Al final del año, tocaría hacer balance de cómo ha evolucionado el mercado de la náutica de recreo y realizar un ejercicio de perspectiva de lo que se puede esperar para 2025. Una tarea nada fácil. El sector es muy amplio e implica a muchos actores. Además de esta complejidad, no hay suficientes datos parciales —o es una tarea ardua y compleja encontrarlos— que nos permitan interrelacionarlos para así poder disponer de una foto general y afirmar categóricamente que las cosas irán en esta o aquella dirección.
No es un problema solo de España, sino de toda Europa. Suelen ser los grandes salones náuticos los que más datos proporcionan, especialmente los de Cannes y Düsseldorf, y los que más permiten hacerse una idea del punto en el que se encuentra el sector. Cierto que tanto los grandes grupos que cotizan en bolsa (Beneteau, Ferretti, Hanse, Azimut-Benetti entre otros) como muchos de los astilleros más pequeños, proporcionan las cifras macro de sus resultados e inversiones, al igual que lo hacen los grandes fabricantes de electrónica o equipamiento a final de año y esto nos permite hacernos una idea de cómo seria la foto del sector en términos financieros.
Pero, más allá de estas cifras e informes, la “photo finish” global aparece borrosa. Por ejemplo: todos los grandes actores afirman resultados muy positivos en los informes que hacen públicos. La impresión que nos llevamos, pues, es alentadora: las cosas van bien. Luego nos llega el “Informe del mercado de embarcaciones de recreo. Enero- junio 2024”, editado por ANEN y vemos que el mercado náutico en España ha registrado en el acumulado del primer semestre 764 embarcaciones de recreo menos que las efectuadas en el mismo periodo de 2023 y que la caída se concentra en el mercado de motos náuticas y en el segmento de embarcaciones de hasta 6 metros de eslora. Las neumáticas plegables caen un 40%, los barcos de 6 a 8 metros un 11%, los de 8 a 12 metros un 8% y los de 12 a 16 metros un 18%. En el mercado de alquiler, las embarcaciones matriculadas arrojan un descenso del 22%.
Algo no cuadra entre las cifras macro de los astilleros y el mercado real, al menos el español.
Seguimos en el terreno de las impresiones: los usuarios, especialmente los de vela, de un tiempo a esta parte tienen la sensación de que no hay stocks, y que los precios se han disparado en torno al 25%. Tampoco salen muchos modelos nuevos. Como ejemplo, los candidatos a European Yacht of the Year de este año (barcos nuevos) son 14, cuando en otras ediciones habían llegado a ser 26.
En el mundo del motor la impresión – ¡ojo, la impresión! – es diferente. Tras una subida estimada de entorno a un 15-20% el último año, especialmente en esloras de 14 a 18 metros, los precios se han estabilizado, hay mucho stock tanto de barco nuevo como
de ocasión, y se presentan más novedades que en vela, con un dinamismo especial en barcos eléctricos. Todo indica pues que hay más actividad en el motor que en la vela y que los usuarios del motor pueden esperar buenas ocasiones para 2025. Además, solo como dato, Cannes ha vivido este año el salón más espectacular de su historia.
Con todo, resulta difícil hacer una prospección general. Para ello, habrá que esperar a los informes del Boot Düsseldorf, el mayor indicador centroeuropeo. Un salón que también, entre otras cosas, nos permitirá comprobar si el comportamiento del mercado español es diferente al europeo y si las macro cifras que presentan los grandes grupos tienen su correspondencia a nivel de usuario en España.
Autor: Germán de Soler, Director de Náutica y Yates Magazine
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