Los materiales utilizados para la fabricación de acastillaje han evolucionado enormemente en los últimos años. De la madera en las embarcaciones tradicionales, pasamos al acero galvanizado, el aluminio, el bronce y luego el acero inoxidable que se ha convertido ya en imprescindible. Pero recientemente, los textiles con base de Dyneema, Vectran, Technora, Kevlar o PESTech se utilizan cada vez más tanto en veleros de crucero como de regata.
Autor: Albert Brel
La competición tiene criterios muy diferentes a los de la navegación de recreo, pero la mayoría de las innovaciones que encontramos en nuestros barcos son a menudo derivaciones de las que se utilizan en los barcos de competición y regata. Los fabricantes de herrajes, incluidos aquellos que eran fanáticos incondicionales del acero inoxidable, lo han entendido bien y ahora ofrecen productos textiles muy innovadores.
Una de las razones para utilizar textiles: el peso
En los barcos de competición, el peso es el enemigo número uno. Intentamos por todos los medios pequeñas ganancias de peso, pero que sumadas representan decenas de kilogramos. Es evidente que los herrajes de acero inoxidable o incluso de titanio tienen dos ventajas: son resistentes y se comportan bien ante la intemperie, la sal, el agua, etc. Su mayor inconveniente es el peso. Si tomamos el ejemplo de un grillete, si uno textil que pesa unas decenas de gramos ofrece la misma resistencia y las mismas características que uno de acero inoxidable 10 veces más pesado, podemos plantearnos la pregunta: ¿por qué no pasar al textil? Pero ojo, antes de cambiar hay que, como veremos, tomar ciertas precauciones.
Conozca bien las características de los productos
En los accesorios de acero inoxidable de calidad, estampados con el nombre del fabricante, conocemos las características consultando el catálogo: carga de trabajo, carga máxima de uso y carga de rotura. Un grillete, mosquetón o polea de acero inoxidable utilizado dentro de los límites dados por el fabricante y estampado por este, tiene poco desgaste y el envejecimiento debido al medio ambiente es bajo. En un producto fabricado en textil, en cambio, si bien el fabricante puede medir la resistencia y los límites de uso, es más difícil conocer el envejecimiento cuando está expuesto a agentes externos (sal, agua, rayos UV, etc.). ¿Debemos pues rechazar estos productos textiles? No, si tomamos ciertas precauciones. Los fabricantes serios no pueden permitirse el lujo de poner en el mercado productos cuyos límites de uso desconocen, especialmente los relacionados con la seguridad. Por este motivo, al igual que ocurre con los herrajes metálicos, es imprescindible recurrir siempre a fabricantes que ofrezcan productos referenciados en un catálogo porque podemos conocer no sólo todas las especificaciones sino también los usos para los que fueron diseñados.
COMPRENDER LOS NUEVOS TÉRMINOS
Han aparecido en el mercado nuevos términos para definir los accesorios de acastillaje textil. En Nodus Factory, por ejemplo, podemos mencionar: block-shackle friction (grillete textil para anillo de baja fricción), grilletes T-Close para driza y escota, grilletes T (especiales para polea), grilletes M multiusos, grilletes R para aparejo de poleas… En Wichard han elegido el nombre MXLEvo para las poleas textiles de alta resistencia. Vemos que, con estas nuevas definiciones, estamos lejos de los grilletes rectos de acero inoxidable, liras, torcidos… Otro tiempo, otro idioma.
Acero inoxidable versus textil
Con acastillaje de acero inoxidable, un grillete puede ser reemplazado temporalmente y sin riesgo por otro de forma diferente. Por ejemplo, para cambiar uno recto por una lira la única condición a respetar es la carga de trabajo. Con los textiles, es menos obvio y los usos son más específicos. Por ejemplo, un modelo T-Close C/ Cs de Nodus está especialmente diseñado para drizas y escotas con terminación en gaza.
