El uso de ultrasonidos de alta frecuencia para evitar las algas e incrustaciones en materiales sumergidos o en contacto permanente con el agua no es una técnica nueva. Se usa desde tiempo con un elevado grado de efectividad para mantener limpias tuberías, tanques, fuentes, piscinas, estanques o en agricultura para mantener en condiciones el agua de bebida del ganado. GERMÁN DE SOLER
Tampoco es nueva su aplicación en barcos para destruir el bio-film (o capa microbiológica) que se adhiere al casco y que sirve de nutriente a las algas y el caracolillo. De hecho, en Francia, más de tres mil barcos están equipados con tecnología de ultrasonidos para mantener sus cascos limpios.
La empresa Ecosonet, radicada en el Puerto Olímpico de Barcelona, ha presentado en el mercado español unas soluciones de protección por emisor de ultrasonidos, un equipo formado por los transductores y la caja de control, que ya se está usando en Francia desde hace ocho años, donde la sociedad SNSM —equivalente al Servicio de Seguridad y Salvamento Marítimo español— equipa a 243 lanchas de salvamento con esta tecnología y la empresa de servicios Bourbon ha dotado a sus más de 800 barcos de trabajo en todo el mundo con el mismo sistema.
Eficacia y polivalencia
Las soluciones Ecosonet se basan en los mismos principios y son aplicables tanto a barcos como a transmisiones. Es un sistema totalmente ecológico e inofensivo que trabaja a una frecuencia no dañina ni para los humanos ni para los animales, de forma que los perros que eventualmente podamos llevar a bordo, sensibles a los ultrasonidos, no experimentan molestia alguna, al igual que los delfines, que seguirán acompañando a nuestro barco. Fabricados por Harsonic, firma que desarrolló su primer equipo hace 25 anos, cada transductor tiene un consumo muy bajo de 6 W-0,5 A y una potencia emisora de 50 W. Existen dos formas de instalarlo: interior (sistema fijo) o exterior (sistema móvil).
Imagen comparada del casco del catamarán Blue Magic Cat-BCN. En la foto de la izquierda, en 2013 el día 16 de enero instalado por Ecosonet; y en la foto de la derecha, el 4 de febrero, día en que se sacó del agua para comprobar su eficiencia.
Para un barco de hasta 11 metros, por ejemplo, basta un transductor y una caja electrónica montado en el interior del casco a 1/3 de la eslora desde popa. Al aumentar la eslora, por ejemplo en barcos hasta 22 metros, necesitaríamos ya dos transductores y dos cajas. Cada transductor es capaz de cubrir una superficie de 45 metros cuadrados. Si el montaje es exterior, el transductor se montará fijado en el muelle o en la plataforma de baño del barco. En este caso un solo transductor bastaría para esloras de hasta 16 metros y serían necesarios dos para esloras de hasta 26 metros. En esloras superiores se pueden instalar varios aparatos.
El equipo va alimentado a 220-24-12 V en montaje fijo, o a 220/24 V y a 220/12 V, ambos con desconexión automática a través de una caja de control, de forma que cuando desconectemos del pantalán automáticamente entrará en servicio la alimentación a través de las baterías de a bordo. La caja digital de la central controla los posibles cortes de luz. En su interior un microprocesador memoriza el histórico del funcionamiento del equipo, de modo que se pueden conocer las horas totales que ha estado trabajando el sistema, las interrupciones de alimentación eléctricas, e incluso la temperatura del agua del mar, entre otros datos de interés. A demás Ecosonet ha puesto a punto una nueva aplicación para las transmisiones de motores, de manera que el sistema permite proteger los ejes y las hélices convencionales, las colas, y los pods tipo IPS de Volvo, o Zeus de Cummins. En estas aplicaciones no hay un criterio estándar, para garantizar la protección es necesario consultar el distribuidor con el fin de poder adaptar los transductores a las características de la transmisión.
Ahorro y autonomía
El coste de cada sistema —transductor y pantalla de control— desde 1.050 euros sin impuestos.Es ciertamente una cantidad a considerar. Sin embargo, cuando analizamos el coste-beneficio es fácil percatarse de las ventajas del sistema. Por una parte, el mantenimiento anual es nulo y, por la otra, con un antifouling de matriz dura no tendremos que carenar por lo menos tres años pasados, y después los dos años si el antifouling es autopulimentable. Además, hay que estimar otros factores de amortización: el consumo anual de combustible se calcula que se reduce en un 20-30% al llevar siempre el casco limpio, se ahorra con un propio antifouling, y también en reparaciones y enmasillados, resultado de los sucesivos y frecuentes rascados de la obra viva.
Y un aspecto a considerar es que podremos usar el barco más días al no tener que dejarlo en varadero, y evitaremos la aplicación anual de productos que, en mayor o menor medida, son perjudiciales para el medio ambiente.
Finalmente, también se supone un notable ahorro en movimientos de grúa y varadero anuales, necesarios para llevar a cabo los trabajos de carenado y aplicación de antifouling. Ecosonet, la empresa distribuidora, garantiza todos sus aparatos para dos años. Para más información: Ecosonet.