Excess 14: Sentir el barco, sentir el viento

Con una eslora de casco de 13,34 metros y 12,8 toneladas, el nuevo Excess es el primer modelo de la segunda generación de esta gama de catamaranes de crucero. Puede equipar tres o cuatro cabinas y se ofrece en versión estándar o Pulse Line, más orientada a las prestaciones y con mayor superficie vélica, que es la que probamos en aguas de Port Ginesta.

Diego Yriarte

Fotos: Diego Yriarte- Ludovic Fruchaud/EYOTY

El Excess 14 es uno de los cuatro candidatos a European Yacht of the Year 2023 en la categoría catamaranes de crucero y el primero de la nueva generación Excess tras el lanzamiento de los Excess 11, 12 y 15. Su sorprendente diseño, con doble rueda de gobierno a las bandas, es el resultado de una arquitectura innovadora y una investigación sin prejuicios para encontrar soluciones con el objetivo de que su propietario no tenga que elegir entre velocidad y comodidad. Está diseñado en torno a una disposición que se adapta a este objetivo, tanto en la versión propietario, con un casco destinado exclusivamente al armador, pero también en la de chárter que puede habilitar hasta 12 camas, para satisfacer las expectativas de un amplio segmento de usos.

Un diseño claramente reconocible

Como sus predecesores, el Excess 14, está dotado formalmente de una fuerte personalidad y de un look singular que lo distingue claramente del resto de los multicascos con los que comparte eslora y programa de navegación, pero también de sus predecesores en la gama, aunque manteniendo su mismo ADN.

A simple vista, destaca por sus líneas estilizadas y su francobordo contenido, las rodas de los cascos invertidas, una botavara baja y los cascos con pantoque vivo. También la superestructura refleja el dinamismo del conjunto, con ventanas del casco rediseñadas respecto a sus predecesores, y una caseta de altura reducida, totalmente rodeada por ventanas sin polarizar que inundan de luz y transparencia al interior y con un alero perimetral ancho que ayuda a proteger el interior de la entrada directa del sol. El resultado es una visión de 360º sobre el horizonte sin obstáculos ni siquiera hacia popa.

Además, el techo de la caseta se prolonga hacia atrás cubriendo toda la bañera, si bien su parte central puede abrirse gracias a una lona corredera que permite disfrutar del sol cuando se desee y que permite una visión completa sobre el aparejo de la mayor.

Sin embargo, uno de los rasgos más distintivos del Excess 14 y de toda la gama son los puestos de gobierno en popa a las bandas, muy atrasados y exteriores para favorecer la transmisión directa de las sensaciones que llegan de las palas de los timones —las líneas son textiles para lograr un mejor tacto— al tiempo que proporcionan una buena vista sobre las velas de proa, como en los monocascos.

En este punto, vale la pena detenerse en algunos de los aspectos del diseño y la arquitectura naval, obra del gabinete VPLP, que acaban de definir el modelo y que, especialmente, determinan su comportamiento en el agua. Entre ellos, su aparejo adelantado, y la opción por la vela mayor trapezoidal y un génova de gran recubrimiento de serie para optimizar la relación entre la superficie vélica y el desplazamiento. Pero también un centro de gravedad bajo y el diseño asimétrico de la obra viva de los cascos —la experiencia del gabinete VPLP en multicascos de regata y crucero oceánicos es un grado—para reducir la resistencia hidrodinámica.

Por supuesto, la estructura, como no podía ser de otra forma se adapta al concepto del barco, que debe ser lo más ligero y rígido posible, ya que su público objetivo son propietarios que lo usarán en navegación de altura. De aquí su construcción en sándwich de espuma con refuerzos de carbono.

Interior modular

El interior del Excess 14, obra de nauta Design, ofrece toda la comodidad de un crucero y la modularidad necesaria para adaptarse a los diferentes requerimientos.

La cabina central, al mismo plano que la bañera, solo separada por una gran puerta corredera ofrece volumen y una excelente altura interior. El salón deja la parte de proa exclusivamente para un gran sofá en torno a la mesa, reservando la banda de babor, a ambos lados de la bajada a las cabinas, para situar el espacio de cocina propiamente dicha —fogones, horno y encimera de trabajo— y la mesa de cartas con asiento abatible. Desde el interior se disfruta de una excelente visibilidad sobre el entorno y las ventanas laterales dispone de escotillas integradas abribles para facilitar la ventilación. La popa de este volumen se destina al doble fregadero, una superficie extra de trabajo y mucha capacidad de almacenamiento, tanto en armarios bajos como altos.

En los cascos, las camas son cómodas, con baños con ducha separada y espacios de almacenamiento grandes y subdivididos.

El Excess 14 está disponible en varias versiones de diseño. En la versión de tres cabinas, los propietarios disponen de un casco exclusivo dotado de baño central, un gran vestidor privado que permite guardar tanto equipo de navegación como ropa informal, y el centro del casco dotado con una mesa de escritorio, biblioteca y cajones, y opción de literas adicionales. En la versión de cuatro cabinas se han incluido cuatro baños con sus respectivas duchas separadas. Existe también la opción de una cabina de patrón en cada caso.

Navegación

La línea Excess intenta captar el público de monocasco que no encuentra sensaciones al timón cuando navega en un catamarán. Esa conexión que hace sentir el barco en las manos para reaccionar en consecuencia. Posiblemente este es uno de los motivos por los cuales se le ha encargado el diseño al estudio VPLP, con amplísima experiencia en embarcaciones de regata.

En el diseño se ha optado por una configuración de cascos asimétricos cuyo lado exterior cae recto y los timones tienen un mayor calado. No se han utilizado orzas que, según el astillero, encarecen la construcción y complican la maniobra sin que sus beneficios sean realmente notorios. Lo cierto es que durante la prueba de navegación en las jornadas del EYOTY, el viento era muy ligero, precisamente la condición en la que los catamaranes no lucen, pero en este caso sí que logramos al menos navegar y una condición ineludible para navegar con poco viento es «sentir» el timón. También es verdad que el formato casi cuadrado de la vela mayor y el solapamiento de la vela de proa, combinado con las líneas de casco han demostrado efectividad para poder con tan solo 4 nudos mover un catamarán de 14 metros y más de 12 toneladas de desplazamiento con el que, al cambiar el génova por el Código 0, apenas perdimos ángulo y logramos emparejar la velocidad casi con la del viento.

Sin embargo, pudimos compartir la experiencia de otros colegas miembros del jurado del EYOTY que encontraron mejores condiciones, y que no podemos dejar de reseñar. Así por ejemplo navegando con génova, 10 nudos de real y un ángulo de aparente de 45º el GPS marcaba 7,5 nudos. Con el asimétrico y 11 nudos y el aparente a 74º nuestros compañeros registraron 8 nudos. Cayendo el viento a 6 nudos de real y con el aparente a 60º y el código 0, el Excess se situaba en 4,9 nudos de velocidad.  Son estas unas cifras que muestran que lo que teníamos en nuestras manos es un barco que respondía bien tanto en vientos ligeros como medios, con marcas que, en las condiciones típicas del verano mediterráneo permitirán mantener excelentes promedios.

A motor, con los dos Yamaha de 57 Hp a sus máximas revoluciones alcanzábamos los 8,8 nudos y manteníamos una velocidad de crucero de 6,5-7 nudos a dos tercios de la potencia máxima.

En suma, un crucero con una fuerte personalidad, de estética moderna, muy habitable, fácil de maniobrar y lo bastante sensible como para que quien esté a la rueda realmente consiga sentir los cascos, percibir la presión de las palas y apreciar sensaciones a vela.

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