Este modelo es imperdible y 10 veces más ligero que un grillete de acero inoxidable equivalente. Un modelo Cs6 (30 gr de peso) tiene una carga de rotura de 2.500 kg y puede utilizarse en superficies vélicas de hasta 140 m2. En la misma serie existen modelos diseñados para poleas. Están equipados con un conector textil universal y un ojo que se cierra automáticamente nada más colocarlos. Para drizas de vela mayor con polea, el grillete R tiene un cierre realizado con una gaza que permite una liberación rápida incluso bajo cargas pesadas. Para un uso más universal, existe un modelo multiusos. También se puede utilizar como conector textil para puños de driza de vela mayor, rizos, poleas, conexiones de burdas, estays de trinqueta, etc. El material es Dyneema R2.
Los fabricantes de acero inoxidable se enfrentan a los textiles
Al principio, hay que reconocer que los fabricantes de acastillaje de acero inoxidable no estaban muy convencidos y se mostraban escépticos ante la llegada de los productos textiles. Pero dadas las limitaciones para la producción de productos de acero inoxidable y las herramientas necesarias –para producir una pieza de acero inoxidable se necesita un molde (herrajes fundidos) o una matriz (herrajes forjados)– han cambiado de opinión. Con los textiles, es más fácil hacer un prototipo antes de pasar a la industrialización, si es adecuado. Fue este punto y la fuerte demanda de veleros de competición y regata lo que les convenció. Si tomamos como ejemplo a Wichard, conocida por sus herrajes de acero inoxidable de calidad, ahora ofrece productos textiles. Entre estos podemos mencionar grilletes y poleas textiles en Dyneema SK78 (MXLEvo). Están destinados a cargas pesadas (pie de mástil, aparejo de driza, polea de apertura, etc.), cáncamos para pegar o incluso cadenotes.
El acastillaje textil más común
Como hemos visto, encontramos para veleros productos que realizan las mismas funciones que los de acero inoxidable (grilletes, mosquetones) pero también otros que nos hacen la vida más fácil a bordo. Entre estos podemos mencionar cinchas multiusos realizadas con cabo plano para una mejor distribución de la carga, cinchas ajustables utilizadas en la botavara o incluso conectores y anillos textiles. Estos últimos, que se encuentran bajo el nombre de loops, están entre los artículos textiles más vendidos en las tiendas de náutica. Su uso principal es la fijación de una polea de eje hueco o la asociación con un anillo de baja fricción.
La evolución de los cadenotes
En un velero hay numerosos cadenotes fijos o articulados que se utilizan para fijar el aparejo (obenques, estays, estays liberables, etc.) a la cubierta. Para cargas bajas, existen cáncamos textiles para pegar. Están diseñados para uso interior o exterior. La instalación se realiza simplemente pegando sin taladrar. La carga de trabajo es de 80 kg (rotura 150 kg). Los cadenotes de cubierta, cuando no se usan, son trampas al moverse sobre ellos. Para evitar este riesgo, existen algunos que están diseñados para integrarse perfectamente con la superficie de la cubierta cuando no se usan. Las ventajas son que pueden soportar cargas pesadas con orientación de 360°, son impermeables y ligeros. Wichard proporciona accesorios para facilitar la instalación, como un tapón de titanio para el invernaje y una llave de gancho para abrir el tejido. Por su estética y prestaciones se observan cada vez más en las embarcaciones modernas de esloras superiores a 50 pies.
Nuestra opinión: el futuro del textil
Dado el desarrollo de los accesorios textiles, el interés demostrado por las grandes marcas y el uso que se hace de ellos en barcos de competición y más recientemente en barcos de crucero, así como la facilidad de implementación, el precio, el bajo peso, todo esto debería llevar a que los textiles superen al acero inoxidable en los próximos años. Ante esta evidencia y el aparentemente sencillo proceso de fabricación, los navegantes se ven tentados a fabricarlos ellos mismos. De hecho, esto es posible utilizando kits disponibles en el mercado y validados por un fabricante. Pero ¡cuidado!: hacerlo uno mismo simplemente consultando un libro es muy delicado y puede ser incluso peligroso si se trata, por ejemplo, de la contra de botavara o de una escota. Puede causar graves daños o incluso accidentes si los materiales utilizados no son los adecuados o compatibles. Los fabricantes se encargan de utilizar materiales que han probado y cuya durabilidad y envejecimiento en el tiempo pueden garantizar, lo que no ocurre con un navegante normal y corriente, por más manitas y atrevido que sea.
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