm. No obstante, salía en planeo en 7 segundos y en 10 más se ponía a tope.
Queda claro que con la hélice adecuada, con un paso menos seguramente, alcanzaría las 600 rpm que faltaban y tendría una salida más rápida. En todo caso no hay duda que para esta versión Cruiser la potencia de 200 Hp no es excesiva y se adapta perfectamente. Lo que importa, también, es el régimen de crucero, que con este motor se sostiene en torno a los 22-23 nudos y 4.000 rpm, con un consumo más que razonable, que consigue una autonomía de unas 140 millas.
En cuanto al comportamiento, es un casco que evoluciona muy bien y que ya lo comprobamos en ocasiones anteriores. Estable, seco, muy maniobrable y con las mejores sensaciones de seguridad. Con los 200 Hp, sin duda, nos gusta más y consideramos sin la menor duda que es la potencia ideal. Una menor potencia comportará seguramente más gasto en este caso y unos rendimientos poco apropiados al programa de este modelo, con buen carácter deportivo.
En definitiva, un modelo mejorado en esta versión Cruiser, del que seguramente no existirán dos iguales, vista la gama de los numerosos colores a elegir, y la infinita combinación de elemen¬tos de equipamiento, hasta las distintas motorizaciones fueraborda, con potencias desde los 115 Hp hasta los 200 Hp. Modelo interesante, exclusivo y cómodo por su configuración y versatilidad de uso, bien hecho y dotado de un ADN en el que la elegancia, el diseño y la eficacia de la carena se combinan con inteligencia. Perfectamente adap¬table a casi cualquier necesidad.
A destacar
+ Diseño seductor, elegante y funcional.
+ Buena obra viva: prestaciones satisfactorias con el Yamaha F200F.
+ Construcción de calidad en infusión al vacío. Detalles de calidad.A mejorar
– Se ha de reubicar la radio. Toca la palanca de aceleración.
– El espacio de la cocina requiere un protector para el calor de los fogones.
– Se ha sustituir la hélice. No alcanzaba las vueltas.
Características
● Eslora total: 7,00 m
● Eslora de casco: 6,20 m
● Manga: 2,50 m
● Calado: 0,40 m
● Desplazamiento: 1.450 kg (sin motor)
● Gama de motorizaciones: un fueraborda de 115 Hp hasta 200 Hp
● Capacidad de combustible: 200 l
● Capacidad de agua: 70 l
● Plazas: 8
● Categoría de navegación: C
● Diseño: Marc De Antonio
● Constructor: De Antonio Yachts
● Precio: Con motor Suzuki 140 hp el precio es de 69.900 euros, mientras que con motor Yamaha F200F de 200 hp es de 74.940 euros y sin impuestos.
Motor
● Marca y modelo: Yamaha F200
● Potencia: 200 Hp (147,1 kW)
● Tipo: 4 tiempos inyección
● Cilindros: 4
● Cubicaje: 3.352 cc
● Rpm máx.: 6.000
● Peso: 221 kg
De Antonio D23 Cruiser
200 Hp Yamaha F200F
Rpm nudos consumo l/h
700 – 2 – 1,89
1.000 – 3,5 – 3,02
1.500 – 5,6 – 5,68
2.000 – 6,4 – 8,70
2.500 – 7,4 – 13,62
3.000 – 9,6 – 18,92
3.500 – 13,8 – 27,63
3.700 – 18 – 29,80
4.000 – 22,5 – 32,55
4.500 – 27 – 42,39
5.300 – 32,5 – 67,75
5.400 – 34,5 – 68,89
Tiempo de planeo: 7 segundos
Aceleración de 0 a máx.: 17 segundos
Autonomía: en torno a las 100 millas a régimen máximo; y unas 140 millas a régimen de crucero.
CONDICIONES DE LA PRUEBA
Personas a bordo: 2
Combustible: 50%
Agua: vacío
Estado de la mar: rizada y viento fuerza 3
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