Viento y sol casi garantizados, temperatura agradable, algún chubasco ocasional, infinidad de situaciones tácticas y estratégicas con las que jugar a lo largo de 600 millas, que transcurren tanto a mar abierto como junto a islas paradisíacas. Con estos ingredientes, no es extraño que la RORC Caribbean 600 sea una de las regatas más populares del calendario y congregue cada año en Antigua a decenas de barcos punteros, en plena temporada baja.
Tras el paréntesis de 2021 por la pandemia, este año no ha sido una excepción, con 74 barcos en la línea de salida y más de 700 regatistas haciendo eslalon entre distintas islas caribeñas. Tramos de ceñida, de través, de empopada, encalmadas a sotavento de algunas montañas, rachas de hasta 30 nudos y olas de varios metros en algunos canales entre islas son cambios más que suficientes para mantener activo a todo el mundo, desde navegantes y tácticos al resto de tripulantes, a menudo atareados en numerosas maniobras.
El espectáculo mediático corre a cargo de los voladores MOD 70 y los enormes monocascos de 100 pies o más. Los más rápidos, como era de prever, fueron los multicascos, que este año además rebajaron el récord de la prueba: el americano Argo de Jason Caroll terminó en poco más de 29 horas y media, apenas dos minutos y 13 segundos delante del italiano Maseratti de Giovani Soldini, tras un duelo de trasluchadas en el último tramo y numerosos cambios de líder a lo largo del recorrido.
Si la diferencia entre los dos primeros MOD 70 fue de tan solo dos minutos y 13 segundos, la llegada entre los dos primeros Class 40 fue aún más apretada: ¡61 segundos separaron al Finimmo del Guidi, tras fundir el primero una desventaja de ¡20 millas!
La lucha entre los grandes monocascos no fue tan cerrada, aunque sí fue intensa entre el Skorpios —un Club Swan de 125 pies diseñado por Juan K. y botado hace menos de un año— y el Comanche, un 100 pies salido en 2014 de los ordenadores de VPLP-Verdier, siguiendo la filosofía del Macif, vencedor de la Vendée Globe 2012.
Aunque el Comanche se impuso en la salida, pronto el barco del ruso Dmitry Rybolovlev se colocó delante y ya no se dejó superar, pese a quedarse casi aparcado en un agujero sin viento al Oeste de Guadalupe. De esta forma, el barco patroneado por Fernando Echávarri y con ocho españoles más en la tripulación, se tomó la revancha de la Middle Sea Race, donde se impuso el Comanche.
Poco a poco el Skorpios va mejorando su puesta a punto, pese a que no se trata de un purasangre de regatas, como sí es el Comanche. Su mayor eslora le permite ser más rápido en ceñida y en esta ocasión su mejor rendimiento en traveses y sobre todo en empopada le permitió mantener a raya a su rival, que a priori es superior en estos rumbos.
Pero la regata no se circunscribe al espectáculo mediático. Se trata de una regata del RORC, por lo que el vencedor es siempre el mejor en tiempo compensado; y en esta ocasión quien se llevó el gato al agua fue el Pac52 Warrior Won, del americano Christopher Sheehan, que ya había quedado segundo en dos ocasiones.
Warrior won_Robert Hajduk
El vencedor absoluto de la RORC Caribbean 600 ha sido Christopher Sheahan con el Pac52 Warrior Won (USA).
©Robert Hajduk/RORC
Masserati
El Maserati, de Giovani Soldini, no pudo imponerse por escasos dos minutos al estadounidense Argo.